Cap 4. "En peligro"

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Cap 4. "En peligro"

Narrado por Sara.

Cuando fijé la vista en él, no pude evitar ruborizarme, no me di cuenta de lo hermoso que era hasta tenerle cerca justo a esa distancia.  

Tenía el pelo perfectamente en su sitio en un ligero movimiento hacia arriba, parecía que cada pelo estuviera en su lugar. Sus ojos color miel resaltaban en la oscuridad como si de dos diamantes se tratasen, me perdí en ese color más tiempo de lo habitual y de repente toda mi vida se concentró en ese instante.  

Por un momento dejé de concentrarme en ese marrón para fijar la vista en sus labios, sus labios llaman a ser besados, una parte irracional quiere lanzarse sobre él y besarle, que mi lengua se pelee con la suya, como si de la mayor guerra se tratase.  

Ladeo mi cabeza y despejo mis pensamientos absurdos, hago una llamada a la razón y fijo mi mirada en otro sitio, en cualquier sitio, menos en sus labios. 

Se inclinó sobre mí y pude aspirar su aroma a hombre,me flaquearon las piernas pero aún así conseguí manternerme en pie ya que me tenía cogida y su mirada penetrante me mantenía rigida como el hielo.  

- Suéltame.. - A medida que acercaba mi rostro al suyo maticé cada letra de la orden que le di más que nada para que se echara hacia atrás y así poder de nuevo tener el control. - .. O te juro que grito. 

Se quedó realmente sorprendido, me di cuenta por la forma en la que me miraba, se acercó más a mí, él volvía a tener el control de la situación, entonces..desvió la mirada a un lado volviendo a fijarla en mí unos segundos después. Sus dedos puestos en mi brazo izquierdo se aflojaron creando un camino de caricias hasta el hombro donde ahí volvieron a bajar hasta clavarse en el final de mi espalda.  

Un movimiento, en un solo movimiento mi cuerpo estaba totalmente pegado al de él, no puse resisténcia, me dejé acercar tragando saliva sin poder evitarlo y maldiciéldome por esa pura excitación sexual que me recorría por dentro ¡No sabía nada de él! Ni su nombre siquiera, ni su edad, ni de que persona se podría tratar. Ni siquiera sabía donde vivía, de que familia procedía y lo más importante.. No sabía si era peligroso ,sin embargo tenía ganas de abalanzarme sobre él, de besar esos labios y perderme en esos ojos aunque solo fuese por un tiempo limitado y eso me puso tensa, tan tensa que me flaquearon las piernas.. 

Otra vez. 

- Grita - Me susurró él tan cerca que sus labios rozaron los míos - Nadie va a oirte. 

- Me oirás tú. 

- ¿Entonces yo te salvaré de mi otro yo rebelde? - Murmuró con una sonrisa de costado pícara, maliciosa y a la vez sexy. Eso me arrebató una sonrisa que no quería regalar, una sonrisa que él podría mal intepretar cosa que hizo porque se acercó más y más y más. 

Tan cerca que lo borroso se volvió nítido, tan cerca que ahora los pequeños rasgos se suavizaban y conocía más cosas de él, como la pequeña peca de su cuello o el suave color de sus labios que se mezclaban con el olor a alcohol.. Alcohol..  

Y entonces me besa y me por un momento me dejo llevar cerrando los ojos y saboreando el sabor de.. ¿Vodka quizá? Pero sólo por un leve momento, ya que le alejo con todas mis fuerzas y lo próximo que hago no me lo creo ni yo misma. 

Jamás en mi vida había utilizado la violéncia, jamás.. Pero aquel impulso, aquel momento me hizo odiarle tanto por hacer que le deseara que le propagué un buen guantazo con la mano abierta. Se echó hacia atrás mirándome con cara de pocos amigos, él no confiaba en mí. 

Bien visto, yo en él tampoco y si pensaba hacerme daño, no tardaría en averigüarlo. ''Muy bien, hijo de puta'' Pensé para mí preparándome para el próximo golpe, le miré apretando los dientes al igual que los puños.  

- ¿Se puede saber que cojones te pasa..?  

- Si piensas que soy como las demás, vas que te estrellas. 

- Lárgate antes de que cambie de opinión y te devuelva lo que acabas de hacer. 

Algo de mí deseaba apretarse con él, besarle con fuerza y posar la mano en su rostro para calmar el guantazo que le había propagado, pero la voz más sabia, la más potente y la que tuvo el poder en esa ocasión, me obligaba a salir por patas y caminando hacia atrás sin dejar de mirarle ni un solo segundo y con la respiración agitada.. 

Huyo.

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Narrado por Jeffer.

Me quedé quieto, inmobilizado, ella estaba caminando con un paso acelerado hacia el final del callejón. Mi mejilla estaba ardiendo a causa de la bofetada que me proporcionó unos instantes atrás. 

¿En serio acababa de pegarme una bofetada? ¿Por qué se comportaba de ese modo tan brusco con cualquier gesto que tenía? Desde luego esa chica no era de hacer amigos enseguida, ni de entablecer una relación medianamente tranquila. 

Pero algo tenía ella, algo que me llamaba muchísimo la atención. 

No sabía si era su rebeldía, su altanería, esa forma de mirar, o es porque hasta ahora, era la única chica que se había atrevido a pegarme. Y esa incertidumbre, realmente me estaba volviendo loco por momentos. 

Aún recuerdo sus labios pegados a los míos, y es ahora cuando entiendo aquello de que "Los besos robados saben mejor", tenía los labios muy dulces y carnosos, que llamaban a gritos ser mordidos.  

"Dios Jeffer, pasa de esa niñata consentida y fóllate a otra" me repetía continuamente la voz de mi conciencia, pero algo dentro de mí quería volver a besarla.

No sé si era mi soberbia y mi orgullo quien hablaba, o era mi corazón. ¿Mi corazón? ¿Desde cuándo utilizo eso para follarme a las tías? Ladeo mi cabeza para desechar esos absurdos pensamientos que rondan por mi mente.  

Pero una cosa si es cierta, este barrio no es de los mejores. Está repleto de ladrones en busca de dinero y joyas, narcotrafricantes que buscan clientes, los drogadictos en busca de los narcotraficantes y los borrachos en busca de olvido, y violadores en busca de... Palidezco ante la idea. 

Me apresuro a buscarla, no podía dejar que vaya por esos callejones ella sola, cualquier cosa podría sucederle. Doy grandes zancadas mirando a todos lados nervioso, no la encuentro por ningún lado.

Mierda. Entonces cuando me adentro a lo que parece ser un callejón sin salida, el olor a marihuana invade mis fosas nasales y hago una mueca de desagrado. 

En aquella oscuridad no logro ver gran cosa, pero alcanzo a visualizar a dos tipos que tienen pinta de vagabundos y ahí está ella, estaba en una esquina acorralada y esos cabrones estaban manoseándola. Ella intentaba resistirse.

-Suéltemen, por favor!! - Pegó un grito ahogado, lágrimas corrían por sus ojos y el miedo era visible en ellos. Era una mirada llena de pánido y angustia. El miedo personificado.

Por un segundo me quedé inmovilizado, pero la rabia de ver como estaban intentando abusar de ella canalizó todas las partes de mi cuerpo, de mi fuero interno.

- La chica dijo que la suelten, malditos hijos de puta - Las palabras salieron de mi boca. Y no tardé en ir hacia ellos.

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Chicos y chicas, aquí tenéis el cuarto capítulo de "Indomable". Pronto tendréis el quinto, es una promesa.

Os quiero pedie que si podeis comentar poniendo qué os ha parecido de momento la novela o el cap, para así mejorar cada vez más.

Por último, este capitulo va dirigido a Desiré Carcelén Rosiqué. Gracias por su incansable paciencia en mi, por soportar mis locuras y mis malos días. Eres muy importante.

Hablando de ella, está escribiendo una historia llamada "Amor predestinado". Es una novela llena de sentimiento y un amor desde pequeños. MUY RECOMENDABLE.

Besos!

Jeffer y Sara.

Indomable.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora