Indomable.

Cap 13. "El antro"

"Narrado por Sara"

En todo el trayecto había seguido las canciones que ponían en la radio. Sorprendentemente me sabía la mayoría e inventando palabras intentaba seguir la letra, de vez en cuando sacaba las manos por la ventana y cerrando los ojos cantaba cada vez más alto

 ─ Lo tuyo no es cantar.

Como no, Jeffer no tardó nada en cortarme el rollo diciéndome que primero me las aprendiera y riéndose de mí en otros momentos me imitaba.

Unos minutos después, Jeffer ya me abría la puerta del coche dónde bajé dulcemente sin mirarle apenas y caminé hacia el bar-restaurante solo para Hispanoparlantes cuyo diseño llamaba la atención desde kilómetros de distancia. Analicé cada estructura, cada persona obervando la ropa que llevaban las otras chicas y observando la mía por si había alguna diferencia. 

 ─ Estás preciosa, Sara. 

Le miré por encima del hombro respondiendo su comentario con una sonrisa sincera. ¿Por qué sonreí? Porque me había dado cuenta de que mil chicos podían piropearme pero sólo uno podía hacer que me ruborizara.

Lo primero que pensé al entrar fue : ''Joder, cuanta gente''.

Unos bailaban, otros bebían, otros se reían y la mayoría observaban y buscaban con atención su próxima presa. No tardé ni cinco minutos en sentarme en la mesa redonda con los taburetes pegados a los pies de dicho mueble y bien altos, colocando una pierna encima de otra con delicadeza evitando a toda costa los ojos de Jeffer que puestos en los míos esperaban que yo respodiese.

 ─ No está nada mal.  ─  Murmuré con una sonrisa.

"Narado por Jeffer"

-¿No está nada mal? - Repetí  con aires de autosuficiencia- ¿Estás en uno de los mejores antros de la Francia y lo único que se te ocurre decir "No está nada mal"?- Una risa marcada se marcó en mi semblante.

Desde luego, tener a Jack como socio y que tenga este tipo de locales, te venía muy bien aveces.

Él dirigía una cadena de clues en todo Francia, y yo fabricaba y exportaba el vestuario para sus trabajadores.

Llamé al camarero y no tardó en llegar. -Un Cosmopolitan para mí y para la señorita una Rouche Rosado del 76, por favor.

-Señor, esa bebida sólo la servimos en botella.- Dice el camarero. 

-La botella pues- Espeté casi indignado.

Al marcharse, Sara se me queda mirando, sus labios querían gritar pero callaban, sus ojos querían quemar, pero se enfriaban.

-¿Se puede saber qué coño te pasa?- Termina diciendo.

Exasperado, paso mi mano por mi pelo y la miro, la miro con una mirada intangible, mi rosto no mostraba reacción alguna. Y mis labios están apretados en una fina linea.

-Necesitamos hablar de lo que tenemos.

"Narrado por Sara"

-¡Eh...sh...sht! - Añadí consiguiendo así que Jeffer no dijera una palabra más.

- Quiero divertrme, nada de "no me gustas" que me quedaron claros al tratarme como si de un trapo sucio se tratase. Me ha quedado claro.

Terminé la credibilidad de mis palabras con una sonrisa falsa... ¡Porque me jodía mirarle a los ojos y darme cuenta de que no estabamos juntos! Así que sin decir una palabra más me levanté del asiento.