Parte 13: Desaparición

116 14 3
                                    

Koujaku salió del hospital a medio colapsarse, agotado y débil. A falta de su otra mitad, le costaba más utilizar sus poderes demoníacos. Parte de su cuerpo se mantenía humano y la otra mostraba su verdadero ser. Costaba tiempo para recuperar fuerzas, así que, sin avisar a Ren y menos a Aoba. Salió del pueblo hacia la dirección contraria de la que los otros dos estaban dirigiéndose. Ya había enseñado a Ren de todo lo que tenía que saber para cuidar a Aoba así que no se ponía a preocuparse tanto.

Por otro lado, Aoba aún seguía inconsciente. Ren se detuvo a armar un campamento, no faltaba mucho para llegar al pueblo más cercano, pero también estaba agotado de tanto caminar cargando a Aoba. Incluso, creía aún, que Koujaku lo alcanzaría, pero tal vez no lo haría. Prendió la fogata y preparó algo para comer.

- Mmm...

Aoba comenzó a reaccionar. Ren se acercó lentamente para levantarlo.

- Aoba, despierta.

- Mmm... Ren...?

Abrí lentamente los ojos al escuchar una voz, era Ren. Mi cuerpo dolía intensamente, así que él me ayudó a levantar. Cuando visualicé bien mi alrededor,  sentí que algo faltaba, al instante lo capté: Era Koujaku.

-¿Dónde está Koujaku?

-.... - Ren desvió la mirada de mí.

-¿Ren?¿Dónde está?

El pánico se apoderó de mí, ¿Qué le había sucedido a Koujaku?¿Porqué estábamos fuera del pueblo? No entendía nada.

*Badum*

Un agudo dolor me invadía en cuerpo, en especial el corazón. Me apreté fuertemente el pecho, pero no cesaba.

Por otro lado, Koujaku también tenía el misma síntoma que Aoba, ambos agonizaban por el incesante dolor en el pecho. Koujaku sabía con exactitud que Aoba estaría en las mismas condiciones, pero no podía regresar a su lado en esta forma. Así que con mucha pena, debía soportarlo.

- Ugh... Ahhh!! - me agarré fuertemente el pecho - Du- duele...!! Ahhhhgh!!

- ¡Aoba! - Ren se acercó a auxiliarme - Cálmate! Toma esto! Koujaku me dijo que te diera esto en caso de que te doliera el pecho.

Me entregó un par de pastillas coloridas junto a una pequeña vasija con agua. Lo tomé inmediatamente, y el dolor comenzó a disiparse de a pocos. Pero comencé a sentirme somñoliento nuevamente y caí en el regazo de Ren.

Este lo miraba con preocupación a Aoba, según le indicó Koujaku, estas pastillas eran para disipar el dolor corporal y hacer dormir a cualquiera que se lo tomara. Al parecer ya tenía calculado que este comenzaría a sufrir estos dolores cada vez más que su fecha se acercaba. Pero le intrigaba cómo se había conseguido estas cosas, las condiciones que Aoba estaría y entre otras cosas.

Así pasó la noche, en ambos lados tanto Ren y Aoba, y Koujaku descansaron sin problemas. Pero Koujaku aún no tenía fuerzas posibles para mantener su forma, había dejado casi todas sus pertenencias con los otros, solo llevaba agua y su arma. No tenía nada para alimentarse, ni siquiera dinero para comprar en la ciudad más cercana. El hambre invadía sus instintos salvajes.

- Ugh... Ghrrrr.... Mmm.. Ne- nece-necesito... Comer algo...

Caminando lentamente en el caluroso desierto, las ansias de devorar cualquier ser vivo que cruce su camino, su instinto demoníaco se libera en él. Pierde su forma humana por completo, retorna a su piel morena, cabello largo rojizo como la sangre de sus víctimas, sus ojos brillantes como los rubíes. Toda su apariencia estaba revelada.

Siguió caminando, pero ya no pudo aguantar el calor sofocante y cayó sobre la arena. Unos pasos se acercan hacia él, pero ni se movió a fijarse quién era.

-¿Con que YO puedo solo verdad? - rié el extraño.

El anónimo cargó el cuerpo a medio morir de la Bestia y comienza a caminar.

-Be- Beni...

CONTINUARÁ...

Blue DemonflowerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora