Parte 2: Flor imperial

392 34 3
                                    

Como había prometido el príncipe, llegó a darnos un cuarto donde pudimos descansar los tres día que me había solicitado quedarnos, pero en los día que me había quedado, el príncipe me preguntaba sobre mi flor en cada momento.

-Aoba, ¿cuándo será el día en que tengas que entregar tu corazón a tu demonio?

-Mmmm... pues, falta muy poco para eso... - contesté tristemente.

-Lo siento, creo que no debí preguntarte...

-N-no, esta bien.

-Bueno, yo... ya me voy, necesito hacer algunas cosas, hasta luego.

-Esta bien, hasta luego príncipe Sei.


Me preguntaba los días que estuve ahí, ¿qué hacía Sei después haber visto mis danzas?; pues siempre entraba a un cuarto muy vigilado, una vez pregunté al señor Clear que hacía el príncipe Sei, pero se negó a contestarme.

-¿Qué es lo que hará el príncipe en ese cuarto? - pregunté a Koujaku mientras él arreglaba mi peinado.

-¿Quién sabe?, seguramente hace cosas de príncipes, firmar documentos y todo eso...

-Hmmmmm... pero entonces, ¿por qué no me dejan entrar?

-Por que deben protegerlo.

-¿Y si está haciendo un ritual diabólico o algo así?

-¿Y por qué crees eso?

-Mmm.... pues esconde mucho su cuerpo, ¿no te acuerdas de las otras ciudades que visitamos?, todos los nobles tenía su cuerpo al desnudo...

-En algo tienes razón, ¿y qué vas a hacer al respecto?

-Debo descubrir qué es lo que esconde antes de que nos vayamos...


Más tarde, fui solicitado por el señor Clear para nuevamente bailar para Sei, y mientras que estaba danzando noté que el pecho de Sei se podía ver un poco y noté que había una marca algo familiar. Era algo parecido a la flor en mi pecho, pero un poco distinto.

Al terminar el baile, el príncipe Sei me invitó a ir a bañar con él y poder hablar más acerca de mi marca.

-Ya que es de noche y el clima está fresco, ¿Quisiera venir conmigo a tomar un baño afuera?, el agua está caliente.

-Claro, ¿por qué no?


Sei, personalmente me guió hasta la sala del baño que estaba al aire libre, cuando llegamos y vi la sala me quedé fascinado. Pues, la decoración era elegante y combinaba con el ambiente nocturno.

-Aquí puedes poner tu vestimenta, toma, una toalla para que te cubras.

-Gracias.

Esperé el momento para que Sei se quitara la vestimenta, pero solamente se quitó toda la capa exceptuando el polo que cubría su pecho. Decepcionado llegué a preguntarle:

-¿Por qué te tapas el pecho? ¿tienes alguna herida?

-N-no es eso, sino que suelo bañarme así... nada más.

-Vamos, no sea tímido, príncipe. Yo, antes también solía ocultar la marca de mi pecho, pero después me di cuenta que tenía que ser agradecido por ello.

-¿De la marca...?

-Sí, pues recordé en algún momento de mi vida las palabras de mi madre :¨Sé agradecido con este ser que te dio la vida, por que yo fui incapaz de darte¨ de ahí entró la razón de estar agradecido con la marca. No hay de qué tener, su alteza.

-Creo que voy a confiar en ti, Aoba - y se quitó el polo que tenía.

Y allí estaba como lo pensé, la marca de una flor, pero tenía unos caracteres que no conocía y tenía un mejor diseño que la mía. Sentí envidia y fascinación a la vez.

-Está muy hermoso...

-Gracias, realmente no pensé encontrar a alguien más en esta ciudad que estuviera en la misma situación que yo... por eso me alegré cuando Clear me dijo que vio a un joven con la misma marca que yo... - me abrazó contento.

-Yo también pienso lo mismo, su alteza.

Blue DemonflowerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora