Ya casi oscurecía, mientras caminábamos por una calle, donde a lo lejos se podía escuchar con poca claridad música como de una fiesta o algo por el estilo, llevaba mi vestido más bonito era de color azul con encaje en parte donde me llegaba a las rodillas, mi cabello con corte estilo bob hacia que mis facciones se hicieran mas notables, y tenía una sonrisa enorme que conbinaban con mis ojos color marron, y como no tenerla si conmigo iba un gran amigo el vestía una camisa a cuadros rojos con unos jeans azules, su cabello naraja casi dorado brillaba con las luces de la calle haciendo notar sus ojos azules, claro íbamos junto con sus hermanos, reíamos y bromeábamos unos a otros.
A lo lejos logre ver un señalamiento de Alto, corrí hacia él y me di una vuelta tomando aquel señalamiento y por el impulso casi caigo, solo que él logro tomar mi cintura y equilibrar mi peso.
-bailamos.- susurro en mi oído.
Le tome de la mano y le seguí. Habíamos llegado al lugar de donde provenía la música, era una gran pista de baile con muchos adornos brillantes. Había parejas de todo tipo bailando y riendo.
-Soy pésima bailando. – le replique y lo abrace.
-No me importa, solo abrázame.- me dijo suavemente. Lo abrace y le dedique una pequeña sonrisa.
Bailamos hasta que mis pies no podían. Salimos de la pista y nos dirigimos hacia unas bancas donde había cajas repletas de más adornos. Me senté, y lo mire a los ojos, esos ojos azules penetrantes y que hacían que me sonrojara y estuviera más nerviosa de lo normal. Santo cielo, sentía que me derretía.
-Karen creo que te has ensuciado de algo.- me dijo, voltee a ver mi vestido y efectivamente me había ensuciado.
-¿Me acompañarías a mi casa a cambiarme?- le pregunte.
-Claro solo deja le digo a mis hermanos para que no se preocupen.- me explico.
-Si aquí te espero.
-No te vayas a ir.- me miro nervioso.
- A donde más iré.- le dije burlona
Lo vi alejarse hasta encontrar a uno de sus hermanos. Yo lo observaba como si no hubiese nadie más en ese lugar. Reaccione cuando me di cuenta que ambos me miraban y reían, ¿De qué? No lo sabía, así que me limite a mirar los adornos en la caja.
Vi que regresaba hacia donde me encontraba, y disimule. Tomo mi mano derecha y me quito un anillo que llevaba de secundaria. Se metió la mano en su bolsillo derecho de sus jeans y saco una pequeña cajita de color azul marino con una línea plateada en medio que indicaba que se abría esa pequeña caja.
Abrió la caja y dentro había un anillo con pequeñas piedras rosas y blancas que formaban un ovalo. Es hermoso, pensé, no lo creía ¿Será lo que estoy pensando? Oh por mi madre no lo puedo creer. Tomo mi mano derecha y se limitó a decir.
-¿Te quieres casar conmigo?- dijo. Y yo seguía sin creérmelo.
-¿Joseph?, ¿Es una broma o esto soñando?- apenas y pude decir eso.
-No, Karen es real, pero dime ¿Quieres?- suspiro nervioso. Lo bese y le dije –Sí, ¡sí quiero! – Grite casi sin aliento.
Me puso el anillo en dedo anular de la mano derecha, y yo reí nerviosa.
-¿Qué pasa?- Pregunto nervioso.
-Es que te equivocaste de mano.- le dije entre risas.
A lo que cambio el anillo de lugar.
Se acercó una amiga y me dijo.- Karen ¿y Ciro?-Pregunto desconcertada.
-Él ya está con alguien más, no te preocupes estará bien.- le dije y le dedique una sonrisa.