Capítulo 3- Emergencia.

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Ink vio una vez más el reloj y notó que eran las cinco y media de la tarde, tenía que ir preparándose. Él solo se levantó dejando de lado las pocas cosas que le faltaba por acomodar. Y se fue al baño donde se bañó, con una toalla alrededor del cuerpo, él fue hacia el armario. Como todavía no había acomodado la ropa, no sabía que había en el armario. Pero si había ropa, cuando llegó encontró una nota que así indicaba. Al abrir el armario se topó con la grata sorpresa de que habían vestidos y trajes. Ahí empezó el dilema, ¿que se debía poner? Al fondo del armario por el lado que es difícilmente visible, Ink vio un vestido de su gusto. Colorido y con mucho relleno. Era lindo, bastante. Chequeo en una gaveta cercana y encontró una gran variedad de máscaras de diferentes colores. Cogió una como arcoíris y la puso encima del vestido, imaginándose asimismo con eso puesto.

-Me vería como una mujer, yo no soy mujer soy hombre. -Dijo el pintor depositando con suavidad las ropas encima de la cama. Fue hacia el armario y volvió a verlo, sólo que esta vez se centro en los trajes de hombres. Y ahí lo notó. ¡Todos eran muy sosos! Todos eran negros, grises, azul marino, verde oscuro, ¡todo oscuro! Ink volvió su mirada al vestido y del vestido a los trajes mirándolos y comparándolos con atención.

Todavía tenía su toalla puesta y estaba debatiendo en su mente entre si ponerse el vestido o uno de esos feos trajes. Lo pensó bien, los trajes eran incómodos, y los vestidos un poco. El traje es feo y el vestido completamente bello. Al final se decidió y con un suspiró lo recogió.

-¿Quién manda a los diseñadores a hacer tales obras horrendas? -Susurró Ink buscando alguna excusa para ponerse el traje. Ink sólo se puso su ropa interior, después el traje, la máscara y de complemento una linda tiara, haciéndolo ver adorable. Pero lo que daño todo el vestuario entero fue el ponerse unos zapatos cerrados coloridos que encontró por allí.

Ink vio su reloj y notó que eran las seis y media de la tarde, por lo que decidió bajar para llegar temprano. ¿Temprano dijeron? Había una fila de alrededor de ciento cincuenta personas esperando para coger un taxi, Ink lo único que pudo hacer fue quedarse parado y esperar.

Cuando al fin logró coger un taxi fue a las siete y cuarenta, y se tarda como media hora en llegar para allá. El tapón en la calle era inmenso, y eso que habían pocos autos ya que los automóviles eran un invento reciente, por lo que había pocas carreteras hechas esto provocaba un tapón.

Al final Ink logro llegar a las siete y cincuenta y ocho. Mientras estaba corriendo miró el gigante reloj en la torre, este acababa de cambiar, las siete y cincuenta y nueve. Al llegar a la puerta el guardia lo dejó pasar y al pisar completamente dentro ya eran las ocho en punto, pero lo más preocupante fue un pequeño y para nada lindo sonido.

'Crack'

Ink miro su pierna asustado y efectivamente, se la había fracturado. Parece que correr tan rápido no era la mejor opción, pero al final logró llegar por lo que valió la pena. Unos guardias cerraron las puertas al frente de las caras de unas personas que gritaban con fuerza para que no cerraran. Se escuchaban los fuertes golpes en la puerta y los gritos llenos de maldiciones de la gente de fuera.

Una persona toco el hombro de Ink sobre-exaltándolo, era el mayordomo. El que le quito las cosas a Ink y lo arrastró como un saco de papas sin previo aviso.

-Venga por aquí señorita. -Ink sólo se miró de arriba a abajo, es un esqueleto por lo que no es fácil definir su género, tiene un vestido y va de muchos colores, hasta él pensaría que es una mujer.

-¿Eh? P-pero yo soy hombre. -Mencionó Ink con cierto nerviosismo, el mayordomo sólo miró a Ink con estupor mientras se detenía.

-¿Cómo que hombre? -Dijo el mayordomo aún sin salir de su trance.

Una Reina Para El Rey {ErrorInk} [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora