Capitulo 34

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— Bien, Sammy. Concentrate. ¿Reconoces una de estas cosas? —interrogué a mi pequeño hermano.

Sus ojos escanearon los objetos que estaban en la mesa de café, que incluía el diario de Daniel Harper, el collar espectacular de mi mamá, y el marco de fotos.

— ¿Donde sacaste esas fotos? —apuntó a la fotografia.

— Una venta de garaje —contesté rapidamente — ¿La has visto antes?

— ¡Por supuesto! ¡Ha estado en nuestra sala desde siempre! ¿Ves a ese de ahí? ¡Era yo cuando estaba pequeño! Y el de en medio es mi papá. ¿Y la chica con los rizos ahí? Bueno, la verdad no sé quién es. Mi padre solo me dijo que era una 'chica especial'. No sé que significa.

— Sam, esa soy yo —suspiré, pasando una mano por mi ondulado y castaño cabello.

— ¿Qué? —arrugó la nariz y miró la fotografia una vez mas —. ¿Estas segura? ¿Esa eres tu cuando estabas pequeña?

— Eso creo —dije, antes de hacer las preguntas mas importantes —. Ahora Sam, ¿nuestro padre—tu padre actuaba... diferente antes de que... desapareciera? ¿Hizo algo extraño o fuera de lo normal?

— Um, no lo sé —el dijo, pensando —. Bueno, el empezó a regresar del trabajo tarde casa noche.

— ¿Donde trabajaba?

— En un banco. Trabajaba en un grande banco. Usaba corbatas demaciado —dijo, frotándose sus cansados ojos.

— Bien, y ¿A tu padre no le llegaban extrañas, um, llamadas o mensajes por casualidad? —pregunté.

— ¿Llamadas? No, no lo creo. Pero cuando su teléfono sonaba, el miraba a el y luego hacia una cosa rara con su boca.

— ¿Qué? —pregunté, casi sin aliento —. ¿A qué te refieres?

Samuel iso la expresión de mi padre, frunciendo los labios haciendo un gesto enojado. —Hacia esto.

— Sam, lo siento, se que es tarde. Pero tienes que pensar en mí. Tienes que ayudarme si quieres encontrar a tu papá, ¿de acuerdo? —dije en voz baja, poniendo una mano en el hombro de mi hermano.

Mi teléfono vibró dentro de mi bolsillo.

"Eso es lindo. ¿Crees que vas a encontrar a tu estupido padre, __?

Contuve mis ganas de gritar.

Mi mente giró y golpeó mi cabeza, y mis rodillas se debilitaron.

El acosador había estado chantajeando a mi padre, también.

Era lo único que tenía sentido.

Lo único que queda por averiguar es: ¿por qué?

¿Quién tendría una razón para querer hacerle daño a mi papá? ¿Yo?

Tragué saliva, mis dedos temblaban mientras respondía.

"Hare lo que sea, lo prometo. Solo no lastimes a mi padre, por favor'

— Uh, ¿__? ¿Pasa algo malo? —preguntó Samuel, doblando su cabeza a mi extraña reacción.

— Uh, no —mentí, forzando una sonrisa, antes de mirar de nuevo a la pantalla de mi teléfono que vibró por segunda vez.

"¿Cualquier cosa? "

"Cualquier cosa. Me puedes tener, solo no lastimes a alguien más, esa es mi única condición"

— ___ —dijo Samuel —. Uhm, lo siento. ¿Puedo ir a la cama ahora?

— Si, si. Claro. Por supuesto. Buenas noches.

Rescatame -Liam PayneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora