Sentimientos (Revisado)

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ADVERTENCIA: LEMON

Mientras tanto en la cocina...

Eran demasiados los trastes que Shaka había dejado caer al suelo momentos atrás por lo que, después de un prolongado silencio entre ambos, Mu se agachó para recoger los trozos, pero al alzar la vista...el virgo ya no estaba.

La manera tan violenta en la que el corazón del aries se estrujó en ese momento le hizo creer que no era metáfora que podía romperse. Pero no lo permitiría...a pesar de que este se sentía pertenecerle a Shaka, ni a él le daría el derecho.

Sonrió con melancolía ante esa aseveración ¿No se supone el amor fuese diferente? ¿Qué no acaso cuando dices amar a alguien, este debería alegrarse al saberlo...?

Estaba tan inmerso en sus pensamientos que no había notado sus manos sangrando profusamente por tomar los trozos de vidrio de manera descuidada; contempló al caliente líquido resbalar con inusitada curiosidad, perdiéndose más y más en sus abstracciones a medida que se derramaba.

-"¿Sigo siendo aquel que salió del santuario? ¿O es acaso que, en mi necedad de despojarme de mi vida como caballero, he terminado también por despojarme de mi mismo...?"

...O...

En el restaurante...

Además, Shaka ¿es acaso esa la manera de tratar a los amigos y nuevos clientes?

Dijo Dohko levantándose de su lugar y acercándose al semidios, colocándole después un mano sobre el hombro, la cual fue vista con cierto desdén por el virgo, más que nada por su comentario mordaz.

-Tiene razón.-Dijo cerrando los ojos y esbozando una sonrisa socarrona.-Aun que no puede pedirme respeto después de haberme llamado idiota...

Se giró hacia él, viéndolo con los párpados entre cerrados. El aludido soltó un bufido de exasperación.

- ¡Por Athena Shaka! el rencor no le hace bien a nadie.

El castaño bromeó a la par que usaba la misma mano para darle una sonora palmada en la espalda, que hizo al virgo perder momentáneamente el equilibrio.

...O ...

En la cocina...

A Mu de pronto todo aquello por lo cual se encontraba en ese preciso lugar le pareció cuestionable: Su entusiasmo por conocer el mundo al lado del virgo, su decisión de despojarse de su cosmos para llevar una vida normal y de manera más fuerte y dolorosa, su amor por Shaka...

Los irises verdes brillaron con intensidad mientras su frente se arrugaba ante tales cavilaciones. Decidido, curó sus manos con su cosmos y después se dispuso a reparar con el mismo cada plato, acomodándolos con su telequinesis en el fregadero.

Luego de lavarlos el tibetano colocó el último sobre la pila que había formado con los mismos, soltando un sonoro suspiro.

-Por lo menos así no lo despedirán.-Susurró a la par que cerraba sus ojos y se limpiaba el sudor de la frente con el antebrazo, cansado por haber re activado su cosmos, aun que a su vez eso le había devuelto cierta vitalidad a su alma.

...O...

En el restaurante

-¿Todo bien señores? La voz a las espaldas de los ex caballeros les hizo girar la cabeza en sincronía, Shaka se quedó congelado en su lugar, impávido al notar que se trataba de Salim.

-Adivino por tu reacción que él es tu jefe...-Mencionó Dohko. Salim sonrió afablemente, mirando directamente al virgo.- ¿Son conocidos tuyos, Shaka?

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