This Town

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"Waking up to kiss you and nobody is there. The smell of your perfume still stuck in the air. It's hard..."

Los rayos del sol se infiltraban cada vez más por las cortinas, las cuales se balanceaban suavemente a causa del viento que corría fuera. En la cama grande, al centro de todo, un muchacho rubio dormía pacíficamente, ajeno al ajetreo que ya había en las transitadas calles de California. Su mano reposaba muy quieta sobre sus ojos, cubriendo la violenta luz que topaba de lleno en ellos, pero sabía que no podía dormir por mucho tiempo, y una vieja canción de "The eagles" que tenía como alarma resonó por la habitación haciendole entrar en razón.
El muchacho soltó un pequeño gruñido, y se giró de lado, tanteando por la cama en busca del cuerpo que siempre le proporcionaba seguridad, pero no estaba ahí, ya no más. El rubio abrió los ojos lentamente, y su color azul estaba apagado, el brillo que los caracterizaba ya no estaba ahí, y tampoco lo estaba el castaño al que tanto amaba. Podría jurar que su olor permanecía en las sabanas, en el baño, en la cocina, en todos lados, pero era mejor así, nadie lo entendería nunca, pero era mejor que hacerle más daño a Harry. Él rompió el pequeño y sensible corazón del ojiverde, pero Harry también rompió el suyo, después, y Niall tampoco pudo soportarlo.
El teléfono en la mesita de noche comenzó a vibrar, y la música de Stevie Wonder llegó a sus pequeños oídos. Esa era una canción que tenía exclusivamente para Harry, ya que era su cantante favorito. Niall estiró la mano sin muchas ganas, tomó el teléfono y en efecto, Harry estaba llamando.

一Hola, pet.

Dijo el rubio con cariño, aunque no hubiese ninguna señal de alegría en su voz. Habían pasado meses desde que Harry se había ido a Francia, a continuar sus estudios allá, y Niall aún seguía molesto con eso, y triste, pero sobretodo molesto, porque el ojiverde no le dijo sobre aquello, no había dicho adiós. El chico al otro lado de la linea aclaró su garganta, pues no esperaba que le llamase de aquella forma, tan especial, tan intima. Cuando Niall lo había dicho frente a los amigos de Harry, ellos se burlaron. Lo que no sabían era que "pet" lo usaban en Irlanda como "cariño" o "amor" en un mote. Pero Harry nunca los corrigió, le gustaba que nadie supiese el verdadero significado.

一Ni...

Susurró Harry, y su voz estaba rota, como si llevase llorando un buen rato, y quizás así era, porque su cara estaba algo pegajosa en las mejillas, pero quizá había tenido una brillante idea de usar una mascarilla de miel. Un sollozo salió del menor, y si, si estaba llorando, pero Niall no sabía por qué, lo que lo preocupaba.

一Harry, ¿sucede algo, cariño?

El ojiazul no podía evitar llamarlo así, y emplear ese tono tan dulce cuando debería estar gritándole, reprochándole el por qué lo dejó ahí, en California y se largó sin decir nada. Pero Harry había sido su novio desde años, habían pasado tantas cosas juntos que no podía ponerse así cuando sabía que lo necesitaba.
Y además, lo amaba, como nunca lo había hecho, y quería abrazarlo por la espalda, como hacían siempre, o que Harry se encorvara para esconderse en su cuello, porque a pesar de ser el menor, era el más alto, algo que llenaba de ternura a Niall.

一Te extraño...

Y era verdad, Harry lo hacía, desde el momento en el que puso un pie en aquel avión a París.

一Fui un tonto, lo siento.

Un nuevo sollozo, y el sonido de alguien levantándose, seguramente él.
Niall soltó un suspiro, no sabía que hacer, Harry, su Harry, había estado extrañandolo, aún lo amaba... pero Niall se sentía mal, porque Harry le había pedido matrimonio y el se negó, porque no estaba listo, la inseguridad lo invadía cada que tenía que pensar en ellos. No quería que el mundo hiriese a Harry por salir con un chico, y tampoco él quería sentirse lastimado. En sus 23 años de vida, Niall nunca había sentido atracción por ningún hombre, ni siquiera con Harry fue algo instantáneo, pero un día simplemente se dio cuenta, en Irlanda, y por eso ambos amaban aquel lugar.

一Entonces ven...

Susurró el rubio, y su voz sonaba como si estuviese a punto de llorar. Y como no, si el amor de su vida sufría a miles de kilómetros de él, con un mar separándolos.

一Harry, yo... Siento mucho lo que hice, ¿vale? No estaba listo, pero ahora si que estoy listo. Ven, casate conmigo. Tendremos dos hijos, les llamaremos Anne y Robert, porque me parecen nombres hermosos. Y adoptaremos también un gran perro al que le podremos llamar Gato, ¿no te parece irónico? Va perfecto con tus chistes malos. Y puedo trenzar tu cabello largo...

La risita congestionada al otro lado hizo que Niall frunciera el ceño, y Harry pudo imaginar perfectamente que lo estaba haciendo, como siempre.

一¿Puedo saber qué es tan gracioso?

一Bebé, me corté el cabello hace meses.

Murmuró el chico de cabellos rizados, y Niall pudo sentir la tensión en la voz de Harry antes de que hablase.

一Y no puedo ir a casarme contigo, estoy a mitad de curso. Pero tu si puedes venir y casarte conmigo, hay lugares hermosos en los que podemos hacer la ceremonia, puedo llamar al juez ya.

Niall rió entonces, porque no sabía como habían llegado a hablar de eso tan rápido, y porque Harry parecía estar más apurado que él en casarse. Una lágrima recorrió la mejilla del rubio, pero ya no era de tristeza, sino porque todo parecía estar igual que antes.




Niall cerró la puerta de la entrada con llave, aquella que había comprado con Harry cuando se mudaron allí, hace dos años. Todo parecía como si hubiese sido ayer, como si Harry nunca hubiese huido de su lado.
Subió las maletas al taxi, y también subió el, con una sonrisa. Iba a casarse con Harry.

"Everything comes back yo you..."

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⏰ Última actualización: Oct 11, 2016 ⏰

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