Maníaco de arruinarlo.

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Enero 25 del 2015

Simon

Me quedo observando la enorme puerta, con muchos sentimientos dando vueltas como una lavadora dentro de mí. Con tantos pensamientos que cruzaban mi mente en ese momento.
De repente, mis oídos captaron una hermosa melodía, y entonces supe que era hora de entrar. Me acerqué más hacia la entrada, donde una larga cortina blanca se mesía ligeramente por el viento de la noche. Es hora.

Atrabece la entrada con la frente en alto y tan, pero tan nerviosa, mientras seguía sonando "It's the Climb" de Miley Cyrus. La gente enseguida comenzó a aplaudir y gritar, podía hasta notar algunas lágrimas en algunas personas, pero no pude notar mucho más, ya que la emoción, nostalgia y nervios no me lo permitían.

Un sentimiento muy fuerte de "no puedo creer que ya tengo 16" se apoderó de mi, e inevitablemente un nudo en mi garganta, hizo que lágrimas comenzarán a brotar de mis ojos y se deslizaran por mis mejillas.
Enseguida mi familia, se adelantó a saludarme, y comencé a saludar a todos mis invitados. De la nada y entre la gente, aparece un chico bastante alto, con ojos oscuros y cabello castaño.. Jessica. Se encontraba con cara de "pareces una niña de 5 años" y cierta actitud de superioridad que siempre llevaba con el. Se acercó y por cortesía, le salude con un beso en la mejilla y un abrazo tan corto y desganado, que creo que nadie lo vio.

Alce la vista, y noté en su rostro, una mueca de... Risa?

-De que te ríes.- intenté interrogar, pero sonó a sentencia.
-Nada- alzó los hombros. -Solo que se te ha corrido todo el maquillaje y pareces un mapache ebrio.- Largó una fuerte carcajada.

Sera idiota.

Pero tenía razón y no queria espantar a nadie el día de mi fiesta.
Terminé de saludar a todos y me dirigí al baño, me retoque la cara, seque las lágrimas y salí.
Me costó sentarme con este vestido, pero al final, me acomodé en la mesa principal donde yacían todos mis mejores amigos.

- Amo_como_ te queda_ ese_ COLOR!!- gritó Vic con voz chillona. -es enserio, el color celeste claro te favorece!-

-Gracias Vic! Es mi favorito, que esperabas.- sonreí.

Vic, había sido mi mejor amiga desde el jardín de niños, nos conocimos un día en el que yo pensaba que era la única niña a la que no le gustaba tener todo rosa y veía anime en vez de Barbie todo el tiempo. Luego ella se sentó a mi lado y comenzamos a descubrir que nos gustaban las mismas cosas, salvo unas que otras, como estar loca por defender a los animales y tener un zoológico en casa. Esa es Vic, y la adoro como es, además, cumplimos años el mismo día y desde que lo supimos, decidimos ser gemelas por siempre.

-No puedo creer que estamos creciendo!- puchereo mi amiga con ojos llorosos.

-Lo sé, yo tampoco pero.. ya deja de hacerme llorar o voy a parecer un mapache de nuevo!!- La regañé.

-Lo sé, lo se, lo siento.- sonrió rodando los ojos.

Sirvieron la comida en la mesa, un mozo guapo se me acercó.

-Discúlpame, quieres que te traiga alguna bebida en especial?- pregunto con un gran sonrisa.

Lo que faltaba, un mozo dios griego. Okay respóndele con gracia.

-Emm si! digo, no!- cuanta gracia por dios.- No, esta bien la que tengo está bién graci...- Me trabe al sentir algo caliente de repente. Mire mi escote.

Carajo!

Alguien me tiró una albóndiga. Y cayó JUSTO EN MI ESCOTE!!
Mire al mozo que tenía una cara de entre reírse y nervioso.

Que vergüenza Simon.

Escuche una carcajada provenir de la mesa de al lado. Jessi. Podía verlo mirándome con la cara morada de la risa.

Ya te estoy matando.

El mozo se dió cuenta de que no tenía nada que hacer allí y se retiró cabizbajo. Me levanté llena de ira y me dirigí hacia el baño, tomé mucho papel, y quite la albóndigas traviesa, me limpié y agradecí que no se manchó el vestido.
Me miré al espejo, estaba tan furiosa, que mi cara estaba roja y caliente. Salí del baño en dirección al culpable de todo.

-Eres estúpido o tragaste agua de mar??- lo fulminé con mi dulce mirada. -Es mi fiesta y no voy a dejar que la arruines unineuronal!- grité seca.

-Oye oye, cálmate- reía y levantaba las manos como si fuera inocente.

Que me calme!??

-Que me calme un tomate!!- sentía que aumentaba mi enojo, encima tenía la caradurez de reírse en mi cara.

La mesa de detrás de mí, comenzó a reir. Me voltee y los miré.

-De que se ríen?- que alguien me de una pala, porque no encuentro el chiste.
La mesa que ahora se encontraba detrás, también reía.

Pero que les pasa a todos?

De un momento a otro, casi todos se estaban riendo. Hasta los que estaban sentados al lado de Jessi, y por supuesto que el mismísimo Jessi.
Me giraba a todos lados, no entendía nada. Mi madre se acercó a mí y me acarició los hombros.

-Cielo...e .. espera un segundo- miro detrás de mi espalda, despegó lo que parecía ser un papel, un papel bastante grande en el cual se leía "No traigo ropa interior puesta" con Negro y grande.

Hasta aquí.

-Tu te lo buscaste.- dije y tomé su plato con albóndigas y salsa y se lo tiré por la cabeza.
Miró con cara de sorprendido. Gruñó. -Eres tonta o te haces?- yo sonreí con victoria, pero seguía furiosa.
El puso mueca de indignación y acto seguido, tomó un vaso con agua y me lo echó en la cara.

No pierdas los estribos Simon, no los pierdas.

-IDIOTA!!- oh si, no pierdas los estribos.- acto seguido, me abalance sobre el tirándonos a ambos al suelo y comencé a darle cachetadas. Me tomó las muñecas para que ya no lo golpeara.

-LOCA! ESTAS LOCA!!- dimos vueltas por el piso y ahora el esta aplastándome. Me zafe una mano y le Garré el cabello. Gritó.

-Sueltame desquiciada!!- agarró mi cabello y comenzó a tirar.
Era tal la bronca que tenía, que no me había dado cuenta de que todos los presentes, nos estaban observando.

-Sueltame tu! Arruinaste mi fiesta! Siempre me arruinas todo!-

Nuestros padres, nos separaron. Todos miraban el escándalo. Tenía ganas de llorar, pero no iba  a hacerlo, ya demasiadas chiquilinadas. Tome una servilleta y me seque la cara.
Mi madre me tranquilizó y Nicolas, regañaba a su hijo por lo que había causado.

La fiesta continuo normal, luego del papelón. Durante todo el período de la comida, Jessi, estuvo sentado con sus padres.
La fiesta acabó, y a pesar de todo, la pasé muy bién. Una vez cargadas las cosas en el auto, subí yo y me quedé esperando que mis padres y los Di Prescot, salieran del salón. Me recargue en la ventana y baje el vidrio.

-Adiós desquiciada.- "saludó" Jessica.

-Idiota- sólo dije yo.

¡No cruces esa línea!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora