Capitulo 2.

16 2 0
                                    


NIALL

-¡¿Qué se supone que estáis haciendo?!-Lucho descontroladamente por soltarme.- ¡Dejarme despedirme! ¡No me puedo ir sin despedirme!

Los agentes de la paz me agarraban con fuerza.

Seguí gritando hasta que me apuntaron con una pistola en la sien.

Abrieron una puerta a mi espalda.

-Entra, chaval.-Me dijo uno de ellos.

Tenía la voz ronca y parecía viejo. Pero por culpa de esos horribles cascos que solían llevar, no pude verle la cara.

Obedecí al instante.

Entré lentamente.

-En diez minutos volveremos a por ti.-Dice el otro agente.

-¡Espera! Primero quiero...

Pero cerraron la puerta en mi cara.

-Despedirme de mi familia...-Terminé la frase.

Miré a mí alrededor.

Es un lujoso salón.

Nunca había entrado en el edificio de la justicia, pero no tenía ni idea de que había salas así.

Supongo que serán para nosotros, los tributos.

Me pregunto si a Selena también la han metido en una sala como esta.

En el centro de la sala había un sofá de color rojo apagado y dos butacas frente a él del mismo color.

Delante del sofá hay una mesa donde se deposita un jarrón con una flor que nunca he visto.

Suspiré y me senté en el sofá.

Tenía un tacto muy suave... Parecía terciopelo.

Pocas veces había visto terciopelo.

Pero estaba casi seguro de que lo era.

Apoyé los codos en las rodillas y esperé.

Aún estaba temblando.

Parecía mentira que en pocas horas, mi vida hubiera cambiado tanto.

Pretendía ser ingeniero en el futuro.

Pero ahora sé que no habrá futuro.

Porque voy a morir.

Hundí las manos en mi pelo e intenté pensar una forma de salir de esta.

Pero estaba claro que no la había.

Iba a morir.

Y mis padres y mi hermano lo verían televisado.

De repente, la puerta se abrió, y mi familia entró en la sala.

Entonces me derrumbé.

Hundí el rostro en el hombro de mi madre.

No quiero que mi hermano me vea llorar.

-Niall...-Solloza mi madre.-E... Eres fuerte e inteligente, podrás salir de esta. Tú entrénate y... Escóndete cuando llegues a la arena.... No vayas a la

Cornucopia... ¡Oh, Niall! ¡Tienes que sobrevivir!

Y en ese instante es cuando lloré.

Noté la mano de mi padre en mi hombro.

Levanto la cabeza y lo miro, con lágrimas en los ojos.

-Campeón... ¿Te acuerdas cuando te enseñé a crear un campo de minas? En ese momento odiaste la idea; pero eso puede salvarte. Usa todo lo que sabes hacer en la arena. Sé que puedes hacerlo, Niall.

-Pero no encontraré el material que me hace falta...

-Los patrocinadores pueden proporcionártelo.-Susurra mi hermano.

Nos miramos un momento antes de fundirnos en un abrazo.

Se que está llorando cuando siento mojado mi hombro.

-Se acabó el tiempo.-Dice el agente de la paz de la voz ronca.

-Greg...-Le digo a mi hermano mayor.-Cuida de mamá.

Asiente y después de otra dura despedida; se van de la sala.

-Limpia esas lágrimas.-Dice el agente.-Nos vamos a la estación, y estará repleto de periodistas. No querrás que todo Panem te vea llorar. ¿No?

-Ya me da igual.-Dije, con fastidio.

-Pues vamos.-Dijo haciendo un gesto para que saliera de la habitación.

Como había dicho, la estación estaba a rebosar de gente.

Los agentes de la paz apartaban a los periodistas que no paraban de preguntarme cosas.

Yo bajé la cabeza.

-¿Te crees preparado para representar al distrito 3?

-¿Tienes amistad con el tributo femenino?

-¿Este año tenéis símbolo?

-¿Piensas ganar los juegos?

Bajaba la cabeza e ignoraba esas preguntas.

Pero la respuesta a todas las preguntas es la misma.

No.

No me consideraba preparado para representar a mi distrito.

No conocí a Selena hasta la cosecha.

No tengo voluntad para buscar un símbolo.

No, rotundamente sé que voy a perder los juegos.

Y voy a morir.

HUNGER GAMES ( 1D FANFIC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora