HUNGER GAMES ( 1D FANFIC)

Capítulo 4.

LIAM
Eran las tres de la mañana cuando empecé a oír llantos y gritos.

Al principio creía que era mi imaginación; pero luego se hicieron tan fuertes que fue difícil ignorarlos.

Me levanté de la cama y salí al pasillo del tren.

Los sollozos salían de la habitación de Alison.

La niña no había parado de llorar desde el día de la cosecha.

Me da mucha pena.

Me parece una crueldad obligar a una niña de 12 años a participar en los Juegos.

Pero no soy es más indicado para hablar.

Ya que me presenté voluntario.

Llamé a la puerta de Alison.

De repente dejó de llorar.

Se quedó un momento en silencio.

-¿Quién es?-Susurra.

-Alison, soy yo, Liam.-Dije en el mismo tono.

Se quedó en silencio de nuevo.

-Entra.-Dice, más tarde.

Abro la puerta lentamente.

La veo acurrucada en su cama con un camisón rosa y dos coletas en su pelo color caoba.

Las coletas le daban un aire aún más infantil.

Me rompía el corazón verla llorar.

-Bruno Mars está borracho de nuevo.-Me informa, mientras se limpia las lágrimas.

-¿Es él el que gritaba?

-Sí. Está rompiendo cosas e insultando al Capitolio.

-Hay que ver que mentor más malo nos ha tocado.

-Me da igual, voy a morir.-Dice antes de comenzar a sollozar de nuevo.

No sé muy bien que hacer en estes casos.

Cuando una chica llora, no se qué hacer.

¿Consolarla?

¿Abrazarla?

¿Limpiarle las lágrimas?

No se lo que hay que hacer.

Yo cuando estoy triste quiero estar solo; pero no creo que Alison quiera estar más sola de lo que se siente.

Me senté al lado de ella y le di palmadas en la cabeza.

Soy pésimo en esto.

-Liam.

-¿Qué ocurre?

-¿Porqué te presentaste voluntario?

Me quedé en silencio. Era algo muy personal que nunca le había contado a nadie. Solo a Josh; mi mejor amigo.

Pero puede que eso le calmase.

-Es una historia muy larga.

-Tenemos tiempo.

Sonreí.

Está bien.

-Todo empezó con una chica preciosa llamada Karen; que estaba sobreprotegida por su padre. Karen tenía 16 años. Sus padres eran muy apreciados en el distrito, ya que su trabajo de modistas era uno de los mejores del 2. Pero un día Karen se cansó de su sobreprotección. Y se fue de casa. Mientras caminaba cerca del Hueso...