Capítulo 18.

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NIALL

Me desperté gritando, asustado y lleno de sudor.

Acababa de tener una pesadilla sobre los Juegos.

"Tranquilo, Niall" Pensaba. "Solo es una pesadilla."

Pero luego miré a mi alrededor y recordé que no estaba en casa.

Estaba en el Capitolio.

Y mañana mis pesadillas se harán realidad.

Sé que tengo que descansar para mañana tener la máxima energía posible, pero no puedo.

No sin tener pesadillas.

Me dirijo al baño, donde tomo una ducha fría.

Luego vuelvo a mi habitación y en el menú pido mucha comida.

Puede que mañana no encuentre comida y pase hambre.

Tengo que comer todo lo que pueda.

Mientras me como un filete de ternera, recuerdo lo sucedido hace varios días.

Selena y yo volamos la barrera de protección.

Al pensar en eso siento una mezcla de miedo y adrenalina.

Adrenalina por haber desafiado al Capitolio, y miedo, de que sepan que hemos sido nosotros y que nos corten la lengua y nos obliguen a convertirnos en avox.

Pero ha estado bien desafiar al Capitolio.

Aunque solo haya sido con algo tan insignificante.

Creo que piensan que ha sido un simple fallo técnico.

Por un lado, así estamos seguros, pero por otro me gustaría que supieran que yo, un adolescente de distrito 3, he podido desafiar, por unos momentos, al mandato del Capitolio.

Acabo de comer mi filete y cuando iba a pedir otra cosa llaman a mi puerta.

-¿Quién es?-Susurro.

-Soy yo, Selena.-Dice en el mismo tono de voz.-¿Puedo entrar?

Me levanté de mi cama y abrí la puerta.

-Hola.-Me saludó desde el otro lado.-No podía dormir. Y escuché ruidos en tu habitación y pensé...

-Claro. Entra.

Nos sentamos los dos en la cama y nos quedamos en silencio.

-Mañana...-Empieza ella.

-Lo sé.

-No quiero matarte, Niall.-Me mira con esos ojos castaños.-Ni quiero que tu me mates a mi. Eres una de las personas más fascinantes que he conocido. Y en estas dos semanas el único apoyo que tenía para seguir adelante era tu compañía. Yo...

La miré a los ojos.

-Si todo hubiera sido diferente...-Me susurra.

-Pero no lo ha sido.

-Me gustaría haberte conocido cuando estábamos en el distrito 3.

-Pero no nos conocimos.

Dejó escapar un ruido, una mezcla entre un bufido y una risa sarcástica.

-¿Porqué te comportas como un gilipollas? Esta es la última noche que podemos hablar sin presión. Que podemos hablar de lo que sentimos. Que podemos hablar de nosotros. Que podemos...

-No es buena idea.-La detengo.-Selena, mañana nos lanzarán a la arena. Dentro de unas horas puede que estés intentando clavarme un puñal en la garganta. Creo que no es buena idea hablar.

Me dirige una mirada dura, fría y que en el fondo, noto un poco de dolor.

-Pues entonces no hay nada de lo que hablar.-Dice fríamente. Se levanta de la cama y se dirige a la puerta, yo la sigo, sin saber que decir.-Buenas noches, Horan.-Le tiembla la voz, y veo las lágrimas conteniéndose en sus ojos.-Buena suerte en la arena.

Después de eso, cierra de un portazo.

Me quedo mirando a la puerta, como un idiota, sin saber que hacer.

-Soy un imbécil...-Susurro antes de apoyarme con la espalda en el marco de esta. Resoplo y hundo las manos en mi pelo, como hiciera el día de la cosecha.

Lo acabo de fastidiar.

Todo.

Como hago siempre.



HUNGER GAMES ( 1D FANFIC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora