El Chico De Mis Sueños.

Capítulo 6

-¿Qué pasó aquí? ¿Que es éste líquido rosa? - pregunté histérica a mis dos compañeros de trabajo, Gianna y Noha.

-Popo Lily, es popo- dijo sarcásticamente Noha, al mismo tiempo que rodaba los ojos.

-Lo digo en serio.

-Verás... - comenzó Gianna

Gianna's POV

20 minutos antes

Salí del autobús y me dirigí hacia el local, saque las llaves pero aparentemente alguien se me adelantó y abrió más temprano, porque el cartel open estaba puesto. Lo primero que vi al entrar fue al descerebrado de mi compañero de trabajo bailando mientras cortaba fruta.

-Si no dejas de bailar así - hice un gesto con las manos- te encajarás ese cuchillo en la cara.

-Espera, ¿Es real lo que escuché? ¿Tu preocupandote por mi? Tengo que grabar esto para un futuro- sacó su celular y apunto hacia mi cara.

-Apaga eso y no, no me preocupo por ti, solo no quiero que dejes tu sangre regada por todo el piso- mentira.

-Sé que estas enamorada de mi en secreto- se cruzó de brazos

-¿Yo? ¿Enamorada de ti? Claro que no- mentira, otra vez.

-Algún día lo admitirás, mientras tanto, ¿puedes traerme las fresas del congelador, rayo de sol? - dijo con una sonrisa. Maldito.

Fui hasta la cocina y busqué las fresas, las tomé, salí de la cocina, se las aventé a la cara, volví a la cocina y saqué un poco de helado. Me estaba sirviendo un poco y cuando deje la cuchara en el lavaplatos vi la tapa de la licuadora, salí para decirle que había olvidado la tapa pero ya era demasiado tarde. El lugar se lleno de una mezcla rosa muy espesa a decir verdad.

Noha volteó a verme y empezamos a reír.

-Que conste que tu limpiarlas esto- dije con mi mejor cara de seriedad.
Fin del POV

-Y así es como terminamos como pitufos rosas- terminó Gianna.

-¿Los pitufos no son azules? - preguntó Dylan.

-Si, es por eso que dije pitufos rosas

-Recuerdo que siempre pensé que los pitufos eran del diab..

-Haber señoritas van a quedarse aquí paradotas platicando o me van a ayudar a limpiar- interrumpí a Noha.

-¿Nos acabas de llamar señoritas?- pregunto confundido Dylan.

-Si, supéralo- finalicé para empezar a limpiar de una vez por todas.
***
Terminamos de limpiar exactamente dos minutos antes de la hora en la que se abre el local y para nuestra suerte, el gerente llegó 5 minutos después de lo habitual, si supiera como estaba el local probablemente nos hubiera despedido en ese mismo instante.

-Oye, ¿Has visto a Austin? - le pregunte a Dylan.

-No, lo llamaré, espera- sacó su celular y empezó a marcar al número de Austin- Hey, ¿Donde estás?.

Mientras el seguía conversando con Austin, atendí a una pequeña niña, bueno no tan pequeña, preguntando por pizza, solo que hay un pequeño problema:

-No vendemos pizzas cariño- le dije con un tono tan amable que ni siquiera yo sabía que tenía.

-Pe-pero yo quería una pizza- cuando dijo eso ya tenia una lágrima rodando por su mejilla.

-¿Y que hay sobre una dona? ¿Te gustan las donas? - Sonreí mostrando todos mis dientes tratando de evitar que llore. Si ella llora, también lo haría yo.