Capítulo 3

41 10 0
                                    

Narra Becky

Algún día iba a matar a April. Lo juro por mi colección de vinilos.

Hace unos meses un borracho destrozó mi coche, se dio a la fuga y el seguro no me quiso pagar los gastos de reparación así que ahora tengo que trabajar para poder pagarlo yo y claro, April es la única que me puede llevar ya que trabajamos en el mismo centro comercial.

Supongo que pensaréis que es lo mejor ir cada día a trabajar con tu mejor amiga pero es que se hace insoportable algunas veces, de verdad. Y más si se ha fijado en un chico que no se sabe si alguna vez le va a volver a ver.

Me gusta ser puntual. Es más, odio llegar tarde pero me estreso muy rápidamente y el no tener coche me estresa aún más porqué tengo que salir antes de casa y no me da tiempo a hacer las cosas con calma así que me estreso aún más y bueno, termino llegando tarde.

Hoy, por suerte, me habían dado fiesta por alguna razón que sigo sin conocer pero si me dan fiesta oye, hay que aprovecharlo. Así que pude dormir un rato más pero me terminé levantando porqué mi madre se fue a trabajar y no me gusta dormir estando sola en casa.

Me levanté de la cama e hice todo lo que haría normalmente para ir a trabajar, solo que más relajada. Así que en vez de una ducha me di un baño, desayuné tranquilamente mirando vídeos de YouTube y me volví a mi habitación a procrastinar. Al ser verano ya y al haber terminado el instituto tenía que hacer limpieza de los libros, apuntes y de todo pero siempre lo dejaba para después, cómo ahora.

¿Es que qué persona quiere hacer limpieza de algo escolar empezando el verano? Pues obviamente que nadie, ya si eso una semana antes de que se terminase el verano.

Luego de estar tumbada en mi cama mirando a la nada, y aburriéndome, decidí ponerme a tocar un rato. Así que me puse unos zapatos y salí al jardín trasero dónde tenía el cobertizo que estábamos arreglando para poder practicar aquí ya que era grande y mis padres no lo usaban. Aquí tengo mi batería electrónica y en casa de April la normal ya que para hacer un ensayo de grupo me va mejor esa porqué tengo más toms y esta es más para ensayar yo sola cuando me aburro. 

Conecté la música en los altavoces y empecé a tocar al ritmo de la música que sonaba; es algo que me gusta hacer. Luego de cinco canciones la música paró y el tono de llamada empezó a sonar: era Morgan.

—Becky hablando, ¿qué quieres?  —dije nada más al coger la llamada de Morgan.

—Nada es que me aburría mucho y como sé que hoy te dieron fiesta quería decirte si te apetece quedar para ensayar o algo.

—Pues ahora mismo estaba tocando un poco, ¿te apetece venir y arreglamos un poco esto? Cómo antes lo tengamos arreglado más vídeos podremos subir en YouTube —le ofrecí.

—Vale. ¿Pues entonces me llevo las cajas? 

—Sí, seguramente hoy ya podremos ponerlo.

Unos veinte minutos más tarde Morgan llegó y nos pusimos manos a la obra.


(...)

—Estoy agotada no, lo siguiente —dijo Morgan tirándose a uno de los sofás que acabábamos de mover. 

—Yo también pero creo que ha valido la pena.

Nos pasamos como hora y media moviendo muebles, ya que al insonorizar las paredes y pintarlas tuvimos que mover todo, y también empezamos a decorar un poco. La verdad es que estaba quedando muy bonito y muy acogedor.

—Cuando lleguen las luces las podríamos poner en esa esquina —propuso y concordé con ella.

—Tengo unas ganas de que lleguen los equipos de grabación que pedimos y terminar de ponerlo todo a su sitio... ¡Por fin tendremos un lugar y unos equipos como dios manda!

—A ver si con el dinero que nos den en el Galaxy podemos comprar el último pie de micro que nos falta.

—Hablando del Galaxy —dije—. ¿Tú no estás nerviosa?

—¡Obviamente que lo estoy! Si te dijese que no estaría mintiendo.

—Además que viene ese chico... Cómo se llamaba? ¿Albert? ¿August? ¡Ah no calla! Alex —dije moviendo las cejas por lo que Morgan me miró mal.

 —Ya te dije que es sólo un amigo.

—Pero si le acabas de conocer.

—Bueno, pues entonces es un conocido.

—Pero es un conocido que te lo vas a ligar.

—¡Becky! 

—Sólo digo la verdad —dije encogiéndome de hombros.

—Primero prefiero que seamos amigos.

—¡Dijiste primero! Eso significa que quieres que haya más cosas...

—Dios, a veces odio que te fijes tanto en lo que digo.

—Lo sé, no es la primera vez que me lo dices.  


(...) 

Morgan se tuvo que ir y aún quedaba una hora para que mis padres volviesen de trabajar así que decidí llamar Carrie pero no me contestó.

—Seguro y que está en la peluquería o en el spa —dije en voz alta para mí misma.

Como que no tenía nada que hacer busqué mi cámara vieja y me puse a mirar los vídeos que hace tan sólo unos años atrás había grabado.

Siempre me ha interesado mucho todo esto de grabar y hacer películas pero también estaba interesada por la música así que cuando decidimos montar una banda dejé esto de lado, aunque soy la que edita todos los vídeos que son subidos a nuestra cuenta.

Miré algunos vídeos sueltos recordando esos buenos tiempos en que yo y mi hermano mayor hacíamos pequeñas películas, un poco cutres para ser sinceros, antes de que él entrase a la Universidad y dejase de jugar conmigo. Supongo que quiso madurar un poco.

—¡Estoy en casa! —dijo mi padre desde abajo.

—¡Ya vengo! —le grité desde mi cuarto apagando la cámara y dejándola en el cajón que hacía años que estaba guardada. Cerré el cajón con llave y me fui a la cocina dónde estaba mi padre haciendo la comida.


Perfect StrangersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora