A la tia Isabel.
Que ya sé porqué no me contestabas, que ya sé porqué no tenía señales de ti. Ahora lo entiendo todo.
A ti, tia Isabel.
Que has sido el motivo de mi esperanza este último año. Que yo me preguntaba por qué no enviabas respuesta. A mi queridísima tia:
Que cuando he entrado en casa y no estabas, la policía me ha dicho que habías fallecido hace ya un año y medio. Nada más irme a la prisión de París, falleciste. Me da igual si fue un ataque al corazón, si fue por tu edad o por cualquier tontería. Me da igual.
Yo sólo te quería decir Gracias, por haberme ayudado a no suicidarme cuando pensaba que nadie me quería, porque he hecho una gran azaña solo con la esperanza de verte. Solo, GRACIAS.
Sé que no leerás esto, pero no sabía como expresar todo el dolor que siento.
Ay, tia Isabel. ¿Y yo ahora qué haré con mi francés? ¿Qué haré con todo lo que había planeado para hacer contigo? ¿Qué haré yo sin alguien que me quiera? De todos modos, nunca te olvidaré. Gracias.
Desde lo más profundo de mi corazón,
Te quiere, Amy.
ESTÁS LEYENDO
Te quiere, Amy.
Short StoryPara la tia Isabel. Desde la cárcel de París, recorriendo toda Francia, escribo mi viaje de fugitiva a la tia Isabel, la única persona que sé que me quiere. Esperando que te guste esta mini-historia que se lee en una tarde.
