Capitulo 5

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Decir que el momento era incomodo era decir poco. Greyback deseó   desaparecer desde el mismo momento en que entró. En el doce de Grimmauld place estaban reunidos Harry y sus amigos. El ojiverde le había pedido que fuera.

Ron le lanzó un expeliarmus apenas cruzó la puerta. Completamente asustado de verlo ahí. Tardó un buen rato en calmarse hasta que Harry le ordenó que se tranquilizara.

Sin embargo lo que lo ponía mas nervioso era el ambiente en aquella reunión. Demaciada camaradería, demaciado fraternalismo.

Él no estaba acostumbrado a eso. No estaba acostumbrado a recibir sonrisas que, aunque nerviosas, eran amables.

A lo que si estaba acostumbrado era a las miradas hostiles de Bill Weasley que estaba tambien ahí. Y eso de alguna forma le hacía sentir mas tranquilo.

Pronto se vio rodeado por Pansy, Harry, Hermione, por otros dos que no lograba reconocer. Los Weasley permanecían mas alejados.  Uno con mirada asesina y el otro con mirada recelosa y suspicaz.

Harry podía sentir la inquietud de Fenrir, y aunque le divertía tenía que calmarlo. No sabía como era Greyback si se descontrolaba.  

Tranquilo, ninguno te hará daño- ironizó el ojiverde- relajate.

¿Para qué me pediste venir? - preguntó ansioso de recibir respuesta. Su estatus no le permitía exigirle a Harry pero su tono era casi de suplica así que el pelinegro decidió darle lo que quería.

Ahora eres de los nuestros- Harry hizo una mueca - aunque no se muy bien que bando somos. Si de los licántropos que son buenos o de los que son buenos siendo licántropos.

Todos los reunidos se le quedaron viendo pero solo Hermione habló - ¿eso fue un chiste?... si es así, déjame decirte que fue pésimo.

Como sea, eres de los nuestros. Además ella quería hablar contigo- se refirió a Hermione quien sonrió algo nerviosa.

Sobre qué?

Bueno... - se aclaró la garganta al notar la vista del mayor sobre ella- la verdad tengo curiosidad- comenzó valientemente directa, como la Gryffindor que fue y seguía siendo- me imagino que tú, como antiguo sirviente de Voldemort, habrás escuchado algo sobre la nueva profecía.

Una leve sonrisa se dibujó en el rostro de Fenrir- quieres saber lo que sé de ella. ¿Que me darás a cambio, hermosa?

Pansy le gruñó poniendo su brazo pocesivamente sobre los hombros de la castaña.

¡Basta! - habló Harry, señaló a Parkinson- tú, tranquilizate y tú, deja de provocarle y responde.

Fenrir hizo una mueca de hastío y bufó- era broma... ¿Qué quieres  saber exactamente?

¡Todo!- había emoción en su voz lo que hizo sonreír a todos los presentes pues sabían lo mucho que amaba aprender. Aunque en este caso era mas bien enterarse.

No hay mucho que decir solo que Voldemort estaba muy interesado en encontrar al alfa de la profecía, por eso creó una alianza con los tres clanes mas fuertes. Sabía que de uno de ellos saldría. Planeaba crear mas lycans, estaba seguro que uno de esos niños sería- informo lo que ya sabían.

¿Estás rimando? - se río Harry.

¿Que pasó con los clanes?- preguntó ella ignorando lo dicho por el ojiverde.

Greyback se río e hizo un gesto de diverción- si existe alguno aún, no es ni remotamente fuerte. Despues de que Voldemort perdió nuevamente su poder, los clanes comenzaron a pelear entre si. Para ver cual de ellos era mas fuerte, ese sería el que tendría a aquel alfa. La idea de Voldemort era demaciado atrayente. Los licántropos son, somos, demaciado inestables aun como hombres, cuando el deseo de algo se apodera de nosostros no hay cosa que nos haga entrar en razón. Todos deseaban ese poder del que tanto hablaban. Los alfas de bajo rango se rebelaron contra los lideres. Asesinaron a los mas fuertes a traición... Quedaron solo unos pocos. El licántropo que traería al alfa está muerto y es por eso que Voldemort no ha hecho nada, ha perdido ese elemento- se recargó con satisfacción en el sofá- quizás haya un clan, pero es pequeño y solo de alfas de bajo rango, probablemente los que quedaron de todos los clanes juntos.

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