Instinto

Capitulo 13

Hola, primero que nada me disculpo por no actualizar en tanto tiempo. Este es el capítulo final.  Espero les guste.

La familia Potter seguía creciendo. Aedin dio a luz a una pequeña niña de aspecto débil pero de fuerte presencia. Velkan y su adorada esposa decidieron llamarla Amairany. Sin saber a ciencia cierta de dónde había venido ese nombre y sin embargo parecía ir acordé a la pequeña.

Amairany resultó ser una niña bastante curiosa y ese día de no era la excepción. Por eso se encontraba sobre la cama entre sus padres.

¿Porqué luna está tan roja hoy?- la vocesilla curiosa e inocente  de Amairany despertó a Velkan. Aedin se removió a su lado somñolienta y con una sonrisa. Esperando a escuchar la respuesta que su alfa daría a su pequeña.

Velkan frunció el ceño, miró la ventana y fuera la luna. Despues volvió la vista a Amy con el mismo gesto en el rostro, dispuesto a dar una explicación sencilla y convincente- se ve roja porque...

¿Es cierto que es por la sangre que los hijos de la luna han derramado?- le interrumpió la pequeña sin dejar de ver hacia la ventana. La luna esa noche se notaba especialmente más grande y brillante. Con un aro rojiso a su alrededor- tio Jador dijo eso.  ¿Es cierto eso, padre?

No había temor en su voz, su mirada refleja algo más que la curiosidad.

No, hija mía, es solo un fenomeno natural que acurre cada tantos años. Se llama luna de...

¡Lo sabía, padre!- la pequeña de seis años bajó de la cama de un salto y a paso veloz salió de la habitación. Seguro a buscar a Jador para contradecirle.

Aún está oscuro- informó Velkan a su bella esposa- ¿acaso no duerme?- preguntó sonriente y quedándose con su sencilla y convincente explicación.

Amy tenía como costumbre despertarle así. En especial las noches de Luna llena. La pequeña no se transformaba aún, pero había algo en ella, en su mirada. Sus pupilas se dilataban y luego pasaban a ser las de un lobo.

Veía las cosa de manera diferente, su comportamiento no siempre era el de una niña de seis. Tenía una extraña habilidad para controlar a otras criaturas, incluyendo magos o brujas. Casi como si las pusiera bajo un imperio. Habilidad que esos días parecía haberse incrementado, No sólo ella, también los demás licantropos tenían comportamientos extraños.

Hermione se había desvelado tratando de averiguar el porqué, sin éxito alguno. Simplemente aceptaban el hecho así sin más.

Una o dos veces al mes, Harry y su familia paseaban por el bosque. Poco a poco se les unían más licántropos, clanes enteros. Al sentir cerca al Alfa ellos acudían, como espectadores, como amigos o cómo protectores.

A veces entre juego y juego, hacían demostraciones de poder y liderazgo. Harry observaba con atención para decidir a quien y que tipo de trabajo pedirle. Pintaba a ser un encuentro entre lycans de lo más normal, o no.   

De entre los clanes del norte. De los clanes más pequeños, un grupo de lycans en su mayoría jóvenes osó a retar al Alfa. Parece ser que las actitudes de superioridad también se habían incrementado. Harry llevaba en brazos a Camil, su adorada nieta. Se la entregó a Draco quien le sonrió con complicidad. El silencio se hizo notar. Cualquier otra actividad que estuviera llevándose a cabo se detuvo.

Era difícil creer que alguien se atreviera a enfrentarse a Harry, o siquiera a retarlo. Pero ahí estaba, un clan relativamente pequeño obviamente  con deseos de poder y grandesa. Del mismo clan, seis jóvenes se adelantaron y que a comparación del ojiverde o de cualquier miembro del consejo eran torpes e inexpertos. Aún así Harry aceptó el reto de uno de ellos como el buen Alfa que era. Si eran mejores que él, entonces debían demostrarlo.