- Creo que cometí un error al enseñarte esto - murmuró Sans, intentando mantenerse firme. Frisk no hizo el esfuerzo de apartarse, no todavía. La sensación de su calor la embriagó, respirando el aroma de su camiseta. Conocía bien ese lugar, muchas veces se había refugiado en él de niña, pero había pasado tiempo,y ambos habían cambiado. El refugio seguro y calmante, ahora era un lugar que producía llamas en su piel y aceleración de sus latidos.
El monstruo se mantuvo en silencio, centrándose en controlar su respiración. Sabía que Frisk podía notar la agitación de su pecho, tal como estaba; aun así, le fue imposible reunir la suficiente determinación para apartarla de sí.
- Frisk... no estoy solo - dijo él, tras unos minutos de concentración. Ella alzó el rostro para ver la incomodidad de él. Luego miró hacia la sala, donde poco después apareció Mary, portando una bandeja con snacks.
¿Qué hacía ella ahí?
Frisk se apartó antes de que la rubia pudiera notar su presencia, la cual según su impresión, no fue muy bienvenida. Pero la evidencia apenas duró un segundo antes de que una sonrisa cubriera el rostro angelical de Mary.
- ¡Frisk! ¡Qué sorpresa! - dijo mientras se acercaba a ellos tras dejar la bandeja y coger las manos de la otra. Sans se apartó un poco más, dejando espacio para que se saludaran entre ellas.
- Eh... si, sólo vine a por unas cosas urgentes - mintió, correspondiendo la sonrisa al tiempo que pasaba al salón. - ¿Noche de pelis? - quiso romper el hielo, puesto que nadie más que ellos estaban esa noche. Era incómodo, no quería pensar en nada extraño.
- No, No... He estado pasando estos días en Snowdin; vi las luces encendidas y se me ocurrió hacer una visita. Sans cuida poco de sí mismo cuando no está Papyrus así que...ellos me ayudan mucho cuando los necesito, lo menos que puedo hacer es preparar algo de comer - comentó riendo con ánimo mientras se sentaba en el sillón.
Como si fuera su propia casa.
Frisk notó celos, pero intentó reprimirlos. No tenía derecho a ser la única humana amiga de ellos, ni tampoco quería serlo... pero...
Sabía que Mary tenía otras intenciones. Las mismas que ella, probablemente.
Sonrió, un poco incómoda.
Tenía que pensar en alguna excusa para haber venido y para marcharse. La idea de dejarlos solos no la entusiasmaba, pero tampoco se sentía con las mismas ganas de estar en esa casa junto a ellos dos. No se encontraba en condiciones de mantener las apariencias después del entrenamiento de aquel día.
Tragándose sus quejas, Frisk mantuvo la conversación unos minutos más antes de dirigirse a Sans, quien estaba bastante concentrado en el bote de ketchup que sostenía en sus manos, sin moverse del sillón apartado.
ESTÁS LEYENDO
Not Love (Frisk x Sans)
RomanceTras la caída de la barrera del Monte Ebott, los monstruos conviven en paz con los humanos gracias a los esfuerzos entre ambos bandos. Hasta ahora. ...