Not Love (Frisk x Sans)

El té de fresa

- SEGURO QUE TE CAERÁN BIEN – dijo con entusiasmo, volviendo a su trabajo de hilar la gran capa que llevaría su traje. Sans les observó en silencio, tomando perezosamente algunas telas que pertenecían a su supuesto disfraz de gánster. Los nuevos amigos de su hermano resultaron ser humanos, y de la edad de Frisk. Eran de los pocos que se habían mudado al Underground con sus famílias, Papyrus relató cómo los había conocido en Gryllby's una vez que fue en busca de su hermano.
Sans solía sentirse bien con ellos alrededor, desde entonces, eran pandilla casi todas las semanas para ver películas.
- ¿Quee? – dijo Frisk, poniendo una falsa indignación y traición en su cara, agrandando sus ya grandes ojos verdes – habéis estado haciendo noches de pelis todos los viernes y no me habéis avisado?
- BUENO, SANS NO QUERÍA QUE... - Papyrus paró a tiempo, mirando a Frisk y a su hermano. Casi se va de lengua otra vez. – SANS DECÍA QUE SÓLO ESTORBARÍAMOS, PORQUE NUESTRA PEQUEÑA HUMANA ES AHORA ALGUIEN MUY OCUPADO SIENDO NUESTRA REPRESENTANTE!
- Ah.. – Frisk sonrió con incomodidad, la reacción de Papyrus le aseguró que no era esa la razón. – Bueno, siempre puedo hacerme un hueco para vosotros, no?
- ESO LE DIJE! PERO BUENO, YA SABES CÓMO ES.
- Sigo aquí, hermano – dijo Sans, haciéndose notar mientras daba puntadas al azar, sólo por quedar bien.
- PUES CLARO QUE SIGUES AQUÍ! SI NO HACES MÁS QUE EL VAGO!
- Venga, chicos, que sino no terminaremos a tiempo – animó Frisk, intentando ignorar la incomodidad que crecía en su interior. ¿Tanto la detestaba Sans? Debía saber qué demonios había pasado, si sus viajes y el cambio de su mejor amigo tenían alguna relación...Pero no era el momento, debía mantener la calma. Si era necesario, tendría que dejar de prestar tanta atención al esqueleto.
- SANS! ASÍ NO ES! – viendo el desastre que su hermano mayor había hecho con las telas, se agarró de la cabeza, el otro se recostó en el respaldo de la silla.
- Tranqui, bro, con magia será fácil de hacer – dijo con un suspiro de cansancio mientras el otro, sin escuchar, comenzaba a cortar los hilos e insistía en no utilizar los medios más "vagos" de hacer las cosas. Sans se rió por lo bajo, mirando la reacción que había causado.
El timbre sonó, y Frisk se adelantó hacia la puerta.
- Voy a abrir! – gritó, dando tumbos hasta abrir y encontrarse con Alphys, Undyne y dos humanos desconocidos que la miraban desde atrás. Antes de que dijera nada, Undyne la abrazó con fuerza, más de la necesaria, dejándola con los pies colgando.
- UWAAAAHHH HOLA FRIIISK! – dijo la chica tritón con una sonrisa amplia. El resto del grupo soltó alguna risa al ver a la pequeña chica como una muñeca balanceándose en el aire.
-  Undyne, yo también me alegro de verte – sonrió ella, tomando aire cuando al fin la tritón la soltó. Frisk ladeó la cabeza, mirando al resto con animada actitud-  ¡Hola Alphys! – saludó con la mano a la segunda, quien le devolvió el mismo con timidez mientras pasaban dentro. Undyne se dispuso a hacer las presentaciones de los dos humanos mientras dejaban sus pertenencias en los percheros de la entrada.
- Estos dos son Mary y Jake, nuestros dos nuevos humanos – dijo la tritón, poniendo sus brazos en jarra. Los dos humanos parecían ya acostumbrados a la intensidad de la que los había presentado. La chica sonrió ampliamente, tenía el pelo largo rubio y los ojos azules como el hielo, el chico tenía el pelo castaño y los ojos del mismo color. – son hermanos. Supongo que Papyrus ya te habrá hablado de ellos, últimamente no paran de seguirnos.- bromeó con una sonrisa ladeada.
- Recordaré ese comentario en el entrenamiento de mañana, Undie - carraspeó el castaño. Undine afiló los ojos y Frisk reconoció que la estaba retando a alguna prueba. El joven volvió los ojos hacia ella - Hemos oído hablar mucho de ti – dijo Jake, ruborizándose un poco. La forma en la que todos la habían descrito, la de una niña caída en el monte, no encajaba mucho con la imagen que tenía delante, pero claro, habían pasado muchos años desde esa historia, y la joven que veía ahora era bastante... atractiva. Sus ojos grandes y claros lo miraban con cierto misterio, parecía un poco reservada e introvertida, ya que se cruzaba de brazos aun sonriendo.