La llegada a casa fue un tanto tensa. Si bien ni Toriel ni Papyrus pudieron sospechar de ellos, Frisk era capaz de cortar esa tensión en la mesa y servirla con un extra de incomodidad recién hecha. Por suerte el esqueleto era bueno fingiendo y evadiendo situaciones complicadas, así que más allá de unos regaños al principio de la comida por parte de Toriel respecto al toque de queda, todo sucedió con normalidad.
Confusa por lo sucedido y pensativa por sus descubrimientos con Alphys, Frisk se tomó con calma ayudar a su madre a recoger mientras los hermanos se retiraban a ver la tele un rato.
- Mamá...
- ¿Qué sucede? – preguntó ella, amablemente. La sensación de seguridad y calma que desprendía siempre había hecho que la joven pudiera confiarle casi todos sus pensamientos. Exceptuando los que se referían a Sans.
- Hace unas semanas... me dijiste que los monstruos no experimentaban esos cambios de hormonas de los que yo me quejaba... entonces... nunca... ¿nunca hacen "eso"? – su cara enrojecida como un tomate, trataba de mantenerse oculta mientras colocaba platos allí y vasos allá.
Toriel, confusa en un principio, hizo un esfuerzo por no reír. Pensó que menos mal que su esposo estaba de viaje de negocios en ese momento, podía imaginárselo acosando a preguntas a su pobre hija.
- Bueno... mentiría si te dijera que no. No es que no tengamos instintos de reproducción, pero existe algo llamado "Inclinación de almas" según el cual, tenemos Afinidad por un alma en particular, nuestro alma gemela. Cuando encontramos esa Afinidad con alguien... bueno, podemos volvernos confusos, estúpidos... extraños. Es raro distinguir lo que te pasa. – suspiró, como si estuviera recordando sus propias experiencias. Los ojos de Frisk, grandes y curiosos, la animaron a seguir hablando. – No todos los monstruos conseguimos sentir una Afinidad, es una experiencia un tanto peligrosa y especial, es una conexión más allá de lo físico.
-¿La tuviste? – preguntó la joven, mirándola secar unos cuantos vasos. Toriel asintió, con añoranza en sus ojos.- Asgore – respondió – nos conocimos bastante jóvenes y nos enamoramos perdidamente. Según la tradición real, estábamos obligados a hacer una "conexión" como prueba de consolidación de nuestros sentimientos. No siempre funciona, tuvimos que pasar por una extensa preparación emocional... Hace falta estar en armonía para que el proceso pueda darse a cabo. Por suerte ya no se le hace tanto caso por ser pocas las probabilidades, pero conseguimos realizarla con éxito.
Frisk la miró con felicidad mientras su madre seguía hablando. Aquello debía de ser alucinante de ver y experimentar, pero según la forma de hablar de ella, podía notar que era algo bastante íntimo y arriesgado. Unos pocos testigos en el castillo se encargaron de presenciar el ritual.
- Cuando le veía sentía que podía volar, y al mismo tiempo el peligro de caer y estrellarme. Me estrellé cuando ocurrió todo aquello de tu hermano y tu hermana.
- Cuando te fuiste a las ruinas... - el monstruo sonrió levemente después.
- Si. Verás, la conexión implica compartir y a la vez recibir los sentimientos del otro. Puede ser muy doloroso....Pero gracias a eso pude conocerte y darnos otra oportunidad antes de que... bueno, terminase consumiéndome. – su respuesta impactó a la joven, quien pudo ver con claridad por un segundo a su madre desvaneciéndose. Parpadeó, agarrándose la cabeza un momento.
- B-bueno, siempre tan dramática – contestó quitando peso a la conversación. - ¿Has hecho tarta?
Toriel asintió y le señaló el horno con cariño en su expresión. Con un par de manoplas, Frisk se encargó de sacar el suculento postre. Aún estaba caliente y despedía un fuerte aroma a canela.
- Y bien, ¿quién es el que tiene a mi hija tan alterada?
Frisk tragó saliva. Empezó a cortar un trozo con más cuidado del que normalmente ponía.
- Eh... - su cabeza procesó en unos segundos los distintos tipos de consecuencias que traería decir la verdad, sobre todo con su padre, quien aún tenía algunos celos guardados hacia el comediante. – ¡N-nadie que tú conozcas...!
Se apresuró a salir al salón y dejó su trozo de tarta en la mesita.
- ¿Y-Y Papyrus? – se sentó junto a Sans, intentando actuar normal. Recogió sus piernas y se apoyó el plato en las rodillas.
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Not Love (Frisk x Sans)
RomantizmTras la caída de la barrera del Monte Ebott, los monstruos conviven en paz con los humanos gracias a los esfuerzos entre ambos bandos. Hasta ahora. ...