e i g h t

205 17 0
                                    

Harry.

Es increíble como todo puede cambiar tan rápido, creer que toda tu vida comienza a tomar sentido y se cruza una piedra en tu camino haciéndote tropezar para comenzar todo de nuevo. En este caso, la piedra que se cruza en mi camino es mi padre.

-¿Donde demonios estabas?-Él estaba con un vaso en su mano y la mirada hacia la nada, mi cuerpo se tenso al sentir su voz.

-En la escuela.-Murmuré apretando mi mandíbula. El arrojó el vaso cerca de mi rostro haciendo que me congelara y no fuera capaz de hacer nada mientras mi "padre" se acercaba a mí rápidamente haciendo que el olor a alcohol penetrara mis fosas nasales formando una mueca de desagrado en mi rosto.

-¿Crees que soy tonto? Claro que no estabas en la escuela, bastardo.-Golpeó la pared fuertemente y yo cerré los ojos asustados.-Seguramente te estabas revolcando en la cama con alguien, ¿Qué te contagiaste ahora? ¿Clamidia?

No decidí responder, él me tomó del cuello con fuerza obligándome a mirarlo.

-Mírame cuando te hablo.-Gruñó apretando su agarre tirando mi cabeza hacia al frente para luego impactarla contra la pared. Gruñí de dolor, sintiendo mi cabeza palpitar gracias al impacto. Miré al piso otra vez.-¡Que me mires cuando te hablo, maldito hijo de puta!-Su puño iba directo hacía mi rostro pero lo detuve con mi mano.

-¿Cuál es la diferencia? Mirarte a ti y mirar al piso, es lo mismo.-Lo empujé con todas mis fuerzas haciendo que el cayera al piso.-¡Deja de insultarme, maldito alcohólico! ¿Te has visto en un espejo? El único bastardo eres tú.-Grité para luego caminar hacía mi habitación pero el me toma del brazo proporcionándome un golpe en la cara haciendo que me desplome en el suelo, una patada llega en mi costado haciendo que pierda el aliento por unos segundos y me retorza de dolor en el piso. Trató de levantarme pero él es más fuerte, miré hacía un lado encontrándome con una botella vacía a mi lado y sin razonar, impactó la botella contra la cabeza de mi padre y él cae al piso.

Mi vista se vuelve borrosa pero mis ganas de salir aquí son más fuertes así que me arrastro hacía mi habitación encerrándome en ella, apoyo mi espalda en ella. Siento mi cuerpo arder y sudor recorrer mi frente, pasó mi mano por mi frente quitando el rastro de sudor que se formaba. Busqué entre mis cosas con las manos temblorosas y mi respiración agitada, encontré el frasco de mis píldoras y eché unas cuentas en mi boca. Las lagrimas no dejaban de caer por mi rostro pero no hice nada para detenerlas mas que abrazar mis piernas y soltar todas las lagrimas que me estaban ahogando por dentro.

(...)

Estaba sentado esperando que el autobús pasará con unos lentes oscuros debido a las grandes ojeras que se habían formado por la noche anterior, el día no parecía estar de mi lado porque estaba nublado. Suspiré levantándome para caminar hacia la próxima parada que era donde Louis toma el autobús, quizás él este ahí para poder hablar con él. Necesitaba distraerme y dejar de pensar en la noche anterior pero no lo encontré. Solo había un chico con un beanie vestido de negro con una chaqueta de mezclilla parecida a la de Louis, fruncí el ceño mirando al chico quien parecía estar escuchando música. Me senté a su lado sin dejar de mirarlo.

-Deja de mirarme así, Hazz. Sé que me veo bien pero no es para que te quedes con la boca abierta.-Bromea mirándome con una sonrisa. Yo toco mi boca con mi mano para verificar si lo que dijo era cierto pero no, al notar lo que hacía el comenzó a reír.

-¿Hazz?-Pregunté con una sonrisa traviesa en mis labios. Él solo ríe.

-Cállate, Harry.-Dice con una sonrisa golpeando mi espalda despacio.-¿Se puede saber que diablos haces con lentes de sol, si está nublado?

-Tuve una mala noche.-Respondí sincero. El me miró preocupado.

-¿Quieres contarme?-Negué. El se quedó en silencio como si estuviera pensando.-Conozco un lugar tranquilo, podemos ir allá. ¿Vamos, Harry?

Estiró su mano para que la tomara, la miré por unos segundos pero luego me levanté tomándola con fuerza. Sin querer soltarla le respondo:

-Vamos, Lou.

reasons Donde viven las historias. Descúbrelo ahora