Quiero decir que tú le encantas.

53 3 1
                                    

Peter

-Señor Pan, ¿Qué le pasa que tiene esa cara?¿Qué ha hecho?¿Por qué Wendy, su querida y delicada Wendy ha salido corriendo así?-preguntó Linda, mientras cruzaba los brazos y se paraba a mi lado. Yo todavía seguía mirando a Eva, estaba esperando impacientemente a que el semáforo se pusiese verde. Su pie daba golpecitos contra el suelo y no dejaba de darle vueltas a un mechón de su pelo castaño. Parecía nerviosa. Oh, mierda. El semáforo finalmente se puso en verde y ella desapareció de mi vista. ¿Qué cojones acababa de pasar?-Peter, en serio, me asustas.

Normal que se asustara, Linda no estaba acostumbrada a verme así. Y ''así'' significa encorvado, pálido, con el ceño fruncido y los ojos llorosos. Bueno, así es como veía en mi cabeza en ese momento. Intenté recuperar un poco de mi compostura. Me puse derecho.

-Yo... Yo no sé que ha pasado, Linda. Sinceramente. No lo sé.

El corazón me latía a mil por hora. O a diez mil. O a infinitas pulsaciones por segundo, no lo tenía claro. Yo solo sentía que se me iba a salir del pecho. Y también sentía un nudo en la garganta. ''Venga, Peter, cálmate.'' La voz de mi mejor amigo resonó en mi cabeza. Respiré hondo.

-Pero, ¿qué le has dicho? O, ¿qué te ha dicho? Por Dios Peter, dime qué ha pasado. 

-Nada, yo...-hice una pausa y me forcé a volver a respirar pues sentía que me ahogaba.-Yo quería besarla, Linda. 

La expresión de Linda era una mezcla de sorpresa y... Y felicidad. Sonreía. ¿En serio? 

-¿Qué pasa? Linda, no te rías de mi. Yo me sincero y tú te ríes. Tengo la cabeza a punto de explotar.-Enterré la cara entre las manos. "¿Qué me pasa?"

-No... Cariño, no me río.-puso una mano en mi hombro y me obligó a mirarla a los ojos.-Sonrío porque estoy feliz, Peter.

-¿Feliz?¿Feliz por qué?¿Por que por alguna razón que no encuentro ahora mismo intenté... intenté besarla y ella se asustó y salió corriendo? Oh mierda, se asustó y salió corriendo. Huyó. Oh mierda.-reflexioné en alto.

-Peter, ¡no! No se ha asustado. No huyó. Por lo menos no se asustó por tu culpa. Fui todo yo.-La miré. ¿Ella?-Yo salí de la cocina y no me imaginé que... no me imaginé qué estaba pasando. Compréndeme, yo solo vi a mi chico favorito dejándole un trapo a mi chica favorita. Nada más. Que, por cierto, esa no es una forma de empezar un beso. O por lo menos en mis tiempos no lo era... ¡Pero eso lo hablamos otro día! Ahora, lo importante es que no fuiste tú, fui yo la que la... la espanté y hice de... ¿Cómo lo decís ahora? Corta... cortarollos. 

-Pero... Linda, tú ya sabías que...-''Anda, suéltalo ya, idiota.''-Dios, que me gusta. Dejémoslo claro ya.-Decirlo en alto sentaba bien. Extremadamente bien. Era el último paso para asumirlo. Primero pensarlo, luego creerlo y luego soltarlo. Yo lo había conseguido hacer todo mientras Linda hablaba. Y...¿cómo me sentía? Bien... Como... Como un niño de 15 años, y lo gracioso es que esa época de mi vida ya la tenía olvidada. 

Linda volvió a sonreír. 

-Lo intuía.-Incliné la cabeza, invitándola a seguir hablando.-Quiero decir... Tantas tardes juntos, todos los juegos, los abrazos, los ataques de cosquillas.-sonreí.-No sé, Peter. Lo veía venir. Incluso cuando os acababais de conocer había esa... esa chispa. Ese pequeño destello en los ojos. ¿Sabes?-asentí.-Y era por parte de los dos. 

Abrí los ojos. Mucho. Y puedo apostar que también mi boca se había abierto. Al menos un poco. 

-¿Quieres decir que yo le gusto?-había tartamudeado dos veces, pero en ese momento no me importó.Se me había formado una sonrisa en la cara. Seguro que ya no fruncía el ceño.

-Quiero decir que tú le encantas, Peter

Entonces sí que sonreí. Y sí que sentí mi corazón latir rápido. Pero seguía sin entender algo. 

-Entonces, ¿por qué se fue?

Linda suspiró. Seguro que ya me lo había explicado pero yo no me había dado cuenta. ''La emoción, Linda, la emoción'' me disculpé en mi mente.

-Te creía más espabilado, Peter.-estaba claro. Volví a inclinar la cabeza, seguro que estaba harta de que le pidiese explicaciones con ese gesto. Pero no se quejó.-Peter, ¿en serio tú ves a Eva, besándote delante de mi? Porque yo no. No la veo dándote un beso delante de mi, un adulto, un adulto importante para ella, según lo que dice: un ejemplo a seguir, la familia, Peter. Entiéndela. Es tímida, por lo menos en ese aspecto. Y es una adolescente de 17 años, una novata, por así decirlo, está asustada en el buen sentido. Es decir... curiosa, expectante, sorprendida. Es enamoradiza, pero no se va con cualquiera, -asentí. ¿Cuántos males de amores ahogados en chocolate caliente me había tocado vivir con ella en año y medio? Había perdido la cuenta.-y eso la hace fuerte. Y eso, a su vez, hace que tenga expectativas, esperanzas.

-¿Y cuáles son?

-Están más que claras, Peter. Es una devoradora de libros, como dices tú. ¿Qué va a querer? Quiere una historia de libro romántico. Sentirse protegida y fuerte a la vez, sentirse querida. Quiere al protagonista de historia de amor perfecto, que la trate bien, que le de un beso en la frente en lugar de una palmada en el culo. Que se preocupe por ella. Y quiere estar segura de que un chico entra en esas expectativas antes de lanzarse a él. Quiere ir despacio, Peter. Y antes de hacer nada quiero que te asegures de que tú quieres lo mismo.

¿Que si quería eso? A mi me daba igual si íbamos a la velocidad de la luz o a la velocidad de una tortuga, me daba igual si era ella. Madre, me estaba volviendo cursi. 

-Estoy completamente seguro, Linda. Por Dios, es Eva. 

-¿Me lo prometes?¿Prometes que la tratarás bien, y que no intentarás besarla delante de mi?

Me reí.

-No te pondré celosa.

-Peter... Sabes que no lo digo por eso. 

-¿Tienes miedo que la vuelva a intimidar?

-¿Sacamos otra vez el tema? Peter, que no la intimidas. ¡Yo la intimido! Tú... tú la haces sentir bien, estoy segura. ¿No ves como sonríe?

Claro que lo veía. Si me pasaba el día mirando para ella, joder. Volví a sonreír, esta vez enseñando los dientes, al pensar en sus hoyuelos. ''Cursi''

-Así me gusta más.-dijo Linda

-¿Y qué hago?

-Pues... Creo que es obvio, pero también creo que es obvio que estás en la luna y no te enteras de nada así que te lo explicaré, y no hace falta que gires la cabeza.-reí. Y asentí.-Tienes que hablar con ella y decir qué te pasa. Y preguntarle cómo se sintió ella hoy. Y asegúrate de que sea en un sitio donde estúpidas cocineras locas no puedan aparecer, por si acaso te entran ganas de besarla.

Sonreí.

-Hablar, preguntar, besar. Apuntado.-ambos sonreímos.-Por cierto, Linda. Lo de estúpida sobra.

-Lo sé.-volví a soltar una carcajada.-Te estaba poniendo a prueba.-Me dio un abrazo. Y, cuando se separó de mi me dirigí de nuevo al interior de la barra, para seguir limpiando, pero Linda me lo impidió.-Hoy cierro yo, Peter. Vete a casa.

-¿En serio?

-Claro, creo que lo necesitas más que yo.

-Oh, Linda, eres la mejor.

Dejé rápidamente la libreta y el boli en su sitio, en el cajón de debajo de la caja registradora. Cogí móvil, llaves y cartera, me puse la sudadera y salí gritando un ''Gracias por todo, Linda''. La puerta de se cerró detrás de mi con el peculiar sonido de las campanitas de Linda y, un milisegundo después sentí el frío de la calle en mis mejillas. Metí las manos en los bolsillos del pantalón y empecé a caminar rápidamente hacia mi casa. Necesitaba tocar la guitarra, urgentemente.

Reality? I prefer fictionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora