Capítulo 20

2.5K 333 31
                                    

Dipper

15 de febrero.

La escuela fue aún más aburrida el día de hoy, ya que con el cambio de semestre no me había tocado en ninguna materia con Will, no lo había visto en todo el día y probablemente no lo vería hasta mañana.

—¿Sí sabes que hoy vuelven nuestros tíos? —preguntó Mabel en el camino de regreso a casa, esta vez yo conducía, honestamente ya no me gustaba tanto usar al chofer, no podía hablar libremente de ciertas cosas.

—¿A qué crees que se debe mi buen humor? —contesté sarcástico.

—Ay —se quejó—, pero que pesado, sólo te decía por si tenías planeado llevar a Will a la casa o algo por estilo.

—Mabel, soy mucho más prudente que tú —abrió la boca para replicar, pero se calló, al parecer no tenía una respuesta a eso—, hablando de tus imprudencias... ¿qué diablos paso anoche contigo?

—¿A qué te refieres?

—No te hagas la tonta, me sorprende que no te estés muriendo de resaca, a menos que este en lo correcto y hayas estado fingiendo.

No contestó, tratando de hacer cómo que no me escuchó, así que decidí presionar el tema un poco más, antes de llevar a la casa y ya no poder hablar de absolutamente nada con la presencia de mis tíos.

—Entonces... ¿la Pines besa bien? —pregunté provocativo, Mabel frunció el ceño, ya anoche la habíamos atrapado en una situación... algo comprometedora con la rubia amiga de Will.

—Idiota —murmuró algo sonrojada—, yo podría preguntar si William gime muy fuerte —replicó—, o ¿qué más estaban haciendo anoche a las 3 de la mañana?

—Si te acuerdas de la hora no creo que hayas estado tan ebria —contesté evitando su comentario.

—No lo estaba... pero tampoco estaba fingiendo, es extraño —se sobo la sien—, me duele la cabeza horrible, no sabes lo mucho que quería dejar de ser encantadora y mandar a todos al diablo cuando me hablaban, sólo un par de pastillas, tres cafés bien cargados y la idea de que mis adorados tíos estén a unas horas de llegar lograron hacerme sentir mejor —dijo esto último cargado de ironía.

—Ya somos dos —hablé.

Ya casi llegábamos a la casa, dónde sólo tendríamos un par de horas más de "libertad" antes de que llegarán y no pudiéramos prácticamente ni respirar sin su aprobación... aunque realmente Stanley no era el problema, a él no le importaba nada más que el dinero.

Durante un momento, el auto se quedó en silencio.

—No lo hemos hecho —respondí finalmente.

—Vaya, eso es nuevo —la castaña dijo soltando una risa infantil—, al anterior no lo soltabas ni un segundo desde que empezaron a salir, aunque claro con él eras mucho más... inteligente.

—¿Qué quieres decir con eso? —replique de mala gana.

—Alguien está enamorado —canturreó con un tono meloso ignorando por completo mi pregunta, era inútil discutir cuando se ponía en esa actitud—. William te está afectando mucho hermanito —solté un pequeño gruñido, sin embargo, no contesté... no le veía el caso.

Finalmente llegamos, nos bajamos del auto y entramos; la casa vacía como siempre, aunque había una empleada que estaba terminando de cocinar y parecía haber limpiado algunas partes de la casa, porque cuando me había ido, definitivamente no estaba así.

Control |WillxDipperG|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora