Without You

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Ahí estábamos una vez más viendo como la posibilidad de estar juntos se alejaba, dándonos cuenta de como unas simples palabras podrían arruinar nuestra felicidad como si de un globo y de una aguja se tratase.

'Irás a estudiar al extranjero, WooHyun'

Esas simples palabras hicieron que la tristeza y preocupación se apoderaran de nosotros.

Lo noté en seguida, aunque fingí una sonrisa felicitandole, su padre sonriendo y dándonos unas palmadas a ambos como si fuera una felicitación por nuestra actuación. Joder, que eran 5 años que estaríamos separados, quizá viéndonos en festividades, o cuando el pudiera viajar. A fin de cuentas no podía ir con él,  yo ya tenía un futuro aquí, universidad y trabajo asegurado cortesía de mi familia.

La tristeza y preocupación no se iban, lo sentí cuando tomó mi mano por debajo de la mesa, y sentí mi cuerpo temblar, estaba asustado. Hace un tiempo habíamos observado la relación a distancia de Hoya y DongWoo, no funcionó. Colapsó por completo. Y eso me asustaba.
El hecho de que nadie supiera sobre nuestra relación lo volvía peor, porque no podía decirles que me quedaría a su lado, mientras nuestros  padres se jactaban de lo orgullosos que estaban de nosotros.

Yo no lo estaba, dirigí mi mirada  a WooHyun, sus ojos me transmitían tanto, y entre esa mirada colapsada de sentimientos lo entendí 'Todo estará bien', y una pequeña  sonrisa había hecho que ambos nos sintiéramos mejor.

Pero aquellos sentimientos del principi o, no se iban,  no lo harían, y lo supe cuando después de salir de casa fuimos a su departamento e hicimos el amor como si la vida se fuera en ello.

Habíamos estado callados todo el camino, solo tomados de la mano mientras la mente de cada uno estaba en otro lado. Cuando llegamos su departamento, nos bajamos en silencio. Comenzaba a incomodarme; pensé en soltar algún comentario tonto para cambiar el ambiente, pero sus labios se pegaron a los míos con fuerza mientras la puerta del departamento se abría.

Sentí mi espalda chocar contra la madera, y sus manos recorriendo cada parte de mi cuerpo, aun sobre la tela sentía lo caliente que estaban. Su lengua abriéndose paso entre mis labios y tan sólo se alejó un momento, en busca de un poco de aire. Mis manos no se quedaron atrás, aflojando y quitando todo aquello que pudiese estorbar. Todo aquello que me impedía sentir esa piel que tantas veces había recorrido.

Cuando ambos estuvimos desnudos, sentí, sus labios abultados comenzar a recorrer mi mandíbula y bajar a besos, mordidas y lamidas por mi cuello. Sentía como mordía al punto de que dejaría marcas, no me importaba, ya inventaría una excusa para ellas, sólo quería disfrutar de aquel momento, que me marcase y así reafirmara el hecho de que yo le pertenecía y él a mí.

Sus manos se hicieron con mis pezones, su lengua recorría toda la piel a su paso, cuando bajó hasta mi miembro eché mi cabeza hacía atrás y cerré mis ojos.

'Por favor mírame'

Esa voz tan ronca me hizo perder lo sentidos, abriendo los ojos y viendo como se metía de lleno mi semierecto miembro en la boca, joder su lengua siempre era tan experta. Su cabeza se movía una y otra vez mientras su mano libre tanteaba mi trasero, lo apretaba y acariciaba. Ambos nos necesitábamos, ambos teníamos miedo, y esa fue la mejor manera de deshacernos de él.

Terminé por correrme en su boca, viéndolo tragar, siempre me daba algo de vergüenza cuando lo hacía, subió su cuerpo con una sonrisa socarrona.

'Antes por lo menos me avisabas'

Lo golpee en el pecho, por aquel comentario, el rió. Su simple risa era un sonido que amaría toda mi vida. Tomó una vez más mi cintura mientras me besaba, sintiendo su desesperación, su amor, su deseo.  Como nuestros cuerpos encajaban siempre a la perfección.

Entre besos y caricias fuimos hasta la cama, donde me recostó como si fuera lo más preciado en su vida, y lo era. Me lo había dicho tantas veces, con una mirada tan viva, que me había convencido por completo. Yo era lo más preciado en su vida, y él era mi vida.

Se acomodó sobre mi cuerpo, entre mis piernas ofreciéndome sus dedos para que los lamiera, gustoso lo hice y en ningún momento nuestra mirada se desconectó. Sentí uno de sus dedos introducirse y moverse ágilmente, yo quería acelerar todo, que me penetrara ya, pero disfrutaría del momento, de su cuidado, de su amor.

Sentí un dedo más en mi interior, y a ese le acompaño un tercer dedo.

'Por favor, hazlo ya'

Sonó casi como una súplica desesperada, pero no dijo nada. En otra situación hubiera hecho un comentario sobre ello, pero no fue así. Retiró los dedos de mi interior, y alineo su erección contra mi palpitante entrada, empujó su cadera y sentí su miembro entrar siendo apretado por mis paredes. Por un momento recordé las veces que peleamos por quien sería el de abajo, todas esas veces saliéndose con la suya, aún cuando yo había ganado en algunas.

Sentí su cuero quedar inmóvil cuando todo su miembro estaba dentro, nos besamos una vez más, más calmados, más suave, deseando que ese momento no llegara nunca a su fin. Mis piernas se movieron envolviendo su cadera para pegarlo más y él comenzó a moverse, primero de manera lenta, luego más fuerte, más rápido. Llenamos la habitación de gemidos, jadeos, palabras de amor.

Nos besamos, e hicimos el amor hasta estar agotados.

No queríamos terminar ese momento.

No queríamos estar sin el otro.

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Este será un escrito bastante corto,  espero que sea de su agrado.

Lindo día. 😉

Once Again[WooGyu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora