Capitulo 14

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Estaba lloviendo, Mi cabeza daba vueltas y caminaba sin rumbo en la calle, no sabía a donde ir porque sabía que si me dirijía a mi casa, Thomas podría llegar y lo último que quería era verlo, tampoco podía ir a un hotel puesto a que no tenía dinero disponible
... al final opté por ir a mi pizzería favorita con el objetivo de que la bella y hermosa pizza me hiciera olvidar mis preocupaciones.
Entré a la pizzería y me senté en una de las mesas, mis ojos estaban rojizos por haber estado llorando todo el camino, mi cabello estaba mojado por la lluvia y el poco maquillaje que me había colocado estaba totalmente corrido.
En la mesa se encontraban unas servilletas que sin dudarlo las tomé para secarme y limpiar mi cara hasta que me mirara aunque sea presentable. Una vez que acabé, alcé mi mano para que el señor del mostrador viera que quería un camarero, él asintió, llamó a uno de los camareros y señaló con un dedo mi mesa para que él fuera.
A medida que el muchacho caminaba en dirección a mi, lograba reconocer ciertos rasgos físicos que indudablemente eran de Erick, el primo que no soportaba ver. Lo que me faltaba, un chico con el que no podía establecer una conversación, sin pelear.

-¿Qué haces aquí trabajando de camarero?*levanté una ceja*
-y tú.. ¿No deberías estar en cla..¡espera!, ¿Estuviste llorando?*se sentó en el asiento en frente mio*
-No es de tu incumbencia*rodeé los ojos y crucé los brazos*
-Escucha Emma, tal vez no parezca pero me preocupo por tí. ¿Me vas a decir?

Puede que no lo soporte pero en estos momentos necesito a alguien que me escuche, su jefe se miraba molesto asi que le pedí dos slices de pizza y de esa manera, cuando volviera, le daría una y le diría lo que pasó.

Unos 20 minutos después de haber terminado con la historia, mis ganas de llorar volvieron con mayor intensidad debido al hecho de que tuve que recordar lo que pasó, una pequeña lágrima se deslizó por mi mejilla. Erick lazó una sonrisa ladina y se sentó al lado mio.

-Tal vez fue una confusión*me rodeó con sus brazos y luego extendió su mano a mi cabeza provocando que se arrecostara mi cabeza en su hombro*Deberías hablar con él y  escuchar su versión de la historia.
-No creo que pueda*otra lágrima bajó por mi mejilla, luego otra y asi sucesivamente hasta que me percaté de que no podía parar* No tengo el valor suficiente como para verlo a los ojos.... O al menos no aún.
-Tienes razón, Calmate y cuando ya estes mejor, habla con él.

No podía soportar la imagen de Leyla besando a Thomas que aparecía en mi mente a cada rato. No podía soportar el hecho de que Thomas no hiciera algo para apartarla, ni siquiera le dijo algo después del beso. Me dolía pero sabía muy bien que tenía que superarlo y rápido.

Erick llevó el dinero de la pizza hacía donde estaba la caja registradora, guardó el dinero y se adentró en la zona para empleados. Pasaron unos cuantos minutos en los cuales mi mente no podía pensar en otra cosa que no fuera Thomas y en los cuales Erick no salía de la sala. Se abrió la puerta por la que Erick había entrado y ví como mi primo salía de esta con una mochila colgando de su hombro derecho, caminó hacia mí y yo pasé una servilleta por mi rostro para limpiar mis lágrimas.

-Pedí el resto del día libre...¿Nos vamos?
-No creo que sea necesario que te quedes conmigo el resto del día.
-¡¡¿Estas loca?!!, ¿y si ese imbécil se te acerca?, tengo que estar ahí para impedirlo.

Asshh.. odio que usen ese tipo de vocabulario

-No digas esas cosas *frucí el ceño*
-¿Qué cosas?*levantó una ceja* ¿Imbécil?... *lanzó una risa sarcástica*El es un imbécil.
-Aunque lo sea, no debes usar ese tipo de vocabulario.
-Bien, me controlaré*colocó su mano izquierda en la parte de su pecho donde está el corazón y levantó su mano derecha* Lo prometo.
-Esta bien *sonreí* y.. ¿A dónde iremos?
-Vamos a tu casa, ahí solo preocupate por vestirte bien para ir a un parque de diversiones.
-¡¡¿Un parque de diversiones?!!*dí saltitos en un solo lugar* No he ido a uno desde que tengo 8 años*Dios.. estaba emocionada, lo tomé del brazo y comenzé a caminar rápidamente con una sonrisa gigante* Vamos, ¿Qué estamos esperando?..
-Tranquílizate Emma, me estás lastimando*dijo entre risas*
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Estaba en el parque de diversiones con Erick. Su cara decía "Esta chica está loca" es decir.. estaba muy emocionada por todo ya que tenía tiempo de no ir a un parque así. Antes era muy pequeña para subir a la montaña rusa pero ahora.. ya estoy a la edad perfecta como para subir. La adrenalina recorría por todo mi cuerpo cuando la montaña rusa comenzó a avanzar. Erick sólo reía ante mi entusiasmo y trataba de calmarme cuando me pasaba un poco de la raya. Erick no era el chico insoportable que pensé que sería, llegué a la conclusión de yo si le importaba y se comportaba tan egocéntrico, amargado y sarcástico porque a penas me conoció ese día, El es buen chico después de todo, me llevaré bien con él.

Me encontraba comprando un algodón de azúcar, Erick me dijo que estaría en el baño, pero no le creí ni un poco puesto a que caminó en dirección contraría a  donde los baños estaban. Caminé a una banca que se encontraba cerca de ahí y me senté, observé con mucha atención mi algodón de azúcar, hasta parecía que estaba enamorada de él, pero en realidad sólo pensaba en Thomas, me percaté de que no había pensado en él desde que salí de casa para venir acá y eso me alegraba de cierta manera.

-Ven conmigo*oí a Erick hablando, provocando que me desconectara de mis pensamientos*

Me puse de pie y en cuanto lo hice Erick tapó mis ojos

-¿Por qué est..*me interrumpió*
-No es nada malo lo prometo.. confía en mi y camina.

No sabía que era lo que estaba planeando pero me parecía divertido el hecho de que estuviera haciendo esto para animarme y hacer que dejara de pensar en Thomas, a pesar de que mientras caminaba, chocaba con paredes y tropezaba con piedras. Parezco una loca

-Ya llegamos, no te muevas y no abras los ojos*quitó sus manos de mis ojos y yo tenía una desesperación horrible por saber que era lo que estaba planeando*

Mi mente se imaginaba centenares de bromas que me podría hacer en ese preciso momento, pero no debía de pensar en esas cosas.. porque por ahí y es algo lindo como un obsequio o algo así.

-Ya puedes abrir los ojos Emma *abrí mis ojos lentamente para un mayor efecto drámatico, cosa que me pareció rara ya que quería saber desesperadamente que era lo que tramaba*
- mm..mm..  Erick*lo miré a los ojos con una sonrisa*¡¡Estas loco!!

Mis ojos presenciaban una escena muy extraña, el juego de golpea al payaso tenía fotos de la cara de Thomas en lugar de la del payaso. ¿Cómo se supone que tome esto?

-Pensé que querrías golpearlo así que le pregunté al dueño del juego si podía poner imagenes del imbé..digo, de Thomas para que le lanzaras balones de baseball.*dijo cruzado de brasos*

Tengo que decir algo, lo que sea..

-Esto es muy lindo de tu parte*caminé hacia él y lo envolví en un abrazo* Gracias.
*me correspondío el abrazo*

Y era cierto, era un gran detalle... aunque debo de admitir que al principio me pareció cruel estar tirando balones de baseball a su rostro pero luego de recordar que cruel es bueno (sip, me encanta ese libro), pensé que era una increible manera de desahogarme y desestresarme.

Durante media hora, Erick y yo estuvimos jugando pero la diversión tuvo que terminar cuando nos quedamos sin dinero.. Al final, Erick le agradeció el favor y caminamos hacia la salida del parque.

-Muchisimas gracias Erick *no lograba quitar mi sonrisa ya que en realidad fue uno de los mejores dias de mi vida*Desde que te conocí pensé que eras ese tipo de chicos egoístas, egocéntricos, sarcásticos, impulsivos, mal hablados, insoportables..

Debo de dejar de insultarlo

-Es suficiente *colocó su dedo en mi boca poniendo una cara de ya cállate* Ya entendí. *la quitó*, pensaste que era un chico malo.
-Si, pero hoy me dí cuenta que no eres así. *coloqué mis manos en sus hombros* Comenzé a notarlo desde que te mostraste dispuesto a escuchar el porque de mi llanto.
-Se que apenas nos conocimos hace algunos dias *me sonrió* pero igual, somos primos y nos tenemos que llevar bien. ¿Qué dices?* retrocedió un paso y extendió su mano* ¿Amigos?
-Amigos*estreché su mano y lo jalé hacia mi para darle un abrazo, el cual fue correspondido en cuestión de segundos*

Esto es increible, me siento genial por llevarme bien con mi primo, lo bueno de esto es de que ahora podré sentarme con él en clase y no con Thomas.

¡Que sufra!

Nada Es Para SiempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora