Capitulo 24

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Emma*

Un lugar en donde casi no hay gente, algunos comen, se despiden y otros simplemente esperan. Yo soy una de esas personas que esperan sentada en una silla, rodeada de maletas esperando a que una voz suene de la nada anunciando que nuestro vuelo está a punto de salir.

¿Qué es este lugar?

Un aereopuerto.

Estoy a unos cuantos minutos de subir a un avión y alejarme de todo lo que conozco hacia un lugar extraño, lleno de cosas y gente extraña.

Ah este punto de la noche, mi madre, obviamente ya habia comprado los boletos con nuestro destino en él, pero no me quiere decir ya que cree que le diré a alguien hacia a donde voy. Pero eso no va a pasar, aunque duela no hacerlo, es simplemente algo que no puedo hacer por ordenes de mi madre.

La única razón por la que quiero que me diga, es para desestresarme y respirar con un poco mas de tranquilidad. El suspenso me está matando por dentro y cada segundo que pasa, es una apuñalada en el corazón.

Mis primos tratan de hacerme sonreir pero no lo logran ni haciendome cosquillas, mi mamá por otro lado, está en un pequeño jardín que se encuentra afuera del lugar para alejarse del frio del aire acondicionado.

- ¿Tú tienes alguna idea de a dónde vamos? *le pregunté a Ethan ya que él habia ido con mi mamá a retiras los boletos de avión*
- Si, * Su mirada se posó en mí con una sonrisa y su manera tranquila de hablar provocó que mis nervios se fueran sólo un poco* Pero por ordenes de tu madre, no puedo decirte.
- Pero no le diré a nadie *dije a manera de súplica y con esa voz de niña insistente que quiere una paleta* Por favor, Ethan.
-Esta bien *dijo rendido* Iremos a Estados Unidos.

*****
Thomas*

No puedo dormir, siento que debo verla, pero si intento ir a buscarla, mi madre se preocupará y es lo último que quiero.
Me levanté de la cama hacia el baño para lavarme la cara y tratar de relajarme, nada de lo que intentaba, funcionaba.
Siento que si no voy a buscarla pronto, la perderé para siempre. Cosa que no es muy probable ya que ella debe de estar durmiendo tranquilamente a estas horas de la noche.

-Thomas *la voz de mi madre llamó mi atención e inmediatamente salí del baño para ver lo que sucedia* no puedes dormir ¿Cierto?
- ¿Cómo sabes?
-Soy tu madre, cariño *se movió de la cama para encender la luz de la habitación* Te conozco mejor que nadie y sé que algo anda mal.
-Es que siento que si no voy a verla ya, la perderé *dije bajando la mirada hacia el piso*
-Te entiendo, hijo *caminó hacia mi para abrazarme* Pero no quiero que algo malo te pase.
- ¿Y si vamos juntos? *insistí con una sonrisa de oreja a oreja* Nos protegeremos el uno al otro.
-No lo sé

Después de diez minutos de rogarle de rodillas a mi madre, aceptó y de un segundo a otro, nos encontrabamos en un taxi en dirección a la casa de Emma. Mis ganas de verla aumentaban cada segundo.
Estamos a una cuadra de su casa, unas dos casas y llegamos.

Todo está apagado y no hay autos en el garaje.

Esto es extraño

A estas alturas de la noche, intenté buscar a alguien que me explicara lo que estaba pasando, y agradezco a Dios que las luces de la casa vecina, estaban encendidas.
En un movimiento rápido, corrí hasta la casa y toqué la puerta unas cinco veces.
Despues de unos cuantos segundos, se abrió la puerta, dejando ver a una señora de una edad avanzada, aproximadamente unos sesenta años.

-Disculpeme si la he molestado *dije con mucha cortesia* Pero, sabe lo que le pasó a la familia que vive al lado?
-Hablas de Doña Helen? *cuestionó la señora con una sonrisa que no parecia mostrar felicidad*
-Exactamente ella y su hija *dije algo esperanzado de que su respuesta me animara*
-Llegaste tarde, hijo *dijo la señora con una cara triste* Se acaban de ir.

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⏰ Última actualización: Jan 07, 2017 ⏰

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