Capitulo 13

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Emma*

-¿Qué miras Emma?*dijo Thomas rompiendo la concentración que tenía con la conversación de Leyla y Grace*,¿Me estás escuchando?
-Si, es solo que..*no sabía si contarle o no, dudo que conozca a Leyla, además no le agrada Grace, pero quería hablar con alguien de eso y pues no podía hacerlo con Grace y mucho menos con Sam* Estaba viendo a Grace hablar con una chica y parece que estan peleando porque ambas tienen caras de enojo.
-No creo que sea correcto escuchar conversaciones ajenas, además.. que tal si te ven.
-No me verán*rodeé los ojos*
-Creo que notarán a una chica cuya cabeza está volteada 360 grados como un búho*dijo entre risas*
-No me hagas caso*lanzé una sonrisa de lado*... ahora, se un buen niño y ponle atención a la clase*alboroté su cabello con mi mano y moví su cabeza para que viera a la pizarra, él sólo rió un poco y siguió escribiendo*

Volteé mi mirada hacia el pupitre de Leyla y Grace y al hacerlo me percaté de que ya no estaban hablando, supuse que se pelearon ya que Grace tomó sus cosas y caminó hacia un pupitre vacio.
No sabía lo que pasaba pero quería saberlo, me dispuse a levantarme de mi asiento e ir a preguntarle, pero sonó el timbre asi que la llamé con la mano levantada y le dije que me esperara, tomé mis cosas y caminé hacia ella. Estabamos a punto de salir de la sección cuando me tomaron del brazo.

-¿Podemos estar juntos en el segundo recreo?*dijo de la manera mas tierna del mundo, se notaba nervioso y yo sonreí*
-¿Porqué me lo preguntas ahora?
-Porque no tenemos clases juntos hasta la última hora*habló con mas tranquilidad, luego colocó su mano en la nuca*entonces...... ¿Quieres?
-Claro*dije y deposité un beso en su mejilla*, me tengo que ir, mi maestra de física es muy estricta en cuanto a puntualidad.
-Esta bien, no vemos en la cafetería*me dió un abrazo y luego comenzé a caminar hacía Grace*

Todo el tiempo en el que hablamos, me dijo que no le caia bien a Leyla y también que se enojó con ella porque pasaba mucho tiempo conmigo. No me sorprende que Leyla esté asi, es una envidiosa que se cree mejor que todos.

****
Thomas*

-¿Qué mierda se supone que voy a hacer?
-No uses ese vocabulario, sabes que Emma lo odia.

Es cierto, a Emma no le gusta ese tipo de palabras, pero estoy desesperado, no se que es lo que voy a hacer

-Calmate, sólo piensa en algo tierno para hacerle
-¿Como qué?
-Arregla la mesa de la cafetería en donde se sentarán y por favor, ordena comida porque la comida de este colegio es una Leyla.
-¿A qué te refieres con LEYLA?
-A que es una basura
-No hables así de ella
-¿Por qué no?
-No me gusta que insulten a mis amigos
-¿Con qué la conoces?*dijo levantando una sola ceja*
-Si, es una amiga de la infancia*levanté ambas manos a simbolo de desesperación*Pero eso no importa,el punto es que... digamos que pida comida, ¿Cuál seria?
-Te complicas la vida hermano*colocó su mano en mi hombro*pide pizza, estoy seguro que le gustara.
-Es que no tiene que gustarle...tiene que encantarle
-No entres en tantos detalles, sea lo que sea que tú hagas, sé que le fascinará.

Sam tenía razón, no debía concentrarme en algo perfecto para Emma, en vez de eso, debería de preocuparme porque le guste la sorpresa, además, no es una super cena elegante y eso lo sabía perfectamente, pero pensé que le debía de dar a Emma lo mejor y nada más.

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Ya era el segundo recreo y todo estaba listo, la mesa limpia y arrglada con una caja de pizza de jamón

Pensé que preferías la de vegetales
Sí, pero también me gusta la de jamón, además a Emma le encanta el jamón.
Asssh, el amor te volverá loco

También quería darle un collar con la mitad de una pizza, yo tendría la otra mitad y así representaría que ella era mi media pizza, porque las medias naranjas están sobrevaloradas.
Era increible la rapidez con la que hice esto y ahora solo me quedaba esperar a que ella viniera.

De repente, una voz super familiar me habló y logró por completo desconectarme de mis pensamientos.

-¿Todo esto es para mí?*Ohh mierd.. es Leyla, de tantos días en los que pudo hablarme, tuvo que elegir hoy para hacerlo*No debiste de hacerlo*llevó su mano al pecho y puso una cara de halago*
-Le-leyla, yo..mm..

Quería que se fuera pero a la vez no quería echarla como que fuera un perro callejero, sin que yo me diera cuenta, se lanzó hacía mi en un abrazo
Nos separamos porque me percaté de que Emma podría llegar en cualquier momento, asi que traté de persuadirla para que se fuera, pero era imposible.
Enrrolló sus brazos en mi cuello y a decir verdad me sentía ahorcado por una pitón, desvió su mirada de la mía, levantó una ceja y luego colocó su mirada en mi, estaba a punto de quitarmela de encima y en cuestión de milisegundos, me lanzó una de esas sonrisas pícaras y me besó, en ese preciso momento vino a mi mente el día en que le había dicho a Sam que me gustaba Leyla y que quería besarla.

Tenía diez años, no me culpen

Sam sólo se rió y me dijo que no lo pensara y sólo actuara, ese mismo día fui a la casa de Leyla y apenas su madre abrió la puerta, salí corriendo hacía su habitación. Entré y en cuanto la ví, no dudé ni un segundo en besarla. Ese sentimiento era de falicidad ya que había dejado de ser un cobarde y por primera vez en mi vida, había besado a una niña.

No se si lo recuerdas Thommas, pero te estás besando con Leyla, no con Emma.. despierta de ese maldito trance y vuelve a la realidad de una vez

Fue en ese entonces cuando me percaté de que la estaba besando... asi que apenas reaccioné, corté el beso y la mire con una mirada muy extrañada pero ella sólo sonrió y camino lejos de mí y justo cuando iba a salir de la cafetería empujo a Emma con el hombro

Esperen.... ¿Emma estaba ahí?
Eso significa que vió el beso

****
Emma*

Caminaba hacia la cafetería, justo donde Thomas me dijo que lo viera, obviamente no esperaba un super detalle como una cena romántica o algo así pero debo de admitir que sería lindo.

Abrí la puerta de la cafetería y sentí como que me dieran un puñetazo en el estomágo al ver a Leyla hablando con Thomas, a mi parecer era una cita debido a que una de las mesas estaba super limpia y con una caja de pizza. Estaba super pálida y estaba a punto de irme de esa horrible escena cuando noté que Leyla me estaba viendo, luego levantó una ceja y volvió a ver a Thomas con una mirada pícara y de repente esa sensación de puñetazo en el estómago se volvió en un dolor en el cual parecía que más de mil lanzas atravesaban mi corazón bruscamente. Por un momento, tenía la esperanza de que él rompiera ese beso y que la echara de ahí, pero no fue así, pasaron unos diez segundos los cuales yo sentí como que fueran una eternidad y él no hacía nada y fue entonces cuando las lágrimas comenzaron a salir de mis ojos descontroladamente. Al terminar el beso, Leyla me volvió a ver con una sonrisa que provocaba ganas de arrancarsela de la cara. Caminó hacia mí y me empujó con el hombro y fue hasta ese momento que Thomas se dió cuenta de mi presencia, yo sólo bajé la mirada y salí corriendo de ese horrible e incómodo momento.

Nada Es Para SiempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora