Capitulo 10

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Me levanté a las 6 de la mañana como es mi costumbre y me fui directo al baño. Cuando terminé de vestirme salí de mi cuarto para desayunar, pero al hacerlo, ví un camino hecho con petalos de rosa, no sabía porque estaban ahí pero decidí seguirlas hasta el final de las escaleras y luego hasta llegar a la cocina, ya no habían mas petalos y subí mi
Mirada y ví a mi madre que estaba ahi parada con una gran sonrisa al lado del comedor, volteé mi vista hacia ese ya mencionado comedor y logré observar un pancake en forma de corazón y un vaso de jugo de naranja.

-Mamá, gracias.. que lindo detalle.*dije con una sonrisa en la cara con disposición de abrazarla y ella caminó hasta el pie de la escalera*
-Yo no lo preparé*dijo colocando su  mirada picara y subiendo las escaleras*

Estaba confundida, ¿Acaso la comida se preparó magicamente?, todo esto era muy raro, primero un camino de petalos y ahora un desayuno autopreparado. Aunque me parezca extraño todo lo ha pasado, seguí mi dia como que nada. Cuando terminé de desayunar, tomé mi mochila y caminé hasta la puerta, la abrí y me llevé la gran sorpresa de ver a Thomas de pie en frente mio.

-Hoy es viernes querida Emma* me abrazó*
- Lo se, estoy super emocionada y ¿Qué tienes planeado?
-Es un secreto, ahora vamos al colegio, digamos que ya vamos un poco tarde.
-Tienes razón, vamos.

Mi gusto por el juego de no pisar las grietas había vuelto y esta vez era mejor ya que tenia a alguien con quien jugar. Al principio pensé que estas cosas eran muy infantiles, pero luego entendí que esta es mi manera de ser y nadie puede cambiarla, además si a alguien no le gusta como soy, pues que se pudra porque me vale lo que digan de mi. En fin, Thomas era increible, esto del juego le parecía raro pero aún asi jugaba conmigo, soy muy feliz con el, él es como la otra pieza del rompecabezas que encaja a la perfección conmigo.

Llegamos al colegio justo antes de que sonara el timbre y nos cerraran la puerta. Nos sentamos en nuestro pupitre y saqué mi cuaderno, Thomas solo colocó su mochila en la mesa y al abrirla metió su mano en ella y al sacarla tenía una rosa de foami.

-Se que te encantan las rosas, pero también sé que odias que  se marchiten, y es por eso que decidí hacerla de foami para que no se arruine y puedas apreciarla cada vez que tu corazón lo desee.
-Sabes que el corazón no puede sentir ¿verdad?*dije entre risas*
-Es una metáfora señorita arruina momentos*dijo para darme un abrazo*
-Ustedes dos cállense o los cambiaré de lugar*Era la voz de la maestra usando un tono muy amenazante*

Lanzamos una pequeña risa y luego nos concentramos en ponerle atención a la clase. Durante todo el día Thomas estuvo llenándome de detalles muy bellos como el helado que me compró a la hora del recreo y la canción que me canto en ese mismo recreo y a pesar de que cantara feo, me pareció muy tierno de su parte. A la vez me sentía muy mal, ya que yo no tenía que darle y no me salía ninguna palabra de mi boca como para agradecerle, estaba nerviosa, sentía ese típico hormigueo en mi estómago y lo único que se notaba en mi cara, era una sonrisa avergonzada y el color rojo que se posaba en mis mejillas.
Ya faltaban pocos minutos para la hora de salida asi que comenzé a guardar mis cosas, justo cuando terminé de hacerlo, sonó el timbre. Después de despedirme de Thomas, salí del salón hacia el baño para cambiar mi uniforme habitual por el uniforme que usaba para el entrenamiento de volleyball. Cuando salí, sin queres escuché una conversación entre Thomas y Sam.

-Quieres ir a almorzar, y luego volver para la práctica*le dijo Sam a Thomas*
-Tengo otros planes, será para la próxima*dijo Thomas con su mano en el cuello simbolizando nerviosismo*
-No importa hermano, te veo en la práctica*dijo Sam y se dió la vuelta con disposición de caminar hacia el campo, pero fue interrumpido por Thomas*
-Ahí también hay un detalle*hizo una pausa como de 5 segundos*... la cosa es que tengo que preparar todo para la cita que tengo con Emma hoy en la tarde.
-Pero eres el mariscal, que se supone que le diré al entrenador*dijo Sam volviendo los pocos pasos que había dado*
-No te preocuopes por eso, yo lo arreglaré todo después*dijo Thomas entre risas colocando una mano en el hombro de Sam para luego quitarla y salir corriendo*
-Ese tipo enserio te ama, lo sabias ¿verdad?*dijo y se volteó*, sé que estás ahí Emma, sal de tu escondite.
-¿Cómo supiste que estaba ahí?*dije saliendo de detrás de la puerta principal del baño*
-Te ví entrar para cambiarte y no te ví salir, todo era cuestión de lógica.*dijo entre risas*, pero tranquila que Thomas no se enteró de nada.
-Gracias al cielo*dije soltando un aliento de despreocupación* y.. ¿no le dirás nada?*dije mientras mi procupación volvía*
-No soy asi Emma, ahora vete porque tienes que ir al entrenamiento.*dijo dándome un abrazo*...Adiós.
-Adiós*dije y me fuí*

*********4 de la tarde*********
Ya había terminado el entrenamiento, asi que me fui a mi casa. Una vez ahí, me puse a pensar en que el problema con la cita que no ocurrió era que yo me concentré mucho en mis aspecto, por lo tanto esta vez, solo me puse una camisa con el dibujo de la torre effiel con la frase de "C'est la vie mon cheri" en ella, unos jeans negro y mis bellos converse negros. En cuanto a mi maquillaje, solo me puse un poco de labial y tomé dinero en caso de que lo necesite y lo metí en mi bolso. Cuando ya estaba lista, me entró un mensaje de Thomas el cual decía que me estaba esperando en la puerta de mi casa. Bajé las escaleras hasta llegar a la puerta, la abro y ahí estaba Thomas con una ropa tan casual como la mía.

-Te vez hermosa*dijo y se acercó para darme un beso en la mejilla*
-Gracias, ¿nos vamos?
-Claro.

Me llevó a un carro que supongo yo que era de algún familiar ya que si tuviera uno propio no iría caminando al colegio, abrió la puerta del copiloto para mi y yo le dí una sonrisa a la cual él respondió con una igual. No tenía ni idea de a donde ibamos ya que él me tapó los ojos con una benda durante todo el camino. Al final, el auto se detuvo y eso significaba que obviamente habiamos llegado. Solo se escuchaban los cantos de los pájaros y el sonido de la puerta del piloto abriendose seguida del sonido de mi puerta que se abría. Thomas extendió su mano, la cual yo tomé para no caerme, salí del auto y me comenzó a llevar a lo profundo de lo que yo consideraba un bosque por la tierra que pisaba.
Cuando por fin llegamos al lugar al que Thomas me decidió llevar, se colocó atrás mio y me quitó la benda para luego abrazarme por atrás. No lo podía creer, era tan bello que casi me desmayo.

-Te gusta*susurró a mi oido*
-¿Gustar? Esa palabra le queda demasido pequeña a lo que siento por esto.
-Entonces si te gusta*dejó de abrazarme y me volteé para verlo a los ojos*
-Me encanta*sonreí*, no puedo creer lo tierno que eres.
-Sólo contigo.*dijo y unió su frente con la mía*

Valió la pena haber faltado a la práctica de football. Había una manta cerca del lago en la cual supongo yo nos sentaremos, en ella había una canasta de picnic y en cuanto a decoración... había un gran arco hecho con los mismos arboles (creo que esa es la razón por la que escogió este lugar), en ese arco Thomas había puesto luces del color de la bandera de Francia y unas fotos de los lugares mas bellos de París colgados de unos hilos. También ví muchos petalos de rosa que rodeaban la manta para el picnic. Todo esto es increible.

-Se que te gusta Francia y para ser mas específico, París... por lo tanto traté de hacer este lugar lo mas perecido a París que pude.

No podía decir ni una sola palabra de la emoción, así que nos sentamos a disfrutar del picnic ( que por cierto, era comida francesa), cuando ya estaba mas calmada, comenzamos ha hablar de cosas que haciamos antes de conocernos y cosas que nos gustaría hacer en nuestro futuro. Al final de la cena, nos recostamos en la manta uno al lado del otro a contemplar las estrellas y buscar figuras al unirlas. Mi noción sobre el tiempo era nula, ya que sólo podía concentrarme en pasarla bien con Thomas. De repente Thomas se levantó y buscó algo en una mochila pequeña que traía, sacó un cuaderno y me lo dío. Al abrirlo, en la primera hoja decía "Nuestro Cuaderno De Recuerdos", no logré contener las lágrimas de alegría que poco a poco descendían por mi cara.

-Tengo que admitir que hasta cuando lloras te ves hermosa* usó sus dedos para secar mis lagrimas*, pero no me gusta verte llorar.
-Es que nadie, jamás en mi vida me ha tratado asi de bien. Primero el camino de petalos de rosa, luego que me acompañaras al colegio mientras jugabas conmigo, después la rosa de foami, el helado y la canción... y ahora este cuaderno que estoy segura de que grabará lo que ha pasado y pasará entre nosotros, enserio eres el mejor chico del mundo y no se como agradecerte...*sonrió y nuestras frentes se juntaron, estaba a punto de devolverle la sonrisa, cuando sentí que él me había besado, le correspondí el beso y aproximádamente duró 10 segundos pero la verdad a mi no me importaba cuanto había durado ese beso*
-No tienes que agradecerme* no pensé en lo que iba a hacer y sólo lo hice...lo besé*

Después de ese hermoso y emotivo momento, seguimos viendo las estrellas agarrados de la mano, luego volteó su cara y yo hice lo mismo... -Te Amo Emma Haston.-Y Yo a tí Thomas Miller. Respondí, sonreí y luego coloqué mi cabeza en su hombro y seguimos viendo el firmamento hasta quedarnos dormidos.

Nada Es Para SiempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora