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"Cuando sentí que llegaba a mi mesa me levanté y Marco quedaba justo frente a mí.
-Lamento haberte hecho esperar...- esas palabras hasta me parecieron más crueles de lo normal.
-No te preocupes... eso no importa... te pedí que vinieras porque hay algo que debo decirte..."-
Sabo:
Estaba decidido a ser sincero con él, pero ahora que lo tenía frente a mí, me costaba encontrar las palabras para hablarle.
-Bien... te escucho- me dijo y me invitó a volver a sentarme a la mesa, donde había estado bebiendo café como un desquiciado. Lo miré más atentamente, parecía cansado y sus mejillas estaban algo más sonrojadas de lo normal... ¿estaba enfermo y tenía fiebre?
-¿Qué... que ocurre?- me preguntó algo sorprendido cuando mi mano llegó hasta su frente. Parpadeo un par de veces sin entender mi accionar.
-No tienes fiebre... tu cara está muy roja...- dije como si nada, como si estuviese tratando con Luffy.
-Ah... eso...- respondió tomando mi mano y apartándola de su rostro – pase a un bar a beber algo antes de venir aquí...-
Nos miramos un momento. Había pasado mucho tiempo desde la última vez que lo había visto.
Seguía tan apuesto como la primera vez que lo vi, incluso diría que más... al notar que no podía quitar mi vista de él, sacudí mi cabeza, carraspee un poco y lo miré serio otra vez.
-No importa... quiero acabar con esto lo antes posibles. Seré breve y directo Marco.
Me devolvió una mirada de total asombro. Debo admitir que me sentía aterrado.
-Quería decirte que...-
-Ace me visito en un sueño anoche...- me soltó de pronto. Esta vez yo fui el sorprendido - Tu también estabas ahí...- dijo mirando por la ventana.
-¿Ace?- ahora que lo mencionaba, también yo había tenido un sueño algo extraño con él, y Marco también estaba en ese sueño...
-Donde sea que esté, está preocupado por nosotros, especialmente por ti, y admito que me da un poco de celos...- una sonrisa se dibujó en su cara, una que no veía desde hacía mucho tiempo en realidad. Suspire. Estaba en lo cierto, no deja de amar a Ace aun después de muerto.
-No tengo ninguna posibilidad ¿verdad?- dije también sonriendo y mirando por la ventana. Sabía que este día llegaría al fin, y me siento sorprendido de que no me afecte como creí que pasaría.
La gente iba y venía al otro lado de la ventana sin preocupaciones ni decisiones que tomar.
-También tuve un sueño bastante extraño con él, y aunque no lo creas también estabas en ese sueño...- comencé – Ace y yo deseamos lo mismo para ti... que seas feliz y que puedas entregar tu corazón a alguien más, y en mi sueño te decía que si la persona que puede darte esa felicidad no soy yo está bien, siempre y cuando vuelvas a sonreír como lo hacías cuando estabas con mi hermano, para mi estará bien... es por eso que ahora estoy más seguro que nunca de lo que tengo que decirte-
