Calico - Callie Hart

Capitulo 19

CAPÍTULO DIECINUEVE

CORALIE

Levantarse y caer

ENTONCES

Me quedo en la cama durante una semana. Me cuesta incluso llegar al baño. Al principio mi padre insiste en ayudar a mi ducha. No puedo persuadirme de que no necesito la ayuda, por lo que estar allí, hombros redondeados, el cuerpo encorvado, con los ojos cerrados, golear agua fría mi cuerpo golpeado. Después de los días tres, estoy sangrando aún, sin embargo, y la visión de la sangre dando vueltas alrededor de la fuga en el plato de ducha parece rechazarlo. Me dice entonces que hasta que yo soy mejor que debo permanecer en la cama .

Tenía razón en mis contusiones. Los de color morado oscuro sombras en la cara se desvanecen rápidamente por lo menos. En el momento en que tengo que volver a la escuela, son de un tono enfermizo de verde y amarillo. Con una aplicación sutil de algún fundamento encubrimiento, son casi invisibles.  

Puedo casi moverse por si camino lentamente, pero mi padre me impulsa a Port Royal alta de todos modos, al igual que dijo que lo haría. Veo Callan esperando a que yo fuera simplemente de Willoughby, como de costumbre, pero él no me ve volar por en el coche.No pretendo fijarse en él.  

Nadie me habla en los pasillos de la escuela. Los otros estudiantes pasan de una clase a otra, riendo y bromeando, ajeno al hecho de que el mundo ha terminado. Callan y yo no tienen ningún clases juntos, así que no lo ven hasta el almuerzo en la cafetería. Se deja caer su bolsa en una mesa vacía y hace un guión para mí tan pronto como él me ve. "Ahí está, mi pequeño pájaro azul ." Él envuelve sus brazos alrededor de mí y me tira en un beso, y yo ni siquiera sabía cómo responder. Estoy tan aliviada de verlo. Estoy hecha adentro hacia afuera al verlo, también, porque tengo que decirle lo que ha pasado y yo no sé cómo. No voy a ser capaz de encontrar las palabras adecuadas para hacer que las noticias duele menos; que va a matarlo. Me besa suavemente, ahuecando la parte de atrás de mi cuello en la mano, y me siento a mí mismo cayendo a pedazos ya. En el otro lado de la cafetería, Shane y Tina chillido y alegría como Callan me besa, y se quede ahí, va junto con él, porque Callan parece feliz y no quiero cambiar eso todavía. Su mano se mueve entre nosotros, en secreto cepillado mi vientre, en secreto tratando de saludar a nuestro bebé. Nuestro bebé que es ya no está allí.  

Callan produce un bolígrafo de detrás de la oreja y lo mantiene a mí. "Necesito un poco de tinta fresca," dice él, tirando de la manga de su sudadera, dejando al descubierto su brazo.He echado de menos mi Coralie Taylor originales obras de arte ".  

" Callan , puede que solo-"  

Él menea la pluma delante de mi cara, con una sonrisa angelical. "¿Por favor?"  

Tomo la pluma de él, sin ver que el pequeño o grabado, apresurado creo en la muñeca de un pájaro. Un pájaro azul , para ser precisos. Soy tres segundos de estallar en lágrimas.Callan debe verlo en mi cara.

"Whoa ... Whoa, qué demonios, Coralie. ¿Qué pasa? "La cara de Callan cae, y por un momento creo que está lo descubrió, que ya no estoy embarazada. Pero luego dice, "Oh, mierda. Usted ya sabe , ¿verdad? Ya has visto? "Y sé que él no tiene ni idea.

"Visto lo que?"

"El tiro que tomé de que hace un par de semanas con la contusión bajo su ojo. El que consiguió jugar lacrosse? Yo ... "Él hace una mueca. "Dios, sé que debería haber pedido, pero era una imagen tan cruda y usted no estaba en Nueva York, y, bueno ... Yo como que lo vendió."

Mi encoge el estómago. Sé que la imagen que está hablando con demasiada bien. Volvía a casa una noche y Malcolm estaba completamente borracho. Ni siquiera me había hecho nada malo. La había hecho ninguna excusa como había arremetió con su cinturón, la captura de mí en el lado de la cabeza, con su hebilla . Un centímetro más y me habría cegado. No había habido ninguna manera para mí para ocultarlo, así que papá había entrenado a mí a través diciendo que había conseguido la lesión durante un juego de lacrosse. Callan no me había imaginado segunda. Le había dado ninguna razón para hacerlo. Él me había pedido que le permitiera tomar una foto con su Leica, sin embargo.Dijo que la contusión contrastaría locamente de una imagen. Finalmente me había dado y le dije que podía. Nunca en mis sueños más salvajes se me ocurrió creo que nadie más lo vería. "¿Hiciste qué?"