Oficinas del FBI, Pittsburg, Pensilvania.
Sophia suspiro cuando la manta le cubrió los hombros y poco a poco el calor combatió al frío que le hacía temblar la mandíbula. La luz de aquella oficina era definitivamente mucho mejor que aquella oscura y helada bodega en la que se encontraba anteriormente y el olor mucho mas agradable. Estrujo la taza con te humeante entre sus manos y la llevo hacia su boca para dar un trago.
—¿Sabes por que estas aquí?— las palabras del teniente Roth le hicieron a la chica subir la vista hasta el hombre al otro lado del escritorio.
—Tengo un par de teorías.
—Y a mi me encantaría escucharlas y lo haré cuando llegue tu abogado.
—No es necesario.
Matthews curvo una ceja.
—¿Sabes que el estado puede otorgarte uno si no puedes costearlo? ¿No?
—Lo se. No quiero.
—De acuerdo. En ese caso, Sophia... mi nombre es Matthews Roth, soy el asistente del director del FBI ¿Te importa si te hago un par de preguntas?
Sofia, negò con la cabeza.
—¿Por que crees que estas aquí?
Sophia guardo silencio y pensó en todas las razones que pudo terminar en ese lugar. Miro la madera barnizada del escritorio ante ella, mientras su cabeza maquinaba miles de pensamientos.
—¿Por que no he pagado impuestos por un par de años?
El oficial Roth río por los bajos.— Si, bueno...esa es una con la que podrías iniciar la lista. Pero no es la razón exactamente, yo mas bien quiero saber ¿Como es que lograste desaparecer durante ocho años?
—Con un poco de ayuda.
—Con un poco de ayuda...de tu padre.
La chica jadeo.—Si.
—Pero el comandante Bradley murió hace tres años y sin embrago, sigues sin siquiera existir para nuestros radares; y no solo para los nuestros, tu Sophia Bradley; relativamente no existes ¿Como me explicarías que una chica de veinticinco años engañara al FBI de tal forma?
—Mudarte es una buena forma de hacerlo, para empezar.
—¿Cuantas veces te has mudado?
Sophia encogió los hombros con desdén.—nueve...diez veces, no llevo la cuenta.
—¿Por que lo has hecho?
"Para huir" las palabras quedaron a la mitad. Incapaz de salir de sus labios. Muchas veces en el pasado, cada vez que tomaba la maleta con escasas pertenencias y la caja con sus viejos libros se hacia la misma pregunta ¿Por que seguía huyendo? ¿Y cuando tiempo mas tendría que hacerlo? Entonces todas las imágenes junto a aquel hombre la abordaban; los buenos, como los malos y como siempre estos ganaban y con un nudo en la garganta corría lejos de aquel lugar donde comenzaba a sentirse insegura para comenzar en uno nuevo; desde cero....
—¿De quien huyes Sophia?
Con un nudo en el estomago, la pelinegra miro al hombre y entre-cerro los ojos.
—Nunca he sido buena estableciéndome, entonces, supongo que la repuesta es a su pregunta seria; huyo de mi misma.
Por un momento la habitación se quedo en un burdo silencio en el que Sophia creo era capaz de escuchar a su corazón golpear contra sus costillas.
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Perfect Crime
ActionAlaric esta dispuesto a todo para reencontrarse con Sophia. Novela escrita por Madison Aigner. 9/01/16