Crush #wattys2018

√3

Nuevo día.

¿Como empezar? No puedo evitar sonreír, ¿suena estúpido?

Se que Harry no me dijo que le gustaba, o simplemente que era guapa. Es inexplicable el porque sonrío como boba.

—¡Valerie! —grita mi madre—¡A ver a que horas te paras!

Gruño—Agh—me levante mi cómoda cama—¡Ya me pare! —le avise—¿Estas feliz? —murmure.

Para ser feliz y ser buena hija necesito diez horas de dormir, como mínimo. Pero mi madre no lo ve como receta para ser feliz sino, como: receta para ser una floja sin remedio.

Me comienzo arreglar, preparando una ducha con el agua hirviendo tanto como a mi me gusta. Al terminarla; busco mi uniforme (lo cual es raro estando en la universidad y solo es para las mujeres) el cual consiste en solo una camisa con el nombre de la institución, y mi maquillaje.

Bajo torpemente las escaleras, con la preocupación de caerme de boca me tomo de la agarradera de madera que se encuentra junto a ella. Al final de estas, mi madre me mira con desaprobación, miro mi celular para ver la hora y efectivamente la comprendo, son las 6:50 am y la hora de mi primera clase es a las 7:00 en punto. Ni un minuto más, ni uno menos. ¿Cómo se supone que llegare temprano si hago veinte minutos de viaje?

Miro a mi madre—No me mates—le ruego.

Suspira cansada—Desayunas en el auto—me extiende un plato de cereal con leche, el cual por lo visto ya está remojado. Odio el cereal así.

Tomó el plato y me dirijo a el carro, suerte que anoche si prepare mi horario.

{...}

Miro mi reloj, 6:30 am. Si no hubiera sido por la tonta alarma de mi hermana, Dios sabrá a qué hora me hubiera despertado. Ya estoy en la escuela, llegué hace quince minutos y sigo sin poder creer que llegue antes que mis amigos.

Harry: ¿Dónde carajos estas? 😡

Mark: En mi cama, animal. ¿Dónde querías que estuviera? 🙄

Harry: ¡En la maldita universidad! 😒

Mark: ¿Hoy hay clases? 😳

Mark no cambia. Nunca asiste a clases ni sé el porque le pregunte.

Han pasado diez minutos, 6:40 y Dan recién llegó junto a Jessie, la cual me ha estado viendo raro los últimos minutos.

—¿Qué se te perdió en mi cara? —le preguntó, tomándola por sorpresa.

Piensa un momento—te ves diferente, Harry.

Frunció el ceño—¿Diferente? —pregunto confundido.

—Creo que estoy notando en ti una pequeña pizca de inteligencia, lo cual es muy raro—sonríe cínicamente y se va junto a una de sus amigas.

Cierro el puño en señal de enojo, y Dan se percata de ello. —Tranquilo, ya sabes cómo es.

—Es un grano en el trasero.

Dan ríe y por una extraña razón me tranquiliza el estar con mi mejor amigo, después de tantos problemas en mi vida.

—¿Sabes qué hora es? —dice después de una larga charla de tonterías—perdí mi teléfono.

Observo mi celular y veo un mensaje nuevo. —7:15

Dan se despide de mí para llegar corriendo a su salón, estoy seguro que tendrá retardo. No me interesa entrar a la clase de Química por lo que decido mejor quedarme a ver a las personas que llegan tarde a la escuela y a los maestros, me siento en una banca y saco algunos libros para simular que estoy estudiando y que no me regañen por no estar en mi aula. Coloco mi teléfono en el libro de texto para qué crean que estoy leyendo, pero en realidad solo observo mis mensajes nuevos.

Numero desconocido: Me encanta como te ves hoy, Harry.

{...}

Por una extraña razón mi madre decidió hace más tiempo en la hora de ida para la escuela, nos tardamos unos minutos más, pero ya era definitivo que no me dejarán entrar a español. Mi primera clase.

Me siento en una de las bancas que se encuentran en la plaza central de el campus universitario, no estaba sola, observe mi alrededor y mi mirada se centro en una persona: Harry Styles.

Saco una de mis libros románticos y lo pongo de manera vertical para que no me pueda ver el rostro ni mi teléfono por si intenta buscar a la persona con la mirada.

Numero desconocido: Me encanta como te ves hoy, Harry.

Veo el como lee el mensaje, según el de manera discreta. Sonríe, pero a los pocos segundos frunce el ceño. Tal vez no sabía que estoy en la misma universidad que él. Veo el como voltea a los lados, pero jamás a en frente, en donde me encuentro yo. Por lo que me permite apagar el celular y hacer creer que estoy viendo la novela que estoy leyendo.

Harry se levanta y empieza a caminar hacia las personas que están a nuestro alrededor.
Por fin se encuentra caminando hacia mi dirección—Disculpa, ¿sabes qué hora es?

Lo miro mientras tomo mi teléfono el cual yace apagado. —Lo siento, no tengo batería—miento.

{...}