Capítulo 11

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Era la noche del día siguiente, estaba mirando una película cuando recibió una llamada de Alissya, preguntaba si podía ir a su casa para pasar el rato, y como tan solo eran las ocho de la noche, dijo que sí. 

Su padre no estaría hasta la media noche, y hasta entonces podría hacer lo que quisiera. Le avisó que Nicholas quería ir, y Anna aceptó con gusto el hecho de que él apareciera. 

Aparecerían en una hora, en ese tiempo… Anna se daría un baño, y arreglaría un poco su habitación. 

Quince minutos después, salió con una toalla alrededor de su cuerpo, y con el pelo suelto chocando contra su espalda. 

Entró a su pieza tarareando una canción, y fue hacia el ropero para tomar su ropa interior, y una blusa con un pantalón de mezquilla. 

Tiró todo en la cama sin mirar hacia esta, y al darse media vuelta, levantó la vista y soltó un grito ahogado. Llevó la mano a su corazón que inició a palpitar con rapidez al saber que no solo Anna permanecía en el cuarto. 

Alzó una ceja, y luego, respiró profundamente intentando entender que sucedía. 

Él estaba ahí sentado en la cama con todo la ropa de Anna en su regazo, y con una sonrisa estúpida en medio de su cara. 

—Vale, esto se te ha vuelto una costumbre… 

Él miró hacia los lados, y su sonrisa se amplió. 

— ¿Qué cosa? 

—Entrar sin preguntar a mi casa, Bieber. 

Soltó una risa leve, y dejó la vestimenta de Anna sobre su cama, y separó de la misma caminando a por la castaña. La acorraló contra el armario y su mirada bajó a todo su cuerpo que estaba cubierto por una toalla. 

Anna, incomodada, bajó la cabeza. 

— ¿Podrías irte? No puedes estar aquí. —Pidió Anna en un susurro. 

Justin la tomó del mentón. 

—No soy como Sandy, no te haré daño. 

—Nunca me has tocado un pelo, y lo sé pero, el daño psicólogo es mayor. —Dijo mirándole directamente a los ojos. Anna, estaba teniendo un valor extremo para hablar con él. 

Al saber que Justin no la golpearía, era más valiente. Cuando Sandy le insultaba, no había palabras para que ella pudiera defenderse, de una u otra manera le golpearía, y la podrían dejar tan mal que, capaz nunca pudiera recuperarse. 

Se acomodó la toalla, esta se estaba desatando del pequeño nudo que le había hecho. 

Justin se acercó más a ella, juntando sus anatomías. 

Anna quería alejarlo lo más rápido posible. 

No soportaba tanta cercanía. 

No soportaba que se mezclaran sus respiraciones. 

No soportaba a la persona que tenía enfrente. Y tal vez, nunca lo haría.

— ¿Sandy te mando a qué vinieras aquí a humillarme? —Anna resopló molesta sabiendo que eso seguro era verdad. 

—No, vine por mi cuenta… Sandy no me manda, perrito. —Lo digo en tono de burla, el ánimo de Anna explotó. 

« Maldito imbécil. »

— ¡¿Por qué no te vas al diablo?! —Le empujó en el pecho, y trató de tirarlo al piso pero no pudo hacerlo. — ¡Eres un estúpido! ¡Vete con tu maldita novia! 

Let me die.-Adaptada-.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora