"¿Por qué no me contestas?"
Louis había enviado el mensaje hace tres horas, y desde ese momento no se había movido de su lugar en el sofá, vestido con la misma ropa de la noche anterior, envuelto en una sábana y mirando su teléfono. Muy en el fondo estaba consciente del ruido de la televisión, pero realmente no le prestaba atención, sólo la había encendido para no lucir patético ahí sentado y para que no hubiera silencio.
Había pasado una semana completa desde la última vez que vio a Harry y se estaba volviendo loco.
Se había sorprendido, porque había aguantado un día y medio sin saber de él, hasta que se rindió y decidió mandarle un mensaje, pero no obtuvo respuesta. Había esperado como loco una respuesta, un mensaje chistoso o sucio como los que siempre le mandaba, un mensaje que lo tuviera sonriendo como loco, pero nunca lo obtuvo.
Su "¿por qué te fuiste?" no había sido respondido, al igual que el resto de sus mensajes. Había intentado llamar una vez, pero la voz de Harry en su buzón, lo había vuelto aún mas loco, y no volvió a intentarlo.
Los únicos mensajes que yacían en su bandeja de entrada, eran de Zayn o de su mamá, y probablemente en otra situación se estaría quejando de su falta de vida social, pero sólo podía pensar en Harry. No estaba seguro de lo que Harry pensaba acerca de su relación, o lo que sea que tenían. Pero podía jurar que también sentía algo, lo pudo ver en sus ojos la última noche y lo pudo sentir en la manera en que el chico se aferraba a él, como si nunca quisiera dejarlo ir.
Pero se había ido. ¿Qué tal si Louis estaba equivocado? Tal vez Harry nunca sintió nada y se fue porque Louis se estaba encariñando mucho. Tal vez estaba asustando al pobre chico con sus constantes mensajes.
Lo hizo sentir mejor, saber que tampoco le estaba contestando a Zayn.
Pensar en que probablemente él era el único de los dos que sentía esta "cosa", esta necesidad de seguir juntos, lo aterraba horriblemente. Porque si sólo Louis lo sentía ¿cómo iba a superarlo? Estaría solo para siempre, envejecería pensando en esa sonrisa boba con ojos verdes y cabello rizado.
Pero la peor parte no era preocuparse de si Harry también pensaba en él, era simplemente el hecho de extrañarlo. Extrañaba jodidamente mucho al pequeño idiota, la manera en que siempre tenía hambre, y por supuesto que extrañaba su estúpido y asqueroso café, extrañaba la forma en que cantaba despacio cuando pensaba que Louis no lo escuchaba. Era un constante dolor en el pecho de Louis. Había cosas que le recordaban a Harry en todos lados. El miércoles había encontrado uno de sus suéters debajo de la cama. Se sento en el piso aspirando el perfume que aún seguía ahí, y después paró, pensando que eso era raro.
Así que, sí. Louis extrañaba la risa fuerte de Harry, y sus malditos hoyuelos que se formaban cuando sonreía de verdad...pero no tenía ningún derecho a extrañarlo.
Harry no era suyo.
Louis siguió observando su celular, pensativo antes de teclear otro mensaje. Vaciló con el botón de "enviar" un par de segundos, pero eventualmente lo hizo.
"Perdón"
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Había pasado otra semana. Louis había cogido el hábito de usar el suéter de Harry cuando estaba en su departamento. Había faltado a todas sus clases y no le preocupaba en lo más mínimo cuánto se atrasaría. AL único lugar donde iba, es a trabajar. Pero porque no se podía dar el lujo de perder ese dinero.
No había intentado enviarle más mensajes a Harry, a pesar de la comezón de sus dedos por hacerlo. Harry había dejado su intención más clara que el agua, al desaparecer de su vida, y Louis no planeaba seguir insistiendo si claramente Harry no sentía lo mismo.
