Amy volvía de la escuela, un día, como siempre, normal, estúpido, con maestros tontos atormentados por dentro y haciendo su trabajo solo por dinero, y parecía que Amy era la única que lo notaba (no pienses que Amy es un prodigio, que es una de las mejores estudiantes de su país y que el estudio no era problema, de hecho le iba mal en notas, pero eso es irrelevante para la historia; aunque me gustaba la idea de mencionarlo). Caminaba hacia su casa mientras veía detalladamente a los pájaros levantarse de lo más bajo del suelo y volar muy alto, los envidiaba por volar despreocupados, en realidad odiaba a cualquiera que pudiera ser feliz, excepto si, claro, esta persona fuese Rose. Al llegar como siempre el padre de Amy estaba trabajando así que al llegar a la casa estaba sola, como era normalmente, ella y su padre ensuciaban la casa casi nunca, entonces no había nada que recoger. Amy se iba a su cuarto en cuanto terminaba de comer cualquier cosa, en él no hacia más que escribir, mirar películas que solía ver con Nicole como si quisiera revivir aquellos momentos, y de nuevo escribir, perdiéndose en sus letras, hasta que llegaba su padre, luego tenían una cena los dos, la cual siempre hacía creer a su padre que su hija estaba bien, dentro de lo que cabía, cuando en realidad... bueno, ustedes ya agarran la idea de como se encuentra Amy ;). Después de la "bonita" cena en "familia" el padre de Amy debía regresar a trabajar y por supuesto la dejaba sola de nuevo. En la fría noche, solo en aquellas que podías diferenciar de unas noches normales, Rose golpeaba la puerta de la casa de Amy y ella le abría con gusto. Así que en la noche del viernes pasó lo mismo sin falta.
— ¡Rose! Sabía que eras tú —Le dijo Amy con gusto —Te estaba esperando.
— Hola-hola, pequeña Amy, también tenía ganas de verte. ¿Cómo podría dormir sin ver a mi amiga? —Le decía mientras se acomodaba el cabello largo y negro.
Luego platicaron sobre cosas diarias como sus pensamientos y lo que habían contenido ese y guardado para lo siguiente que harían, con eso, salió el tema y Rose pensó que era el momento justo para poner al día a Amy.
—Es tiempo de que te enteres de lo que he planeado todo estos últimos días.
— ¡Oh! Por fin, la verdad pensaba mucho en ello... ya quería que me contases, pero sentía que debía darte tu tiempo.
— Sí, nunca dudes de mí. He pensado en nuestra siguiente obra de arte, como ya deberías haber sospechado, será asombroso, de este te encargarás tú.
— ¿Yo? Pero si...
— Shhh, espera —Entonces hubo un silencio obligado en la noche fría y Rose miro al cielo buscando algún sonido con sus oídos, si la pudieses ver, te daría un aire a una militar en estado de alerta —No es nada, olvídalo.
— A veces me das un poco de miedo...
— Luego me agradecerás, ahora, déjame terminar. Te encantará, lo he planeado todo muy bien, muy bien —Rose se mordió un poco los labios —Mira: Todo este tiempo he buscado algún lugar, uno no tan... Mmm ¿Cómo decirlo? Apto para nuestras obras, porque joder, los lugares de las otras veces, joder, eran asquerosos.
— Pero... hum... era lo que había, creo que fueron lugares buenos, para esos tiempos, así que realme...
— ¡Amy! ¿Cómo decir eso? Te hace falta aprender sobre lo importante que son los lugares donde nace la belleza —Rose hace un poco más gruesa su voz y empieza a mover sus manos para explicarse—de quitarle a alguien su vida y plasmar las emociones en un cuerpo, que mientras puro esté... mejor.
— Pues, no lo sé, creo que deberías enseñarme...— Claro que sí, para eso estoy aquí, chica. Por lo mismo esta obra la harás tú, es especialmente para ti. Te explicaré el plan...
Rose, estaba muy entusiasmada por el siguiente acto que le encargaría a Amy, le explico muy detalladamente el plan. Todo dependía de que Amy comprendiera a perfección lo que Rose necesitaba que hiciera, era perfecta para el acto y aunque Amy sintiera un poco de miedo, la emoción le ganaba, esa incertidumbre y la pasión de desahogarse, además que complacer a Rose, era lo más importante que podía haber... Y lo único para ella.
El plan comenzaba citando a la persona en la calle Proofs (Rose sabía que no le diría a nadie la persona sobre su salida, lo había investigado bien y sabía que sus padres trabajaban diario), justo por la cúspide de la ciudad, una calle nada habitada por se había quemado una fabrica de pantalones, por lo cual, se contaban historias de terror creadas por gente con imaginación, en esa calle se sentía la soledad y la incertidumbre de pensar si esas historias eran ciertas, pero claro a Amy no le importaba un carajo las historias de miedo, el lugar se sentía como si de repente no hubiera color en el mundo, era el entorno perfecto para preparar a la persona. Así que cuando la persona llegará al lugar, Amy le diría que explorara con ella los alrededores para ver si encontraban algo, Amy se encargaría de crear la curiosidad en la persona, Rose confiaba en que lograrlo. Después de eso, sería importante que Amy guiara a la persona al lugar que Rose había conseguido, una pequeña casilla vieja sin ventanas de unos pocos metros cuadrados, con una puerta resistente y lejos de cualquier persona que pudiese oír cualquier cosa que no debería. Una vez que la persona entrara en la casilla, Amy entraría en acción antes de que la persona sospechara nada y se pondría sobre ella, para rápidamente enterrar un bisturí en el cuello, justo en la artería, con la gracia que se logra de un movimiento rápido y preciso, después de esto la persona quedaría desangrándose, con un tiempo aproximado de 5 a 10 minutos para vaciar sus emociones contenidas, justo antes de que la persona muriese. Lo importante de ese plan era todo el camino que seguirían, si una sola persona veía a Amy y la otra persona juntos, todo podría desmoronarse. Rose había calculado todos los caminos y los mejores que podía seguir. El plan no tenía falla, era simple, todo dependía de que Amy lograra engañar a la víctima. Todo esto lo detalló muy bien Rose, pero Amy tenía una duda, ¿Quién sería esta persona tan investigada y perfecta para todo esto? Así que le pregunto sin más:
— Rose, pero ¿Quién es? —Amy le da una mirada de curiosidad, que contenía mil sentimientos— ¿No te lo he dicho?
— Estoy segura que no...
— Entonces te va a encantar... —Rose preparó un rostro macabro y sonriendo le dijo—El perfecto lienzo es Yaid...
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Blood Art
Misteri / ThrillerAmy es una chica de 17 años quien con Rose se divierte a su manera, acércate al misterio y suspenso de ésta historia escrita por mí. Descubre poco a poco el secreto y los planes psicópatas de éstas dos "artistas".