9. La verdad sale a la luz

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**No está editado, lee: El Grupo de lo Imposible**  

Me desperté de un sueño inquieto en la cama, no paraba ni un segundo, y se me intenté levantar de la cama, pero cuando me levanté me tropecé y me caí, al suelo, casi rompiéndome al tobillo, casi me mato por accidente, de no ser porque pongo las manos antes de caerme pues me hubiese caído seguro, miré a todas partes y me vestí diferente, por cambiar de ropa, luego salí de casa, y llamé a Rubén, y vino hacia mí, y nos saludamos con un gesto, y no dijimos mucho, casi nada, paramos en la comisaría de Steven, dónde él ya estaba ahí, y nos dijo:

- ¿A qué venís, chicos?

- Venimos a que nos digas que pistas tienes sobre lo que dijo Bernardo

- Pues nos mintió, no hay indicios de que le haya llamado a un jefe o algo

- ¿Fuiste a su casa?

- Yo no, pero fueron unos amigos míos a recoger todo lo que yo necesitaba, y me lo han traído, e investigado el teléfono, y he mirado para ver si le habían llamado antes de la fiesta, como él dijo, pero no tengo nada, de momento, eso sí, todavía están registrando la casa en busca de alguna pista como indicios de que él mató a Silvia, pero de momento no me han llamado a no ser que los haya matado Bernardo-dijo Steven de broma

- ¿Podemos mirar el móvil?

- Por que no-dijo dándole el móvil

Miré el móvil, y vi que algo parecía encriptado, o más bien creo que lo estaba, le pregunté a Rubén si veía lo mismo que yo, y me dijo que le parecía que lo estaba, y le pregunté a Steven:

- ¿Has notado algo en el móvil?

- Lo único que he encontrado es algo que parece anormal, y he intentado descifrarlo, pero no tengo nada, creo que es una combinación difícil, no tengo ni idea de cuantos caracteres tendrá, podría ser infinitas combinaciones

- La máximo de caracteres de un móvil son ocho supongo, así que tenemos, millones de combinaciones, tenemos que sacárselas a ese idiota

Steven asintió, y se levantó de la silla, y abrió el garaje y nos encontramos con un coche de color azul, precioso, que resaltaba por todo el garaje, y que llamaba la atención de nosotros, y nos ofreció a sentarnos en el coche para ir a ver a Bernardo, montamos en el coche, y luego nos condujo hasta la casa de Bernardo.

Llamamos al timbre, y creo que tuvo ganas de cerrarnos la puerta en las narices, pero no lo hizo quizá porque estaba Steven, y por que sujetamos la puerta con la mano, y dijimos a la vez:

- Necesitamos que nos digas tu contraseña de una llamada que te hicieron el día antes de la fiesta

- Yo no hice la contraseña, la hizo mi jefe, pero me preguntaréis "¿Quien es el jefe?", y os diré "mirad a ver si reconocéis esta voz"-dijo pulsando a la reproducción que tenía en un disco, y lo puso en la reproducción

- Hola, Bernardo, soy yo, tu jefe, quiero un favor, quiero que mates a Silvia el día de la fiesta por la noche, y que las pruebas apunten todas a Samuel Ross, si no lo haces ya sabes que te pasará-dijo que sonaba como la voz de Steven, y dije:

- Suena como tu voz, Steven- y miré que ya no estaba Steven, y sin dejar ni rastro no volvió, así que dejó todo a cargo de mí y de mi amigo Rubén, y Bernardo dijo:

- ¿Ahora con que bazas vais a jugar?, todas vuestras pruebas serán como falsas para el juez, ya no me podéis culpar sin ayuda de ese detective estúpido, ¿ahora que vais a hacer?-dijo cerrándoles la puerta

Una serie de asesinatos: Asesinato en Battery ParkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora