Eran las dos de la madrugada y aún estaban los cuatro metidos dentro del auto del mayor, en un mirador, sin decir ninguna palabra. Luego del escándalo en el estacionamiento y la bofetada de Mark a YuGyeom todos se tranquilizaron. Estaban todos confundidos por lo que no encontraron nada mejor que entrar al auto y viajar sin rumbo. El menor no puso objeción, no sabía ni su nombre de lo mareado que lo tenía la situación.
Deberíamos ir a casa. –El musculoso más bajo propuso mirando a su lado a BamBam. El moreno miró a los otros dos y asintió.
No quiero ir a casa. –Dijo el pelirrojo en un susurró que los otros tres pudieron escuchar. Se miraron con dudas, hace un rato el más alto los odiaba y ahora quería quedarse con ellos.
¿Quieres venir con nosotros? –Preguntó BamBam. El menor asintió con la cabeza sin decir nada y eso fue todo lo que necesitaron.
En menos de 20 minutos estuvieron frente al portón de un enorme edifico. YuGyeom observaba todo, desde que salieron del vehículo hasta ingresar al lujoso departamento. Seguía preguntándose en su cabeza porque vivían juntos los tres. Porque todo lo hacían juntos y si antes no fue algo que le importara, ahora era una incertidumbre constante. Todos entraron a aquel amplio lugar, Gyeom se quedó de pie en la puerta mientras los modelos caminaban al living y se sentaban ignorando su presencia, como si él no existiera. Pensó que había sido un error ir ahí. Estaba a punto de retroceder cuando la voz del "mudo" lo sacó de sus pensamientos.
Ven acá... tenemos que hablar...
YuGyeom se sintió tenso, se giró y caminó hasta sentarse al lado del mayor. Porque si algo tenía era que su personalidad a pesar de ser un niño era de conversar los conflictos. Este se acomodó y el castaño lo observó fijo. BamBam y Jackson se miraron entre si decidiendo que era momento de desparecer de ahí, los otros dos no les prestaron mucha atención pues ambos se encontraban perdidos en la mirada del otro. Cuando estuvieron solos, solo sentían sus respiraciones y el silencio de la habitación.
¿Me tienes asco? –Sin dejar ningún momento de mirarse, Mark preguntaba al más alto frente a él.
Yo... Jamás había besado a un hombre. Me gustan las mujeres. –dijo titubeante YuGyeom. Sería lo más sincero posible.
¿No sentiste nada? –No sabía cómo responder a eso, porque estaba tratando de ser sincero y él no podría sentir cosas por un hombre, pero lo estaba sintiendo. Estaba completamente consiente de que mariposas habían pasado por su estómago y no sabía bien por qué pero sentía una tremenda tensión sexual estando frente al "mudo" que ahora no lo era tanto. -¿te pasaron cosas como a mí?
¿Tú sentiste cosas? –El mayor asintió sonrojado. –Yo... -Tomó todo el aire que le fue posible. –También sentí y siento ganas de perder la cabeza.
Piérdela... Aunque nos arrepintamos mañana ¿Quién podría saberlo? –el menor tragó saliva. Quería dejarse llevar por aquel impulso de idiotez que lo invadía. "¿Por qué no experimentar?" Y el contrario tenía razón ¿Quién lo sabría? Después de todo, estaba en el departamento de tres modelos famosos y destacados por mantener el misterio de sus vidas.
Nadie tiene porque saberlo... -eso le bastó a Mark para abalanzarse sobre el más alto, acomodarse sobre sus piernas y comenzar a besarlo con la misma intensidad que lo hizo frente a sus padres. No sabía cómo, cuándo o porque sentía ese deseo por aquel menor. Nunca en su carrera ni en su adolescencia había sentido otro sentimiento o deseo hacia los hombres que no fuera amistad. Pero esto era diferente, YuGyeom tenía algo que le llamaba poderosamente la atención y es que desde que lo vio entrar por la puerta de la oficina en esa agencia no había dejado de pensar en él. No había día desde ese momento en que no recordara lo directo que fue, su perfume tan intenso y esa cara inocente. Para él, vivir el día a día era lo importante, esa era la regla que mantenían los tres modelos, una de las razones por las cuales compatibilizaban tan bien.
Cuando se conocieron los tres habían decidido que todo se trataría de ser libres y hacer lo que quisieran. Por eso en este minuto no se estaba cuestionando si verían mal estar con alguien de su mismo sexo, el solo quería disfrutar el momento. Y ahí estaba comiéndose a besos a un niño, al futuro periodista que podía destruir su carrera con solo hablar de todo lo que había presenciado pero que a esas alturas no le importaba. Tomó su mano y sin frenar los besos, se encaminaron a su habitación. Durante todo el recorrido dos cuadros y un jarrón fueron víctimas de la lujuria provocada por caricias y el intento desesperado de deshacerse de la ropa.
Ya en la habitación y despojándose de sus últimas prendas, no se detuvieron. No hubo cuidado, Mark se sentía demasiado extasiado y YuGyeom solo seguía al mayor. Solo había una duda en ese momento y era quien dominaría la situación aunque no falto discutirlo, Mark cedió ante la atenta mirada de YuGyeom. En ese minuto no hicieron falta palabras, el mayor solo disfrutaba de aquel momento. No había dolor a pesar de ser la primera vez. Sus besos y aquellos movimientos que hacían parecer como si el menor fuese un experto, era todo lo que necesitaba el castaño para sentir que aquel momento era perfecto.
Desde el inicio hasta el momento en que el pelirrojo lo hizo llegar al orgasmo, generando escalofríos y corrientes eléctricas que no había sentido nunca antes, había sido todo desconocido. Todo llegó al fin de aquel acto cuando el menor terminó por dejar su esencia dentro de él y eso lo hizo suspirar de satisfacción y una gran parte de felicidad. Se sentía tranquilo y como nunca antes solo deseaba estar abrazado por aquella persona que tenía en su cama.
Durante la mañana un adormilado YuGyeom caminaba al living, no había encontrado a su lado a Mark por lo que salió a buscarlo. Se había vestido porque a pesar de estar en una casa de hombres se avergonzaba un poco de que lo vieran. Captó la tensión de inmediato cuando llegó, los otros tres estaban serios. Era notorio, acababan de discutir "¿Es por mí?" Dedicó una mirada a Mark, este solo se giró a verlo y con una mirada de odio, habló - Vete de aquí. – estaba usando el tono más duro que podía. El pelirrojo solo pedía con la mirada explicaciones. Sus ojos viajaban del castaño al rubio y del rubio al de labios gruesos. Pero ninguno de ellos era lo que había visto las otras oportunidades. Sintió que aquellos tres de la entrevista y de la noche anterior eran personas completamente diferentes y eso lo tuvo claro luego de unos minutos. -¿No me escuchaste? Ya te sabes el camino. Ya no nos sirves más. -Esas palabras hirientes estaban haciendo que YuGyeom se sintiera humillado y usado.
Podrías servirnos, pero perdiste tu valor. –Esta vez BamBam era quien hablaba. Su voz era de indiferencia e incluso ¿asco? "¿en qué minuto se invirtieron los papeles?" –No eres nada más que un desecho de Mark.
¿Qué mierda les pasa? –A esas alturas el menor solo quería respuestas. Solo quería dejar de sentirse un trapo sucio y sacarse ese dolor en el pecho que comenzaba a formarse. "Por favor que todo sea una broma".
Pasa que desde un principio fuiste un muñequito. No nos importas, jamás nos importaste. Te vimos y pensamos que eras un buen juguete. Le serviste a Mark para su problema y además le diste una buena noche. –YuGyeom no creía lo que oía. No imaginó nunca ser objetivo de un plan de los tres- Lamentablemente fuiste tan fácil que ni siquiera nos diste la oportunidad de decidir quién se acostaba contigo. Y como todos y todas las que han pasado por aquí ya no sirves de nada. –Terminó de escupir el de labios abultados. Mark por su parte le dedicó una mirada que lo destruyó por completo para finalizar en un desprecio, Jackson en todo momento mantuvo su mirada en el piso y BamBam se mantenía mirándole fijo. -¿Necesitas algo más? Retírate ya. Tu presencia es molesta. –El menor tragó saliva e hizo todo lo que pudo por no llorar en ese instante. Aunque su mirada lo delataba, tomó aire y dio una mirada de odio a cada uno de los modelos. Antes de salir de ahí, la voz del otro menor volvió a sonar. –Por cierto, no se te ocurra hablar de más. Estamos acostumbrados a oportunistas como tú. Una demanda y acabamos con tus estudios, tu familia y si queremos, con tu vida. –Eso terminó por destruir al menor. Soltó un sollozo y caminó a pasos apresurados para escapar de ahí y cerrar la puerta para no saber nunca más de aquel trío. Un susurró mezclado con un sollozo que pudieron escuchar sus compañeros a la perfección salió de la boca del moreno al ver como el otro desaparecía y sabía que este jamás lo escucharía pero necesitaba decirlo.–Perdón YuGyeom. Perdónanos por favor...
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Mayday
FanfictionEl destino puede poner en nuestro camino cosas inesperadas. Nuestros actos pueden cambiar la vida de otras personas por muy mínimos que sean. Pero siempre tendremos una historia que contar de esos pequeños o grandes recuerdos. Porque nada esta escr...