V El liceo Ruiz

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Terminé la sección de terapia contrariada, camine por las estrechas callejuelas despacio creía escuchar las voces de mis vidas anteriores qué me martillaban el celebro.

La verdad es qué no recuerdo una relación estable en toda mi vida, nunca e podido tratar bien a ningún hombre, ellos siempre se enamoran de mí en cambio yo los destruyo; no me siento orgullosa dé ello, pero es una realidad recurrente en mí vida, y aunque yo terminé siempre recogiendo las migajas de mí, qué quedan esparcidas por todos lados al final de cada relación, si es qué se le pudiera llamar por ese nombre.
Yo nunca terminaré de entender porque es que me comporto de esa forma.
A pesar de que era viernes y siempre nos reuníamos en el café Loba Loba
Llame a Lorenz y me disculpé, estaba aturdida y sólo deseaba ir a casa, y tratar de repasar todo lo que recordaba de la terapia, y terminé repasando mi vida desde que llegue de la aldea, hasta este pequeño piso en Madrid.

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Cuando llegamos a vivir a Madrid tenía siete  años; mi madre me trajo de improvisto yo era muy feliz en la aldea con mis abuelos; pero según ellos no podrían soportar ver repetirse la misma historia conmigo, eso fue todo lo qué escuché de boca del progenitor de mi madre, que entre gritos la echaba de su casa, y aunque no entendí lo qué querían decir aquellas palabras se quedaron grabadas en mi mente hasta el día de hoy, ya pasaron muchos años y todavía no entiendo lo qué él quiso decir, pero en aquel momento sólo podía ver cómo mí mundo se derrumbaba y a nadie parecía importarle.

Ya instaladas en Madrid mi madre me puso de inmediato en una escuela religiosa donde solo las mujer dominaban; todas monjas, según mí madre ellas me darían la mejor educación, pero esos no serían mis planes avía tenido que dejar atrás mi pequeño mundo y a mi amigo Juliano también a los queridos abuelos, por tanto tomé una determinación, por ahora mi madre decide luego yo decidiré.

Ya no podría recorrer los viñedos ni juguetear con Juliano en las caballerizas
Por tanto qué más quedará, sólo tratar dé crearme un nuevo mundo y por suerte entró Lorenz  a mi vida, ella sé convirtió en mí hermana, mejor amiga y cómplice.
De algo estuve segura, que no permitiría qué nadie manipulara mi camino, siempre me sentí libre y lo seguiré siendo á pesar de tener que enfrentarme a una nueva realidad empezar a labrarme un nuevo sendero en esta enorme jungla de sementó.

Por esa razón me sentía conectada con la mujer de mí vida anterior, aunque de cierta manera se trataba de mí; aunque en otro tiempo; un poco confuso, no?
Lo cierto era que esperaba con ansias la próxima terapia para conocer más dé esa mujer o de mi.
Qué tanto tendría esa vida de antaño con mi vida del presente? Un dilema que quería resolver cuánto antes.

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Después de una semana regresé a la terapia con el doctor Josef.
Me recibió con una sonrisa, estaría contento de verme? O quizás será qué no me esperaba, siempre que llego tengo la impresión de que no esperaba verme, lo cierto era qué aún dudando en continuar estaba de nuevo en su oficina y en su presencia, él me inquieta y ese aspecto misterioso me asusta pero a la vez me atrae, me preguntó si todo estaba bien, le respondí con un movimiento afirmativo, entonces me señaló mi lugar, el deteriorado sofá, camine despacio y lo miré dirigirse al antiguo Buró en busca de algo, y regresó a sentarse en la silla frente a mí con un cuaderno en el que al parecer tomaba apuntes sobre lo que ocurriría en la terapia, y comenzamos.

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Maria estás lista? le gritó su madre
El coche nos espera.
La joven se puso un moderno vestido con muchos flecos se colocó su sombrero de plumas, tomó la pequeña cartera y la máscara qué combinaba perfectamente con su atuendo color crema.
Bajo corriendo las escaleras, risueña y muy eufórica, pero su actitud cambiaría al escuchar a su padre que
se horrorizó al verla.
- Pero qué es eso qué te as puesto? Le gritó.
De dónde lo á sacado? Voltea su atención y sus gritos a su mujer que lo miraba con ojos desorbitados.
Es la nueva moda de Londres amor cosas de jóvenes no te preocupes ya verás muchos modelos parecidos en la fiesta.
-dijo la mujer, mientras tomaba a su hija del brazo y se dirigía a la puerta, ante la mirada atónita del señor Alcántara., que resoplaba, de rabia, siempre a sido muy duro con la joven y no le permitido muchas cosas que según, Mari del Pilar, las demás jóvenes de Madrid hacen, como salir de vez en cuando a solas con otros jóvenes y vestirse a la moda.
Todo lo contrarío la a mantenido bajo estrictas medidas de moralidad que según él le servirán para tener un buen matrimonió.

Al llegar tuvieron qué esperar para bajarse del coche él liceo estaba repleto toda las familias de alta alcurnia de Madrid avían sido invitadas, pero cuando les toca el turno para bajarse del coche se les acerca uno de los encargados de aparcar y les indicó que debían continuar, ya que ellos no debería entrar por la puerta principal sino por la parte trasera y subir de incógnito hasta el segundo pisó, hasta esperar la hora de la presentación de la señorita Maria del Pilar.

Cuándo llegó el tan esperado momento los padres de María bajaron y se incorporaron con los demás invitados mientras ella esperaba en la hermosa habitación, del piso superior, una bellísima habitación, amueblada con todo el lujo posible, María, aguardaba sentada en una cómoda butaca, y pensaba para que serán estas habitaciones tan elegantes, este lugar es para reuniones y bailes no un hotel, pero estaba sumida en sus dudas cuándo escucho el llamado en la puerta, se puso de pie abrió y una joven al parecer empleada del lugar le indicó que debía prepararse para bajar, camino detrás del la joven por un largo corredor que conducía a las escaleras y al escuchar el anuncio del animador de la fiesta mencionar su nombré, se presentó en la parte superior con un poco de temor pues él lugar estaba repleto y no conocía a casi nadie, pero con su fresca y sensual elegancia prosiguió a bajar las majestuosas escaleras de mármol, en medio de aplausos y expresiones de admiración.

Prostituta en otra vida.  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora