X Olvido

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Lola cómo te sientes, dijo la voz detrás de la cortina, abrí mis ojos y de un salto quedé sentada sobre aquella angosta cama de hospital, tratando de desenredar los cables que me ataban mis brazos,  pero un punzante dolor me detuvo;
-tranquila ya vienen la enfermera a desconectarte de todos esos aparatos, dijo Lorenz,  corriendo la cortina que la separaba de su amiga, tratando de tranquilizarla.

Lola tenía el rostro pálido y sus
ojos perdidos, con una expresión extraña en su rostro, cómo si no estuviera presente, Lorenz se acercó y la abrazo con cariño.
-Pero qué susto nos as dado querida, como es qué terminaste en aquel lugar?
La miré desconcertada, no entendí su pregunta.
- Pero de qué me estás hablando?
Dije preocupada y sin ánimo.
- Es que no recuerdas lo qué te sucedió? Me pregunta Lorenz acercándose nuevamente  y basándome en la frente.
- No, le dije
Lorenz se pasó la mano por su cara tratando de encontrar las palabras adecuadas para hacerle saber lo qué qué avía sucedido.
Trató de alejarse con el pretexto de llamar a la enfermera, pero Lola la detuvo tomándola por un brazo con fuerza.
- De aquí no te muevas hasta que me digas que carajos  pasó.
Lorenz la abrazo nuevamente con fuerza  tratando de ganar un poco de tiempo para encontrar las palabras adecuadas para explicarle, que alguien la encontró tirada frente al bar (Lola Loba) en medio de la madrugada inconsciente y vestida con un disfraz cómo si fuera una bailarina del siglo 19.
Qué la llevaron hasta el hospital más cercano, y uno de los chicos  bartender del café la llamó para decirle lo que había sucedido.

Pero no tuvo que ni siquiera que abrirla  la boca, porque, gracias a Dios la enfermera entro en ese mismo instante, para su alivio; comunicándole a las dos qué el doctor estaba por entrar al cuarto para chequearla, Lorenz sé sintió tranquila aunqu...

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Pero no tuvo que ni siquiera que abrirla  la boca, porque, gracias a Dios la enfermera entro en ese mismo instante, para su alivio; comunicándole a las dos qué el doctor estaba por entrar al cuarto para chequearla, Lorenz sé sintió tranquila aunque sabía que sólo podría evadir la conversación por unos minutos, "pero mejor que nada" pensó.
"Ya encontraré yo la forma de que todo lo sucedido tome su curso."

Entra el doctor y empieza preguntándole a su paciente.
- cómo llegaste aquí?
Lola se quedó muda, miraba a su amiga cómo interrogándola.
- qué es lo último que recuerdas?
Continuaba preguntando el doctor, pero la chica seguía sin abrir la boca, la tomó por los hombros y la recostó, a la almohada se inclinó sobre ella y miró dentro de sus dos ojos con una muy brillante y diminuta linterna y finalizó su chequeo palpando toda su cabeza.
-Tienes dolor ? Preguntó.
Lola cerró sus ojos por un instante y cuando los abrió dijo.
- No, porqué?
El doctor se viro para Lorenz y preguntó
- Ella no a hablado del asunto?
Lorenz negó con un ligero movimiento de cabeza.
El doctor tomo en sus manos los papeles del expediente de la enferma y los reviso ligeramente, entonces los firmó poniéndolos de regreso a los pies de la cama, y se retiró. Lorenz aprovechando que la enfermera estaba acomodando a su amiga, salió á prisa detrás del doctor.
-Doctor! Doctor! Llamó Lorenz, él se da la vuelta y se encuentra con la mirada de súplica de la chica.
- en qué puedo ayudarte? Dijo él
- Doctor que le sucede a mi amiga, porque no recuerda nada de lo ocurrido.
- el doctor la mira con atención y responde a su pregunta.
- la verdad que todos los estudios que realizamos salieron bien, y no tiene ninguna contusión en la cabeza, yo pienso qué estará bien, qué quizás tuvo un trauma por una gran impresión pero en unos días quizás recuerde que le sucedió, de echo ya le firme el acta para que puedas llevarla a la casa, con un poco de reposo estará bien, y si no es así debería empezar con un tratamiento, más riguroso, viendo algunos especialistas de neurología.
Esas fueron sus últimas palabras y se alejó con pasos agigantados.

Lorenz regreso con su amiga, estaba temiendo la reacción de Lola al escuchar lo que sucedió, pero tenía que contarle todo o al menos lo que ella sabía.
Ya en su casa tranquila en su habitación recostada en su cama y con su mamá y su amiga sentadas a su lado Lola preguntó.
-me van a contar que pasó.
Su madre la miro con cariño y le dijo
- Mi amor descansa que todo estará bien y ya veremos qué terminas recordado todo lo que sucedió, entonces se puso de pies y salió con el pretexto de traerle una taza de té.
Cuándo estuvieron a solas las dos amigas Lorenz le contó lo que ella sabía sobre lo qué pasó.
- Pero porque no lo puedo recordar. Dijo Lola
-Sí, yo estuve con mi terapeuta ayer hasta las cuatro, y regresé a casa, pero qué pasó después?
Se llevó sus manos a la cabeza apretándose con fuerza mientras que una sombra de tristeza aparecía reflejada en sus ojos.
- No te preocupes Lola ya sabremos que pasó , lo averiguamos ya lo verás, le dijo su amiga con cariño.
Por ahora tienes que tratar de mantenerte tranquila, el doctor dice que necesitas descansar y qué él piensa que vas a recordar todo, en ese instante entró la madre de Lola con una tasa de té caliente y se la puso en la mesita de noche, le acarició su rostro y lo besó con cariño,
-"tomate el té y la pastilla que te recetó el doctor y trata de dormir un poco, estarás bien muy pronto, ya lo verás"
y salió dejando a las dos amigas a solas.

-Lorenz!
-Dijo Lola, será posible que el terapeuta sepa algo de lo que me sucedió?
- No lo sé querida, eso tendrías qué preguntárselo a él.
Lola se incorporó de la cama para tomar el teléfono, pero su amiga le reprimió quitándole el aparato de sus manos y regresándolo a su lugar.
- No! No! Esté no es el mejor momento para que hables con él, debes esperar, tú no estás bien, ya tendrás tiempo para hacerle todas las preguntas que quieres.
Después de darle sus medicamentos la arropó bien, para que durmiera tranquila.

Salió de la habitación y se reunió con la mamá de su amiga en la sala, la señora estaba sentada en un sillón con una taza de té en sus manos, se le notaba la preocupación en su rostro, la mujer la mira y le pregunta.
- sé quedó dormida?
- sí; contestó Lorenz.
- No entiendo qué estará pasando con mi hija, ahora si qué estoy muy preocupada? Dijo la señora.
Lorenz qué la amaba cómo si fuera su propia madre se acercó y la abrazo con cariño.
- tranquila mamá Estela, así la llamaba desde siempre.
- todo estará bien, ya lo verá.
Se sentó en la alfombra y recostó la cabeza en las piernas de la señora, mientras que la señora Estela le acariciaba su espesa cabellera.

Pasaron algunos minutas, Lorenz disfrutaba mucho las caricias de la mujer, a quien consideraba como su segunda madre y en realidad no deseaba dejarlas solas, temía que Lola despertara en medio de la madrugada y saliera a la calle á solas, ya que pensaba que esa era la razón per la qué la encontraron tirada en la calle, lo que no podía entender era porque no avía sucedido eso antes, y si pasó, ella lo desconocía.
Doña Estela  le preparó el sofá del salón para qué Lorenz durmiera, después de negarse a compartir la recámara con Lola cómo avían echo desde niñas, pero en realidad prefería que Lola pensará que ella se avía marchado.
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Gracias amigos espero y estén disfrutando la historia, espero sus votos y comentarios, es bueno saber sus opiniones sean cuáles sean. Hasta pronto.

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