CAPÍTULO I: Aún lo es.

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La conocí una tarde serían al menos las seis, ya oscurecía, un grito me hizo estremecer, su madre la alzó en brazos,frágil,nerviosa y vulnerable, entre el llanto y gimoteo recibió un dulce consuelo.Al cabo de los años un oscuro diente sería la prueba de su primer recuerdo.Cuando se es pequeño cada dolor, cada alegría se quedan estacionados en algún callejón oscuro de nuestra memoria.Sin embargo algunos recuerdos te salen al encuentro y finges no verlos como si se tratase de alguien que queremos evitar.Después de tantos años la vi, el tiempo no se ha apoderado de ella, se ha rebelado ante él; siempre lo fue, nada la derriba, qué bien que así es.

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