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Parecía como si el sol no existiese.

Habían transcurrido ya más de dos meses en los que las grises nubes no habían abandonado el cielo, otorgando un aspecto un tanto tétrico a la ciudad. No llovía, no nevaba, no existía viento que azotase las ventanas y meciese los árboles de un lado a otro, no: simplemente era un invierno gris.
La gente llevaba abrigos y bufandas más por costumbre que por verdadera necesidad; aquel invierno no provocaba llegar a casa, recostarse quizá al lado de la chimenea, tomar chocolate caliente e ir a dormir, como sucedía en las películas; si acaso, la única sensación que generaba era de aburrimiento.

Aquel sentimiento no era nuevo para Taehyung. Cada día se volvía eterno, sobre todo si era invierno –como ahora–, y se quedaba en casa. Aunque, ¿podía llamar a eso “casa”? Una pequeña habitación sin ventanas no podría ser llamada de esa forma jamás. No cuando “casa” u “hogar” abarcaban palabras como calidez, seguridad y amor, y definitivamente aquello era lo último que encontraba en aquel lugar.

No, quizá sí existían. Sus pequeños hermanos, tan inocentes y llenos de alegría cada vez que lo veían llegar luego de un largo día encerrados en la cueva, como él solía llamarla, eran los únicos que podían irradiar aquellas tres palabras y convertir el lugar en un calabozo con vista al mar azul. Los pequeños y ella, su hermana mayor.

Apretó los puños; uñas clavándose con fuerza en sus palmas desnudas.

No era justo. Las cosas no tenían por qué ser así, pero así era como sucedían, y él no veía la forma de salir de aquello. Un agujero negro que lo succionaba cada vez más, arrastrándolo y llevándolo de un lado a otro, dañando a aquellos que no debían sufrir. Nadie más que él debía sufrir aquel castigo, y aun así, ahí se encontraba: huyendo de él como el cobarde que era.

El aletear de un grupo de palomas lo hizo girarse lo suficiente como para verlas alzar vuelo de la azotea de uno de los tantos edificios que se erguían en la zona. Blancas, negras, grises, cada una de un color diferente desaparecieron tras la torre de alta tensión que marcaba el límite de la ciudad con la vecina; una lluvia de plumas decorando el puente en el que se encontraba apoyado, observando a los autos pasar bajo él.

Del cielo caían plumas. ¿Algún ángel habría perdido sus alas?

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Bien, estoy de vuelta con un fanf- wait, esto no es un fanfic. Más bien un relato (?) basado en Stigma, el film de Taehyung para Wings.

Pues... Esto no es en lo que dije que estaba trabajando, solo salió porque, como dije en la descripción, este es el relato que le envié a mi profesor de Narrativa. 😂😂😂
(Bueno, no puse Taehyung, pero es básicamente lo mismo.)

Estoy trabajando en más cosas, tbhh, pero la universidad... Pls. ;-; #SaveMe

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Cuídense, lxs quiero 😘😘😘

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Stigma - [Taehyung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora