A million men. ||Sterek||

15. *Derek*

A Derek siempre le dio curiosidad la casa de enfrente, en especial aquel niño que parecía llevar todo el peso del mundo sobre sus hombros, a veces se asomaba por la ventana durante las noches porque siempre creía escuchar a alguien gritar dentro de aquella casa pero siempre llegaba a la conclusión de que solo eran los padres de aquel niño peleando como las pocas veces que  ocurría con sus padres. Una vez le preguntó a Paige acerca de aquel niño y la unica respuesta que obtuvo fue: "Stilinski solo llora mucho". 

Derek aun recuerda que en su primer día de escuela tuvo que salvar al pequeño de otro niño que en ese momento— y hasta la fecha— no le agradó por el simple hecho de ser un abusivo, recuerda haberse presentado con su pequeño vecino, a pesar de que este nunca hizo lo mismo, y haberse quedado con él hasta que se aseguró que se encontraba en buenas condiciones.

Hoy era uno de esos días en los que Derek se encontraba mirando fijamente la casa de enfrente con las cortinas ligeramente abiertas para que nadie se diese cuenta y lo tacharan de acosador, esta vez no había gritos ni parecía que hubiese algún tipo de movimiento dentro de la casa.

—Derek, mamá dijo que tienes que ir conmigo a hacer las compras.

Se sobresaltó al escuchar la voz de su hermana dentro de su habitación, se dio la vuelta rápidamente y enrojeció igual de rápido al darse cuenta que Laura lo miraba con una sonrisa y una ceja alzada en señal de pregunta.

—Creí que la cena con tu novia es dentro de dos días.- dijo burlona mientras se cruzaba de brazos.- por cierto, avísame a que hora llegará la princesa para romperme el cuello una hora antes.

Derek rodó los ojos e hizo una mueca de fastidio.

—Ni siquiera se porque no te agrada.- se quejo mientras tomaba su celular que se encontraba conectado a unas bocinas reproduciendo la banda sonora de Star Wars.- Ya vámonos.- dijo saliendo de forma apresurada de la habitación.

—Porque estoy segura que solo esta contigo porque eres el chico nuevo y ademas de eso...- Laura se puso delante de su hermano al terminar de bajar las escaleras.- bastante guapo.

Derek rodó los ojos una vez más. Empujo a Laura lo que restaba de camino hasta llegar al auto y meterse en el asiento del copiloto.

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—Te estoy diciendo que no, Laura, ya deja de molestarme.- se quejo un Derek bastante fastidiado.

—Si me haces este favor te prometo no molestar a tu lo que sea y asistir a la cena.- dijo Laura haciendo un puchero sin despegar la vista de la calle.

Ya iban de regreso a casa después de estar casi tres horas en el súper comprando cosas para la cena en dos días, cosas que su madre les había dicho que son necesarias y otras cosas no necesarias que Laura y Derek compraron por simple capricho. Todo el camino de regreso Laura intento convencer a Derek de cubrirla para poder escapar a una fiesta en casa de uno de sus nuevos amigos, Derek sospechaba que el anfitrión y su hermana se traían algo.

—No.

—Andaaa...-dijo alargando la "a" en tono suplicante olvidándose de la calle ya que estaban a pocas calles de su casa y se sabia el camino de memoria, y volteo mirar a Derek. 

—Haré tu tarea.

—Ya dije que no y mejor pon atención a la calle.- comentó desplazando sus dedos por la pantalla de su celular prestando más atención a este que a su hermana.

—Pero...

Derek levanto la vista para gritarle a su hermana cuando lo vio, a medio vestir a punto de cruzar la calle corriendo con un gesto desesperado.

—¡LAURA CUIDADO!- al escuchar el grito de su hermano freno de golpe totalmente asustada.- ¿Qué...?

Derek la dejó de escuchar y bajo del auto rápidamente al ver como el pequeño niño se desplomaba a mitad de la calle, parecía que se había desmayado pero cuando llego hasta él se dio cuenta seguía despierto ya que intento levantarse.

—Oye...- quiso tocarlo pero en cuanto sus dedos hicieron contacto con la piel de su brazo comenzó a sollozar e intentar retroceder.- esta bien, no te tocare.- el pequeño pareció reconocerlo después de unos segundos.

Derek no sabia que debía hacer ya que el pequeño seguía llorando sin hacer ningún ruido y parecía querer desaparecer de la faz de la tierra. Estaba por preguntarle si se encontraba bien pero al ver su estado se golpeo mentalmente porque la situación era más que obvia. Al final no fue Derek quien habló.

—Ayúdame.- sollozó el de lunares.