Yoongi O Yoonji (Yoonmin)

1.Yoonji

- Ya son vacaciones....

- Sí Tae

- Y comenzaremos nuestro último año

- Sí Tae

- Y yo me casaré con Hobi

- Si Tae

- Y tú con Kookie

- Si...espera, ¿que cosas dices?

El castaño de sonrisa cuadrada pasó su brazo por los hombros del más bajito. Hace unos pocos minutos que el final del año dio inicio y con ello las ganas de divertirse de Taehyung despertaron del estado de inanición al que habían entrado durante los exámenes. 

- Calma, Jiminnie. Ambos sabemos que Kookie se casará con Yugyeom en un futuro no muy lejano. Esos dos son muy obvios.

Pero tuvo el efecto contrario en Jimin, después de todo, como a cualquier alumno normal, lo único que espera hacer después de los exámenes es descansar y recuperar energías para continuar con su alegre existencia; tal vez viajaría a su ciudad natal para visitar a su abuela, ejercitaría a diario y saldría con alguien. Nada fuera de lo normal.
Pero hay algo que debemos saber de Taehyung, él no es normal. Jimin aún recuerda el día en que le presentó a su novio, Hoseok, ambos eran igual de alegres y traviesos, uno para el otro, pero a diferencia de Taehyung, Hoseok si tenía un limite. Hoseok tenía la prudencia que a Tae le faltaba.

Jimin nunca había tenido una pareja, nunca había siquiera compartido su abandonado departamento. Bueno si lo hacía, pero veía muy pocas veces al chico que ya se había olvidado de su apariencia e incluso llegó a creer que vivía solo.

- Te enviaremos fotos de las Islas Canarias, no estés triste Jiminnie. Las próximas vacaciones podremos ir todos.

Llegaron a la parada de autobuses y Taehyung cruzó al lado opuesto de la pista para tomar el suyo, el primero en abordar fue él y justo antes de que partiera le escuchó decir "Intenta divertirte con Yoonji" Jimin sonrió y asintió, lo intentaría, con quien quiera que fuera Yoonji. 

🌇

Abrió la puerta de su departamento y suspiró aliviado, "Hogar dulce hogar" pensó y después de todo el tiempo que vivió ahí (un año más o menos) recién cayó en cuenta del cuchitril que era el lugar.

Habían empaques de galletas y chocolates en el sofá y sobre la alfombra de la sala;  sobre la mesa del comedor cajas de cereal vacías o a medio terminar y en una de las sillas miles de recipientes de ramen instantáneo apilados como si alguien hubiera tenido la intención de limpiar y recoger la basura,  pero fue interrumpido por algo y dejó todo en el primer lugar disponible.

Tal vez su madre si tenía razón y Jimin no sobreviviría solo mas de un año sin ahogarse en sus propios desperdicios.

Pero lo que lo dejó aún mas sorprendido y alertó fue el olor a quemado que salía de la cocina. Rápidamente corrió tirando su mochila en el camino.
La tetera que alguna vez su abuela le dejó había perdido su color plata brillante que era cubierto por una gruesa capa de tizne.  Con un trapo húmedo la cogió del asa y llevó al lavatorio,  abrió la llave de agua dejándola caer sobre el chamuscado objeto. 

Ok,  Jimin aceptaba que solía ser despistado algunas veces y que el poco tiempo que le dejaba la universidad solo era para comer y dormir;  sin embargo,  nunca dejaría la estufa encendida,  simplemente porque nunca la utilizó. Comía fuera o en el comedor de la universidad y lo mas cerca que estuvo de cocinar fue cuando traía ramen y lo preparaba en el horno microondas o el café cargado que preparaba para soportar las noches en vela.