Los ojos de Jade

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En las veredas lejanas del mundo, con un estruendoso canto, circula el azul profundo de un río de corrientes indomables de presentes no vividos, que se arremolinan bordeando rocas, besando apasionadamente sus riberas, nutriendo los musgos agazapados a la tierra de un lugar conocido como la selva Yuminux. Allí dos gotas azules de extraño fulgor, temblando o vibrando, reflejan y proyectan luces multicolores de un mágico rayo de Sol, que a duras penas, corta la espesura matizada de la selva y se abre camino por el verde y la niebla. Y lo que se ve como impulsos danzarines de luz, aparentemente caprichosos e intermitentes, son en realidad sonidos entrelazados de una lengua ya olvidada por casi todos, palabras guiadas por el ritmo de una música sutil que solo el corazón, amo de todos los lenguajes, es capaz de componer y por ende de comprender, palabras que son las notas de una melodía silenciosa que se va dejando escuchar para fortuna y deleite del que esté atento.

-Padre, ¿es en este lugar?

-Sí, este sitio es perfecto. Como lo rezan nuestras tradiciones, hoy renacerás como un miembro adulto de nuestro clan; todo aquello que alguna vez te haya sido unido por necesidad o deseo, debe ser dejado.

Diciendo esto, hubo un breve silencio. Y luego continuó:

-Hijo, eres mi reflejo y mi paz. Ahora sí. Escúchame, pon toda tu atención en lo que voy a revelarte, evita tanto argumentar como creer literalmente lo que voy a mostrarte. Ha venido de la fuente inagotable de la existencia a mí, y lo mismo le ocurrió a tu abuelo, y lo mismo te ocurrirá a ti, hijo amado, es el canto donde se entretejió la historia primera de nuestros antepasados, quienes nos dejaron el legado del conocimiento antiguo. Guarda silencio, y pon todo tu corazón en el relato, te servirá de gran ayuda en tu viaje interno, en la búsqueda de El Encontrado.

La pequeña gota de luz intensificó su fulgor al escuchar las palabras de su padre, quien comenzó a tejer una vez más los hilos del canto del tiempo. Su voz parecía venir de las cuatro esquinas por donde el viento se cuela entre las ramas, y más que una simple historia, es una vivencia, una melodía, un sonido silente.

La Llegada De Los Ojos De JadeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora