Capítulo 3

76 11 4
                                    


3 años después

Vanessa - 14 Años

Laura - 10 Años


Vanessa

-Tengo una manera de escapar fácil mente de Rebecca- Murmuraba Rydel mientras hacía volar las pequeñas pelotas en su mano haciendo malabares en un semáforo. Rydel es una niña de mi edad, su piel es normalmente blanca y su cabello a diferencia del mio es que casi castaño oscuro el de ella es rubio. Las condiciones deplorables en que nos tienen, tan llenas de polvo y despeinas, es solo para que las personas nos tengan lastima y nos den más dinero.

Rydel, fue robada de sus padres a los cuatro años, Rebeca necesitaba niños, y que mejor que un parque, allí espero que sus padres se descuiden y se la llevo, con la clasica maniobra, "Hey niña quieres un dulce" Ella siendo una niña inocente, no sabía de lo cruel y vil que podría llegar a ser una cara que fingía amistad, estuvo cerca de llevarse a su hermano mayor pero ese fue obediente a las palabras de sus padres "Jamás aceptes dulces de un desconocido" él al darse cuenta de lo que pasaba intentó la persuadir pero ella solo quería su dulce, su hermano corrió a su madre, pues Rebeca no alcanzó a detenerlo, para cuando el pequeño regresó con la madre ya era demasiado tarde Rydel fue metida a una camioneta.
Después de un tiempo servicios infantiles se la llevo, pues Rydel se acercó al auto equivocado, era el director de una de las fundaciones de servicios infantiles más reconocidas de la ciudad el hombre contento porque gracias a ella recibiría más reconocimiento y dinero, no lo pensó dos veces y la llevó, la reubicaron en un orfanato, pero como todos los orfanatos son deplorables y miserables, ella y dos amigos lograron escapar, pero no corrieron con suerte pues Luis el novio de Rebeca los encontró, ahora los cuatro pedimos dinero en los semáforos y robamos para mantener a ese par.

- ¿Ah sí?, ¿Cómo?-Respondí.

-Las pastillas, que se toma para dormir, son la clave pondremos unas cuantas más en su vaso de agua y con las otras que se toma ella queda noqueada y eso nos dará tiempo de escapar.

- ¡Es perfecto!- Terminamos de hacer nuestro acto frente a los autos y fuimos de inmediato por el dinero.

-Bien niñas, han cumplido su cuota-Dijo Rebeca contando el dinero que ganamos- Tienen derecho a comer.- Después de un día tedioso, y cansado nos reunimos con los demás niños en la mesa al parecer solo Rydel y yo cumplimos la cuota del día, Dani y Roberto se quedaron sin comer- Luis qué esperas pedazo de engendro la comida no se va a servir sola - Le gritó a su novio.

- Pues no comerás yo no pienso servirte nada, los engendros no sacaron ni la mitad de dinero. Estoy harto de ellos.

Mientras Rydel y yo comíamos lo que sea que esté en nuestros platos, ellos comían un plato de arroz, pescado ensalada y de postre pastel de chocolate, recuerdo la última vez que intente tomar un, poco Rebeca me encerró en el cuarto oscuro un día entero donde no es para nada agradable, es muy pequeño solo hay un poco de periódico en el suelo y una manta vieja, y sucia me fue imposible dormir, porque para colmo había una manada de ratas espera a devorarme en cuanto me duerma.

Terminamos de comer Luis como de costumbre se va de fiesta y regresa a mediodía, así que solo nos quedamos con Rebeca, Rydel se escabulló por un rincón mientras yo distraía a Rebeca, fue fácil porque de inmediato ella se puso borracha con las copas que se tomó. Como siempre nos vamos a nuestro rincón, fingimos dormir mientras Rebeca veía un programa en el viejo televisor del suelo.

SIN DIRECCIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora