Capítulo- 14

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Laura

Después de haber subido a varios juegos con la pequeña Ally, la pobre sé quedo dormida del cansancio, llamamos un taxi para ir a casa, una vez Maia subió con Ally en brazos quería subir con ellas, pero Ross me lo impidió, cargándome en sus hombros.

-Ross.

Santo Dios, todas las personas nos miran.

-Que.

-Bájame.

-No, ahora es momento de divertimos, solo tú y yo.

-Estoy cansada, quiero ir a dormir.

-Dormirás después, ahora ¿Qué te parece si gano un peluche para ti?

Cuando por fin mis pies tocaron el suelo, me di cuenta que estábamos frente a un puesto donde hay muchos osos de peluches, colgados en la pared, y unos rifles en la barra imagino que será para disparar a los patos con un pequeño blanco en el centro, la última vez que tuve uno en mis manos, fue cuando Ross me regalo uno y Rebeca lo vendió.

-Ross... No quiero nada.

-Muy tarde, ya gane uno, y uno bueno.

El oso es casi de mi tamaño, no me lo permitirán tenerlo por nada del mundo.

-¿No te gusta?

-Sí, es solo que es muy grande. No puedo llevarlo a casa.

-Lo puedo tener yo.

-Has lo que quieras, Ross quiero ir a casa.

-¿Por qué? ¿No te quieres quedar?

-Ya es tarde.

-Llamare a Hugo y le pediré permiso-Saco su celular, lo detuve antes que lo llame.

-¡No! Que no entiendes, ¡Quiero irme!

-¿Qué pasa aquí?-Ese es Riker, junto a él esta Vanessa

-Ya se quiere ir-Respondió el rubio.

-Ya somos dos-Dijo mi hermanita- Es tarde, tenemos que ir a casa.

-Solo una hora más y las vamos a dejar.

-¡No!

Gritamos las dos.

-Bien- Dijo Riker- Mañana a medio día las esperamos en el parque.

-No podemos.

-¿Tienen que estudiar?, ¿En qué colegio estás?

-Ross, no insistas, no podemos y ya.

-Vanessa, solo un rato-Rogo Riker

Mi hermana no respondió al rubio, ella tomo mi mano y se alejó.

-Nos iremos con o sin ellos, si estamos un segundo más aquí Hugo nos castigara.

Corrimos entre la multitud de gente, llegamos a la salida con nuestro último aliento. Corrimos a la estación del autobús.

-Hugo, nos matara.

-Peor aún, nos castigara encerándonos, sin comida ni agua.

*****
-¡Como mierda se les ocurre quedarse!-Hugo y Carmen están furiosos.

-Es que los chicos...

-¡Nada de eso! ¡No quiero escuchar mentiras! ¡Carmen enciérralas! Que no salgan en tres días, sin comida ni agua.

SIN DIRECCIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora