Capítulo 2

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4 Años después.

Vanessa - 11 Años

Laura - 7 Años


Vanessa

-¡Muévete! ¡Ya! - Le gritaron a Vanessa para que avance la fila del comedor.

- ¡Que no ves, la que está delante de mí no se mueve! ¡Gritale a ella no a mi!

-¡Niñas! Silencio, oye tú la nueva - Señalando la cuidadora a Vanessa - Deja de pelear

-¡Yo no empecé!

-No me interesa.

Llevo 2 semanas aquí, perdiendo el tiempo tengo que encontrar a Laura. Y por suerte ya planee cómo escapar, solo tengo que esperar que se duerman todos lo demás será fácil.

Más tarde, los señores que se supone nos cuidan dejaron el orfanato solo con una persona mayor. Que después de vigilar que estén todos dormidos él se va también, espere unos minutos y me escabullí por la puerta de atrás.



Laura

-¡Muevete mocosa! - En cuanto el semáforo dio señal de que los autos parar, empujo a la niña a la calle.

- Si, si ya voy - Me acerque a la ventana de un auto - Señor, señor regala me una monedita ¿Si?

-Lo siento niña, no tengo monedas -El hombre al volante me miró con una expresión de lástima.

- Bueno, no importa entonces regáleme una sonrisa que no cuesta nada - El señor sonrió, se agachó a su costado, tomó unas monedas de la guantera y me las dio - ¡Gracias!

Fui haciendo lo mismo, con los otros autos, algunos me regalaban comida, dinero e incluso un niño rubio que estaba en el asiento de atrás con la ventana abierta me relajo una pequeña cámara que parecía llavero lo guarde de inmediato en mi bolsillo y también un osito pequeño un poco más grande que mi mano, contenta por mis regalos regrese con Rebeca, le di el dinero y me entretuve con mi osito ¡Nuevo!

- Pero qué es esta porquería - Revés me arranco el osito de mis manos - ¡No tienes derecho a este tipo de juguetes! mira - Me indico las pocas monedas que reuní - Esto es una miseria ni creas que vas a comer hoy si no me traes más dinero y esto - Me indico el oso - Lo voy a vender a ver si así, cumples la cuota del día.

Este decidido, me escaparé en cuanto ella se distraiga. El semáforo se puso de nuevo en rojo hice lo de siempre solo que esta vez me subí a un bus junto con una mujer que tenía unos 3 niños más. Me baje cerca de casa de Rebeca en un parque donde tenía guardado un poco de dinero y unas ropas, las recogí y seguí antes de que alguien me vea o peor aún Rebeca.



Vanessa

Desperté debajo de una banca cubierta por cartones, al menos esa noche la pase mejor que en el orfanato, aunque me moría de hambre, me levanté y seguí caminando por el parque. Después de un rato, logre que un señor me regale un pan y con eso mi barriga quedo contenta.

-¡Mocosa estúpida de verdad pensaste que vas a escapar de mi! - Una mujer me tomó de la muñeca con una mano y en la otra tenía un osito pequeño, ella me jalo, y arrojándola al suelo.

-¡Pero qué le pasa, no la conozco!-La mujer me estudió con cautela como tratando de ver algo y de pronto su ceño fruncido se transformó en una amplia sonrisa falsa.

-¿Tu eres Vanessa? ¿Verdad?- Mierda, como lo sabe - Por tu expresión, me doy cuenta de que sí. Ven - Me levanto del suelo - Ya que tu hermana escapó tú me servirás ahora.

- ¡Que! usted conoce a Laura

-Eres tú, sin duda.

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Nat

SIN DIRECCIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora