Los Ases de la Ciudad Poker

Cap. 4 Promesas Incumplidas

- Entonces....Fuiste al centro y un tipo te besó a la fuerza y quedaste tan sorprendido...¿Que terminaste excitado?

Asentí avergonzado mientras Kaoru y yo entrábamos al salón de clases, había llegado tarde del centro ya que tuve que masturbarme en la azotea para calmar mi ansiedad y darle tiempo al naipe para transformarme otra vez, o de lo contrario hubiera tenido que irme a casa a pie por dejar mi billetera en la mochila y con un gran bulto en mis pantalones.

- ¡Hombre que suerte tienes!- se quejó Kaoru.- Lo máximo que me roban a mi es la cartera.

- ¿Recuerdas lo que dije?- pregunté con molestia.- Era un tipo que no conozco, no sé ni cómo se llama.

- Vale vale.- dijo moviendo las manos de arriba a abajo.- Igual no se ve bien, pero lo importante es que no paso nada malo.- nos sentamos en dos mesas cerca del pizarrón.- Igual no olvides ir al médico y hacerte un examen, nunca se sabe la clase de enfermos y locos que hay por la calle.

- Gracias.- le sonreí agradecido, si bien mi amiga estaba loca de atar, seguía siendo una buena persona. Además de que me era imposible decirle toda la verdad, al menos sus consejos eran efectivos en mi vida normal como en la de "superhéroe"

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(PV Mikael)

 ¿En qué COÑO estaba pensando?

Besé a un hombre con todo y lengua ¡A UN HOMBRE! ¿Qué diablos me pasó por la cabeza? Ese mocoso me molestaba pero no era como para ponerme a besarlo, y lo peor es que parece que es gay porque vaya bulto tenía en sus pantalones y eso que son ajustados, si es así con ese tipo de ropa ¿Cómo se vería desnudo? Espera......¡¿QUÉ ACABO DE DECIR?!

Esto no es posible, antes molestaba a los gays. ¿Que me pasa ahora? ¿Es un Karma? ¿La venganza de los maricos? No puede ser...¡Es imposible que me gusten los hombres!

 Eso no tiene sentido, desde que tengo uso de razón me han gustado las mujeres ¿No se supone que estoy buscando a la chica de los ojos dorados? entonces ¿Cómo es que de esa dulce niña paso a besar a un mocoso con aires de Sailor Moon? 

- ¡Auch!

Despierto de mi ensoñación al escuchar un grito de dolor, me di cuenta que ya estaba en clase y sin querer había pisado a  Ricks.

- ¡Lo siento!- me disculpé avergonzado.- No fue mi intención...

- Esta bien, suerte que me pisaste con zapatos normales.- dijo Ricks divertido.- Si fueran las nuevas botas de Kaoru ya hubiera perdido el pie.

No pude evitar reírme del comentario. Se supone que no debo juntarme con ellos, porque no eran gente de mucho dinero y eran chicos humildes, eran personas tan amables que ayudaban a los demás, el tipo de gente que ese mocoso azul apoya y defiende. La chica hacía ropa impresionante y tenía su propia página web donde cualquiera puede solicitar un atuendo de acuerdo con sus medidas, y Ricks era un excelente fotógrafo que ya en su segundo año en la universidad ganó un premio por sus trabajos; realmente eran buenas personas.

 ¡Bah! ¿Saben qué? a la porra, estos chicos son agradables y tienen mejores temas de conversación que los demás. Me senté detrás de Ricks y me dispuse a hablar con ellos.

- Ni que usara botas de hierro.- dije.

- Pues no, pero son mi nuevo diseño de seguridad.- dijo la chica Pierre levantándose y mostrándome sus botas marrones de punta delgada con cortes en V.- Por dentro son cómodos, ligeros y tonifican los pies. Pero por fuera están reforzadas con un material que además de ser resistentes a la lluvia sirven para dar patadas a los delincuentes ¡disponible en cuatro diferentes colores!