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El ser infinito, no es exactamente ser infinito

Pasando un mes en la universidad no paso nada diferente, hablaba más y más con Sam y juro que sentía como si todo mi interior saldría de mi cuerpo, era inexplicable solo quería que nuestros labios se juntarán, era como estar conteniendo todo lo que sentía, el era la persona más dulce que conocía.

Esa semana, al llegar a la universidad al llegar el me tomo de la mano y me llevo hasta el salón cubriéndome los ojos y estaban unas rosas en mi lugar, me pregunto si quería salir con él, en una cita, y acepte, recuerdo que todos aplaudían excepto Alisson, si la chica extraña de la que hable antes.

Foxy y Charly estuvieron ansiosas y yo tenía los nervios como una loca, solo quería que todo saliera bien, que me tomará de la mano y saliéramos caminando juntos y se acercará a mi.

Llego a casa y baje las escaleras tal como siempre había deseado hacerlo y su sonrisa era gigante, sus hoyuelos cubrían su rostro, temía que el escuchará mis latidos, parecía una niña, necesitaba un respiro, sentía que vomitaría, pero, me tomo la mano y en ese momento sentí como si sujetará mi corazón y lo calmará, ese te ves hermosa me hizo sonrojarme tanto que por poco y no me importaba lo demás que dijera, sentía que eramos infinitos, como si estuviéramos congelados, como si nada más existiera.

Recuerdo que fuimos a ver una película y estaba muy nerviosa, siempre dicen que cuando vas a una cita en el cine, no precisamente vas a ver una película, pero, todo estuvo bien, no paso de tomarme la mano, salimos a tomar un helado y a hablar de nosotros, su madre murió cuando el era un niño y su padre es un empresario muy conocido, reímos sin parar y no dejaba de verme.

Al salir, me tomo de la mano y dijo:

Sam: 

-Quisiera que este instante fuera infinito y poder estar en el una y otra vez, y ver lo hermosa que eres Regina, eres la persona más linda que pude conocer.

Regina:

-En verdad? Porque quizá haz estado con niñas más lindas.

Sam:

-En realidad, no, eres con la primera chica que he salido y si es posible con la última que quiero salir.

Recuerdo que paso su brazo a un lado de mi hombro y se iba moviendo de lado a lado, y me giraba, pasábamos por un parque y me dijo espera, puso su chaqueta en el suelo y me dijo acompáñame a ver las estrellas, quizá si las vemos por un tiempo, seamos igual de infinitos que ellas.

Fue entonces cuando mamá me llamo y dijo que volviera a casa, entonces, Sam se levantó y dijo, no es necesario ver las estrellas para ser infinitos, coloco sus manos alrededor de mi rostro y me besó, tenía razón no era necesario ver las estrellas, porque en realidad eramos infinitos, al menos, en ese momento.

Me llevo a casa y me dijo nos vemos mañana, espero y no me defraudes Regina, te estoy comenzando a querer demasiado.

Esa noche no pude dormir, parecía que estaba enamorada, aunque, fuera muy pronto así parecía, porque esa noche aquel chico lindo que conocí aquel primer día de clases, me había cambiado y en muchas formas.